viernes, febrero 22, 2008

Furor en Okinawa por violaciones de militares estadounidenses

Jordi Juste
Okinawa vive días de gran tensión, provocados por varios casos de abusos sexuales y desórdenes protagonizados por militares estadounidenses. El caso que ha soliviantado esta vez especialmente a los japoneses se conoció la semana pasada con el arresto del sargento Tyron Hadnott, de 38 años, acusado de violar a una niña de 14 años. El militar ha negado los cargos, aunque ha admitido que forzó a la niña para besarla.
Ayer se supo que otro militar estadounidense se encuentra bajo custodia, acusado de violar este mes a una mujer filipina de 21 años en la ciudad de Okinawa. Además, durante el fin de semana, dos soldados más fueron detenidos en la isla, uno por conducir ebrio y el otro por allanamiento de morada. Todos estos casos han recordado la rabia que se apoderó de los isleños en 1995, cuando se produjo la violación de una niña de 12 años a manos de un soldado americano.
La província más pobre
La provincia de Okinawa, en el archipiélago de las Ryukyu, en el extremo sur de Japón, sirve de base a la mayor parte de los más de 30.000 militares estadounidenses estacionados en Japón. Es la provincia más pobre del país y sus dos principales fuentes de ingresos son las bases y el turismo, sobre todo nacional. Desde el final de la segunda guerra mundial hasta 1972, estuvo bajo soberanía americana. A las moltestias habituales causadas por la presencia de instalaciones militares, como ruidos y accidentes, se añade en estos momentos la inseguridad provocada por los excesos de la milicia.
La ira de los okinawenses y las protestas del gobierno japonés han obligado a las autoridades estadounidenses a decretar un toque de queda parcial indefinido. Por el momento, y se supone que hasta que se calmen los ánimos, los militares americanos y sus familias sólo pueden salir de las bases para ir a trabajar, a la escuela, a la iglesia o al hospital. Además, hoy viernes ha sido declarado “día de reflexión” en las bases para reafirmar los valores militares básicos. “Las fuerzas estadounidenses en Japón consideran seriamente todos los incidentes que afectan la conducta incorrecta de sus miembros. Como miembros responsables de la comunidad japonesa, seguiremos haciendo todo lo posible para prevenir incidentes”, declararon las autoridades americanas.
Agradecimiento
Por su parte, el gobierno japonés ha agradecido la reacción americana, al tiempo que trataba de dar una imagen de firmeza para aplacar el descontento de los okinawenses, que tienen que soportar buena parte del precio de la defensa del país. “Aunque damos la bienvenida, hasta cierto punto, se necesitan más medidas concretas para evitar la repetición de incidentes similares. La prohibición tiene sentido como primer paso”, declaró el portavoz del gobierno nipón, Nobutaka Machimura, tras anunciarse el toque de queda.
La presencia estadounidense
Desde el fin de la segunda guerra mundial, Estados Unidos mantiene una importante presencia militar en Japón. El país estuvo bajo ocupación americana hasta 1951, cuando recuperó la soberanía tras firmar un acuerdo de cooperación por el que Estados Unidos se compormetió a proteger a Japón de cualquier agresión extranjera y a cambio obtuvo el derecho de mantener instalaciones militares en el país.
Las bases en Japón jugaron un papel importantísimo en la participación americana en la guerra de Corea (1950-1953). Desde entonces, uno de sus principales cometidos ha sido servir de disuasión a las aspiraciones chinas de recuperar Taiwán, si es necesario por la fuerza. El hecho de que Japón sea un país muy densamente poblado ha provocado que las bases estén cerca de áreas urbanas y por ello han causado numerosos conflictos con la población civil.


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