jueves, marzo 31, 2005

Tàpies vuelve a Japón, 30 años después

Tàpies vuelve a Japón
Kioto. Jordi Juste
Desde el pasado martes y hasta el 29 de mayo se puede ver en Tokio la exposición retrospectiva de Antoni Tàpies que ya pasó por las salas del Macba y viajó posteriormente a Guadalajara como complemento de la presencia de Catalunya en la Feria del Libro. Se trata de 30 pinturas y objetos que pretenden dar una perspectica cronológicamente extensa de la obra de Tàpies, especialmente de la naturaleza material de sus composiciones. En esta ocasión, las obras se exponen como parte del amplio programa de actos culturales paralelos a la presencia de España en la Feria Universal Aichi 2005.

La muestra de Tàpies en la capital, tras casi 30 años de su anterior exposición, se aloja en el Hara, un museo de arte moderno con una notable colección de obra japonesa del siglo XX y de artistas de fama mundial, como Calder, Fontana, Lichtenstein, Pollock, Rothko, Warhol o el propio Tàpies.

Esta restrospectiva possiblemente no será uno de los reclamos de masas en que sí se suelen convertir en Japón las exposiciones de artistas mucho más “populares”, como Picasso, Van Gogh o cualquiera de las estrellas del Renacimiento. Sin embargo, la dirección del museo Hara prevé que pasen por sus salas de estilo Bauhaus unas 10.000 personas.

Tàpies, que en 1976 recibió en Tokio el Praemium Imperiale de pintura, se ha confesado siempre un estudioso de la cultura tradicional china y japonesa. Una influencia claramente perceptible en buena parte de sus obras. Ayer, algunos japoneses que pudieron ver la exposición destacaban el uso del espacio y los colores sobrios como elementos próximos a la estética del budismo zen, por lo que afirmaban que podían identificarse fácilmente con la obra de Tàpies.

Una percepción comprensible a la vista de pinturas como “Cercle sobre marró” o teniendo en mente la concepción que tiene de su trabajo el artista catalán, a base de experimentar con preguntas que conducen a respuestas ambiguas, algo muy acorde con el pensamiento filosófico oriental.

En el material promocional del museo Hara se recuerda que en su juventud Tàpies quedó impresionado por la lectura del “Libro del té”, de Okakura Tenshin, lo que le llevó a estudiar el zen y la religión y filosofía del extremo Oriente, que ejercieron una considerable influencia en su obra.

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