jueves, diciembre 27, 2007

Japón baja la nota


La educación japonesa baja la nota
El informe PISA refleja una pérdida de nivel de los escolares
A pesar del descenso, Japón sigue primero entre los grandes países
Jordi Juste
La capacidad académica de los estudiantes japoneses baja, aunque siguen estando en el grupo mundial de cabeza. Este podría ser un resumen de los resultados del recientemente publicado informe PISA para 2006, que analiza la capacidad académica de los estudiantes de bachillerato de 57 países, 30 de ellos miembros de la OCDE.
“El informe en sí no es preocupante, pero el nivel escolar básico está bajando. Hay que completar los conocimientos fundamentales. No digo que se meta a los niños en la cabeza una gran cantidad de conocimientos, sino que tienen que dominar la lectura, la escritura y el cálculo antes de poder aplicarlos”, afirma Yuzo Ueda, profesor de Ciencia en un instituto público de Ayabe, una zona rural de la provincia de Kioto.
Muy por encima de España
Sextos en conocimiento científico, décimos en matemáticas y decimoquintos en lectura son unas clasificaciones que ya quisiera para sí España, que se sitúa en los puestos 31, 32 y 35, respectivamente. Y sin embrago, en Japón han avivado el debate sobre la educación porque representan un retroceso respecto al informe de 2003. Ya entonces el documento mostraba una caída en el nivel académico y el gobierno decidió rectificar parcialmente su política de yutori kyoiku (educación holgada), que había recortado poco antes los contenidos mínimos de las enseñanzas obligatorias para aligerar la carga de unos estudiantes que se consideraban entre los más estresados del mundo.
“No se puede decir que la culpa sea del yutori kyoiku, El resultado no puede cambiar espectacularmente en 3 años. Si se cambia el sistema cada 3 años sí que empeorará. Cuando se opta por uno, se tiene que aplicar durante el tiempo suficiente para poder evaluar sus efectos”, afirma Megumi Unoki, profesora universitaria de francés y madre de un alumno de bachillerato.
Responsabilidad social
Por su parte, el profesor Ueda señala que la bajada del nivel académico no es responsabilidad exclusiva de la escuela: “En el apartado de conocimientos científicos la posición de los países del norte de Europa ha mejorado porque ahí les preocupa mucho el medio ambiente. El interés y la actitud por los temas cotidianos influyen sobre los niños. Primero, los mayores tienen que tener interés en estas cosas, si no los niños no cambiarán”.
Una opinión similar la expresa una maestra de lengua japonesa de un instituto privado: “El problema es grave y profundo. Hay que ocuparse de la educación de los niños en casa y en la sociedad. Hay que hacer que tengan consciencia de la necesidad y el placer de aprender. En cuanto a la clase de japonés, por ejemplo, no tienen suficiente capacidad para leer ni escribir y, además, no tienen interés en saber cosas nuevas.”
Cuando se habla de la educación en Japón, rápidamente aparecen miembros de las generaciones que se educaron con semanas escolares de seis días afirmando que ahora la escuela es demasiado fácil. Muchos padres complementan lo que consideran una formación insuficiente mandando a sus hijos, por la tarde y los fines de semana, a los juku, escuelas de repaso. Pero estos centros, más que formarlos, los preparan en la habilidad de superar los exámenes de ingreso a universidades famosas, basados en la memorización y la automatización más que en la capacidad de razonamiento.
Un problema básico que refleja el informe PISA es que en Japón hay una gran diferencia entre los estudiantes muy malos y la media. Esto es consecuencia de un rasgo característico de la sociedad japonesa, que valora la cohesión del grupo por encima de la excelencia individual. Por eso muchos alumnos malos van pasando curso sin tener el nivel necesario y pueden incluso llegar a licenciarse en alguna universidad prestigiosa si pasan por uno de sus institutos de bachillerato asociados, que prácticamente garantizan el acceso a la facultad, donde el nivel de exigencia mínimo suele ser muy bajo.
“Nosotros estamos aquí porque fuimos a la escuela afiiliada, pero somos tontos, los inteligentes son aquellos de ahí”, explicaba recientemente un alumno de español de una universidad privada en referencia a parte de sus compañeros, que accedieron después de superar un difícil examen de ingreso.

