miércoles, noviembre 12, 2008

Las universidades japonesas detectan un aumento de estudiantes consumidores de droga

12/11/2008 CAMBIOS EN LOS HÁBITOS DE LA JUVENTUDLOCOS POR LA MARÍA
• Un gramo de marihuana es seis veces más caro en Japón que en Holanda
La Universidad Doshisha, en Kioto. Foto: JORDI JUSTE
En los últimos meses se han producido diversos arrestos de estudiantes en relación con el tráfico y consumo de drogas --especialmente marihuana-- en universidades japonesas. Estos casos han coincidido con otros escándalos relacionados con los estupefacientes en el mundo del espectáculo y en el deporte profesional, por lo que ha aumentado la preocupación por una posible relajación en la actitud de los jóvenes nipones hacia las drogas ilegales.
El trato legal y social del consumo de estimulantes prohibidos es en Japón mucho más severo que en otros países. En concreto, el comercio de marihuana puede llegar a acarrear 10 años de prisión y en el caso de drogas como la cocaína, la heroína y las anfetaminas puede suponer una sentencia a cadena perpetua. Hasta ahora, su consumo está mucho menos extendido que en Europa o en Estados Unidos y bastante limitado a ambientes marginales y élites intelectuales.
Sin embargo, durante años ha existido una llamada zona gris de productos que no estaban especificados en ninguna ley y, por tanto, podían ser usados legalmente. El caso más conocido es el del líquido Rush, introducido durante décadas desde Estados Unidos como limpiador para vídeos, pero distribuido en sex shops por su capacidad para aumentar el placer sexual.
A finales de octubre, dos estudiantes de la prestigiosa Universidad Keio, de Tokio, fueron arrestados como sospechosos de tráfico y posesión de marihuana. Los dos fueron acusados de contravenir la ley de control del cannabis y puestos en libertad bajo fianza.
Nombres publicadosSus nombres fueron hechos públicos y el vicepresidente de Keio apareció ante los medios de comunicación para pedir disculpas. "Es realmente lamentable, porque siempre hemos confiado en nuestros estudiantes", dijo Seiichi Mori, antes de admitir que desde el 2004 se han producido otros casos similares en su universidad.
También en octubre, cinco estudiantes de la universidad Hosei, de Tokio, fueron detenidos por posesión de cannabis y, en septiembre, una estudiante de la Universidad Doshisha, de Kioto, fue arrestada por el mismo motivo, después de que sus propios padres alertaran a la policía tras haber detectado alteraciones sospechosas en su conducta. Además, en enero se descubrió que varios integrantes del equipo de rugbi de la Universidad Kanto Gakuin cultivaban marihuana en su dormitorio. Son solo algunos de los ejemplos de estudiantes que han sido arrestados últimamente, procesados y sus nombres, publicados.
"Yo no he consumido y ninguno de mis amigos lo ha hecho, pero estoy segura de que en mi universidad también hay casos como el de Doshisha", explicaba recientemente Yuki, una estudiante universitaria de Kioto. Por su parte, un profesor de la Universidad Ritsumeikan se mostraba muy sorprendido ante la proliferación de detenciones: "Es increíble, en otros países es más normal, pero en Japón no. Ahora estos chicos van a tener muchas dificultades para encontrar trabajo".
A los arrestos de estudiantes se une el escándalo protagonizado por tres luchadores profesionales de sumo rusos, que tuvieron que abandonar este deporte en septiembre después de descubrirse que habían consumido marihuana. Además, en los últimos años, varios actores y cantantes han sido procesados y han visto sus contratos rescindidos por posesión de pequeñas cantidades de droga.
Menores de 30 añosSegún la policía, el año pasado fueron descubiertos 3.282 delitos relacionados con la marihuana. A diferencia de lo que pasa con otras drogas, el consumo del cannabis en Japón parece estar aumentando entre los más jóvenes. Un 70% de los detenidos el año pasado por su consumo eran menores de 30 años. Las autoridades atribuyen parte de este aumento a la extensión del uso de internet, que ha hecho más fácil comprar semillas y saber cómo cultivarlas.
Pese a todo, el acceso a la marihuana en Japón sigue siendo más difícil y su precio es más alto. Un gramo cuesta seis veces más que en Holanda.
La venta de semillas de cannabis no es ilegal, pero está regulada por la ley. La planta se cultiva legalmente en el país para obtener fibras que se utilizan en la elaboración de cuerdas tradicionales para los ritos del sintoísmo, religión ancestral de Japón.