• El nuevo líder, Yasuo Fukuda, se convertirá mañana en primer ministro
JORDI JUSTEKIOTO
El moderado Yasuo Fukuda fue elegido ayer nuevo presidente del Partido Liberal Democrático (PLD), cargo que le garantiza la elección mañana en el Parlamento como primer ministro de Japón gracias a la amplia mayoría de su formación en la decisiva Cámara baja. El nuevo líder, de 71 años, sustituye a Shinzo Abe, de 53, quien dimitió el pasado día 12 y permanece desde entonces hospitalizado por una dolencia intestinal relacionada con el estrés."Me gustaría que la gente recuperara la confianza en el PLD y que este pudiera aplicar medidas de forma consistente", declaró Fukuda tras conocerse su victoria sobre el exministro de Exteriores Taro Aso por 330 votos a 197.
Fukuda, quien entró en política a los 53 años tras una carrera en la industria petrolera, es hijo de Takeo Fukuda, primer ministro entre 1976 y 1978. En los gobiernos de Yoshiro Mori y Junichiro Koizumi, el nuevo presidente del PLD ocupó el cargo de secretario, que incluye las funciones de portavoz del Gabinete y coordinador de sus distintos departamentos.
El reto político de Fukuda es grande, ya que hereda una situación grave. El PLD perdió la mayoría en el Senado en las elecciones parciales de julio debido a una serie de escándalos de corrupción y a la incapacidad del Gobierno de Abe para solucionar los problemas de la seguridad social. Ahora el principal partido de la oposición, el Partido Democrático de Japón (PDJ), cuenta con mayor capacidad para controlar al Gobierno y retrasar la aprobación de las leyes, aunque el PLD, junto con su aliado Nuevo Komeito, suma en la Cámara baja la mayoría necesaria para hacer inútil la oposición del Senado.
MISIÓN EN EL ÍNDICO
Una de las medidas más urgentes que deberá acometer Fukuda será la aprobación de una nueva ley que permita a la Marina nipona retomar su papel de proveedor de combustible en el Océano Índico a los barcos estadounidenses que se dirigen a Afganistán. Ya se da por hecho que será imposible aprobar a tiempo la prórroga de la ley vigente, que marca el 1 de noviembre como fecha de término de la misión. La imposibilidad de convencer al líder del PDJ, Ichiro Ozawa, de la necesidad de apoyar la prórroga fue la principal causa citada por Abe para justificar su repentina dimisión.
Ayer Fukuda hizo grandes esfuerzos por dejar claro que el éxito de su acción como líder dependerá de la colaboración con la oposición. Por su parte, el PDJ se ha mostrado dispuesto a hablar pero mantiene su oposición a la misión en el Índico y defiende la necesidad de disolver la Cámara baja, cuyo mandato expira en septiembre de 2009, y convocar elecciones.
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