lunes, diciembre 17, 2007

El Jumbo, la versión japonesa del gordo

14/12/2007 CRÓNICA DESDE OSAKA // JORDI JUSTE
Entre los premios fijos de lotería más grandes del mundo se encuentran el gordo de Navidad español y el Jumbo de Fin de Año, que se sortea en Japón el último día de diciembre. El gran sorteo español es muy difícil de superar, sobre todo en la cantidad global de premios que reparte (más de 2.000 millones de euros en total en el 2006, 300 para el gordo). Sin embargo, en cuanto a la proporción entre la apuesta y lo que se puede llegar a ganar, el Jumbo japonés lo supera con creces. Así, si en España se pueden lograr 15.000 euros por cada euro apostado, en Japón la misma inversión aspira a un beneficio de unos 650.000 euros, ya que el precio del boleto son 300 yenes (menos de dos euros) y el premio máximo es de 200 millones de yenes (1,2 millones de euros) para cada uno de los 74 boletos agraciados.
También en Japón, la lotería de Fin de Año se ha convertido ya en una tradición. El día que se pone a la venta, a finales de noviembre, las televisiones muestran imágenes de colas en los enormes quioscos de venta que se instalan en el centro de las grandes ciudades y adonde acuden los que creen que la suerte hay que irla a buscar. En el resto del país, la lotería se vende sin atropellos en los 15.000 pequeños quioscos permanentes donde, durante todo el año, se pueden comprar los boletos de los sorteos ordinarios de la lotería, de la lotería primitiva y del rasca-rasca.
La lotería resurgió en Japón en 1945, tras un siglo de prohibición, como forma de recaudar dinero para la guerra. Terminada la contienda, los sorteos tenían como objetivo recaudar fondos para la reconstrucción nacional. Su gestión está cedida a un banco (el Mizuho, actualmente), y la mayor parte de los ingresos va a parar a las arcas de los gobiernos provinciales y municipales.
En Japón, además de en la lotería, se puede apostar legalmente en los hipódromos, velódromos, carreras de lanchas y en la quiniela del fútbol. O se puede acudir a las ubicuas salas de pachinko, el híbrido de milloncete y tragaperras en el que se ganan premios en especies que luego se cambian por dinero en una garita que está a la vuelta de la esquina. A parte de estas formas legales de apostar, se juega también con dinero al majong, normalmente sumas modestas, comparables a las que circulan en una mesa de dominó de bar español, pero también en partidas clandestinas donde se barajan grandes cantidades.
Como en España, muchos japoneses que durante todo el año no apuestan, sucumben por estas fechas a la tentación y compran su derecho a soñar con el Jumbo. Por eso el sorteo de Fin de Año representa el 42% de las ventas de lotería entre enero y diciembre. En los casos en que se llega a localizar a los agraciados, entre los comentarios sobre el destino de los millones hay muchos "tapar agujeros" y "pagar deudas", aunque también abundan los que declaran que lo que les ha tocado lo van a ahorrar. Desgraciadamente para algunos despistados, cada año se queda sin cobrar una cantidad sorprendente de billetes premiados; el año pasado, por ejemplo, su importe total fue de casi 7.000 millones de yenes (42 millones de euros).

miércoles, diciembre 05, 2007

Mochitsuki: Saludar el año nuevo con tortas (de arroz)

