miércoles, marzo 21, 2007

Kiyomizudera, candidato a maravilla del mundo


20/3/2007 CRÓNICA DESDE KIOTO // JORDI JUSTE
Estos días, por las inmediaciones de Kiyomizudera, uno de los templos más espectaculares de Kioto, además de las habituales hordas de turistas deambulando por las tiendas de recuerdos, se pueden ver numerosos anuncios invitando a votar para que el edificio esté entre las Siete Nuevas Maravillas del Mundo. La selección está organizada por una fundación privada suiza que lleva desde 1999 promoviendo la elaboración de una lista que emule la existente en la antigüedad, integrada por la pirámide de Guiza, el coloso de Rodas, los jardines colgantes de Babilonia, el templo de Artemisa, las columnas de Hércules, el mausoleo de Halicarnaso, la estatua de Zeus en Olimpia y el faro de Alejandría.

De la lista inicial de 171 lugares que la New Open World Corporation tomó en consideración en un primer momento, se ha pasado a 21 finalistas, de entre los que saldrán los siete que serán proclamados en Lisboa el próximo 7 de julio. Entre los clasificados están, además de Kiyomizudera, la Alhambra de Granada, Chichén-Itzá, Machu Picchu, el Kremlin, la torre Eiffel y la pirámide de Guiza, el único superviviente de la lista clásica.

Kiyomizudera es un complejo de edificios pertenecientes a la secta budista Hosso. Su nombre significa templo del agua pura, y fue fundado en el año 798 para albergar una imagen de siete caras de Kannon, el buda de la compasión, en el lugar donde todavía hoy hay un manantial. Está situado en una ladera de las montañas del este de Kioto, por lo que ofrece una magnífica vista sobre la ciudad. A lo largo de sus más de mil años de historia ha sufrido repetidos incendios, algunos de ellos aparentemente provocados por sus rivales de la secta Tendai. Los actuales edificios datan de 1629, y entre ellos destaca el honden, el edificio principal, cuyo balcón está sostenido por una impresionante estructura de madera construida con 139 pilares de 15 metros de alto y sin usar ni un solo clavo de acero.

Desde su construcción, el balcón de Kiyomizudera, concebido en principio como un escenario para ofrecer representaciones a Kannon, sirvió como plataforma para muchos suicidas, aunque las estadísticas recogidas durante más de 100 años indican un índice de supervivencia del 15%, posiblemente por el efecto amortiguador de la vegetación que está debajo. A finales del siglo XIX, se prohibió explícitamente el salto, pero ha quedado en la lengua japonesa la expresión Kiyomizu no butai kara tobioriru (saltar desde el escenario de Kiyomizudera), para expresar la toma de una decisión que requiere valor.

Kiyomizudera es un lugar cargado de historia y bellísimo tanto en otoño, con sus arces enrojecidos, como en primavera, con los cerezos en flor, en verano, rodeado de verde, y en invierno, cuando la desnudez de los árboles hace todavía más evidente la elegancia de sus construcciones. El conjunto ya forma parte de la lista de patrimonio cultural de la humanidad de la Unesco y es visitado cada año por más de 12 millones de personas, por lo que son difíciles de comprender los esfuerzos por incluirlo en una lista absurdamente limitada a siete lugares.

2 comentarios:

  1. Pues al final se trata de dinero. La lista de marras ofrecera una publicidad gratuita para los monumentos que sean elegidos, y aunque Japón no es un país volcado en el turismo venido del exterior, esa publicidad es un caramelo goloso para cualquiera.
    Yo vivo en Granada, aquí el turismo es muy importante y se están invirtiendo muchos medios para que la Alhambra quede en la lista definitiva.

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  2. No t'ho creuràs, però no sé com es fa.
    Gràcies.
    Jordi

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