5/12/2007 CRÓNICA DESDE KIOTO // JORDI JUSTE
A medida que se acerca el fin del año, en Japón se multiplican los mochitsuki taikai, las fiestas populares en las que se elabora una pasta de arroz con la que se confeccionan las tortas (mochi), que luego se utilizarán en la preparación de varios platos tradicionales. No se trata de celebraciones restringidas al Japón rural. Este país produce tecnología punta en muchas áreas de la industria y de la vida cotidiana, pero también mantiene vivas costumbres que anclan al país con su pasado milenario. Ya sea en encuentros de barrio y escuela, ya sea en santuarios sintoístas, desde Tokio hasta la aldea más remota, la gente se reúne para participar en este rito, que muestra la adoración hacia la naturaleza y la importancia del grupo, valores siempre presentes en la cultura japonesa.
Además, el arroz sigue siendo un elemento omnipresente en la vida de los ciudadanos japoneses. Tiene un carácter totémico en la religión y es un elemento básico de la dieta contemporánea. A lo largo del siglo XX, las proteínas animales fueron robando terreno al arroz en los estómagos de los habitantes del archipiélago, pero sigue siendo el acompañamiento básico de la mayoría de comidas. Por esta razón, todas las familias disponen de una máquina que se programa por la noche para que deje el arroz cocido al punto para el desayuno. Por eso, el mochitsuki taikai es mucho más que una fiesta antigua mantenida por puro amor al folclore.
La elaboración del mochi es un trabajo que implica la coordinación de muchas manos. El proceso comienza la víspera, con la limpieza del mochigome --arroz pulido glutinoso-- que se deja en remojo durante toda la noche. Por la mañana, se cuece hasta que queda bien pegajoso y listo para disponerlo en el usu, un gran mortero, fabricado generalmente de piedra. Entonces comienza la parte más importante y espectacular del proceso, en la que se turnan dos personas: una golpeando sobre el arroz con el kine --una enorme maza de madera (foto)-- y otra que aprovecha los instantes en que aquella se levanta para darle la vuelta con las manos a la masa, cada vez más pegajosa. La operación requiere de fuerza física, rapidez y una gran atención, ya que un descuido puede fácilmente provocar heridas dolorosas o generar astillas que se mezclen con el arroz y lo dejen en estado incomestible.
Se trata de un trabajo duro e intenso, por lo que los participantes en la fiesta se van turnando, normalmente los hombres con la maza en las manos y las mujeres con la masa. A medida que adquiere la textura se va separando para darle una forma parecida a nuestros panecillos redondos. Luego estos se añaden al zenzai, una sopa de judías rojas dulces que se reparte muy caliente entre los asistentes. Hay que tener cuidado de masticar bien el mochi, ya que es muy fácil atragantarse y cada año, en enero, tras las comilonas de Año Nuevo en las que el mochi es un elemento insustituible, los medios de comunicación dan cuenta de varios muertos por esta causa, generalmente gente mayor. Toda una paradoja si se tiene en cuenta que las tortas de arroz simbolizan en este país la energía necesaria para afrontar el nuevo año que se avecina.

lunes, diciembre 03, 2007

Pensiones en el aire

3/12/2007 CRISIS EN EL SISTEMA DE PROTECCIÓN SOCIAL NIPÓN
• El Gobierno japonés no sabe a qué contribuyentes corresponden 50 millones de cuotas pagadas a la Seguridad Social
• El país tiene 30 millones de jubilados
JORDI JUSTE.KIOTO
El Gobierno japonés tiene como uno de sus objetivos más inmediatos la reorganización del sistema de pensiones y la solución del caos que llevó a que se perdieran los datos de 50 millones de cotizaciones. Un informe oficial indica que será imposible averiguar la identidad de los cotizantes en un 40% de los casos. La salud del sistema preocupa especialmente a los japoneses, ya que en el país, casi uno de cada cuatro ciudadanos es pensionista.
La incapacidad del exprimer ministro Shinzo Abe para hacer frente al problema fue la causa de la derrota de su partido en las elecciones al Senado de julio, y acabó costándole el puesto. Poco antes de abandonar, Abe nombró como ministro de Seguridad Social a Yoichi Masuzoe, un comentarista convertido en político crítico con el Gobierno. "Antes de ser ministro, recibí muchas cartas de votantes cuyas vidas se han visto gravemente afectadas porque no están recibiendo aquello por lo que pagaron con un dinero que les costó mucho ganar", dijo Masuzoe.
El sucesor de Abe, Yasuo Fukuda, ha decidido mantener a Masuzoe en el cargo y confiarle gran parte de su futuro político. "Entiendo que los problemas sobre las pensiones han erosionado la autoridad del Gobierno. Me gustaría hacer lo posible para devolverle la dignidad", explicó Fukuda.
En el sistema de pensiones japonés existe un programa básico común al que tienen que contribuir todos los mayores de 20 años, y planes complementarios para grupos de profesionales, como los empleados de las empresas privadas, los funcionarios y los enseñantes. Las cotizaciones actuales pagan las pensiones presentes, por lo que preocupa la viabilidad en el futuro, cuando más de la mitad de los japoneses estén jubilados.
Reforma del 2004
En el 2004 se aprobó una reforma que aumentó las cotizaciones y la parte que se financia con aportaciones del Estado. Además, en esa ocasión se descubrió que muchos personajes públicos, entre ellos el primer ministro, Junichiro Koizumi, y su entonces jefe de Gabinete, el propio Yasuo Fukuda, habían dejado de pagar varias cuotas por descuido.Un caso más embarazoso fue el de la actriz Esumi Makiko, protagonista de la campaña con la que la Seguridad Social quería convencer a los ciudadanos para que contribuyeran, pese a que no había pagado.
En los últimos años no han dejado de aparecer escándalos relacionados con las pensiones. Sin embargo, lo que encendió los ánimos de muchos ciudadanos fue la noticia de que se habían perdido los registros de 50 millones de cotizaciones. A la Seguridad Social le consta que dichos pagos se han hecho, pero no sabe a quién corresponden. El caso salió a la luz a partir de una denuncia de un grupo de ciudadanos que reclamaban porque no se les reconocían cotizaciones realizadas.
En julio, cuando el Gobierno reconoció el desastre, el director general de la Seguridad Social, Kiyoshi Murase, salió con su equipo a la calle a repartir octavillas en que se leía Pedimos sinceramente perdón y se daban los teléfonos para consultas. Además, Murase pidió a los 17.000 funcionarios de la agencia y a directivos jubilados que devolvieran parte de sus salarios para pagar por su ineptitud. Él mismo reembolsó los 2,7 millones de yenes (16.000 euros) que le correspondían como paga de verano.
Según el Gobierno, el problema tiene su origen en la unificación, en 1997, de los sistemas de identificación de los ciudadanos. Sin embargo, nadie ha sabido dar una explicación convincente de cómo pueden desaparecer los registros de 50 millones de cotizaciones.

La DS de Nintendo se vuelve omnipresente en Japón


La DS de Nintendo se vuelve omnipresente en Japón
Jordi Juste. Kioto
Varias escuelas japonesas han comenzado a usar la consola portátil de videojuegos DS de Nintendo en sus clases. La entrada de la DS en las aulas es un paso importantísimo para lograr el objetivo de la empresa de consolidarla como un aparato imprescindible para todas las familias japonesas. De momento ya ha dejado de ser sólo un juguete para niños, gracias a una gran cantidad de programas dirigidos a personas de edades, condiciones e intereses diversos.
El futuro de la enseñanza
“Estamos convencidos de que no hay marcha atrás. A partir de ahora hay que cambiar la mentalidad de los profesores. Es una gran ventaja poder usar para la enseñanza un aparatito que hasta ahora no era más que un juguete y que nuestros alumnos ya usaban en sus casas”, explica Ryuichi Yukita, profesor de inglés de la escuela Notre Dame de Kioto, una de las más prestigiosas de Japón, que va a comenzar a usar la DS en sus clases de cuarto de primaria.
Según Yasuhiro Minagawa, responsable de comunicación de Nintendo, en otra escuela, en la ciudad de Yawata (Kioto), se ha llevado a cabo un experimento durante medio año en que los alumnos usaron cada día cinco minutos la DS con un programa de adquisición de vocabulario de inglés, y el resultado ha sido unas notas un 10% más altas, por lo que han decidido incorporar el aparato a sus instrumentos de enseñanza.
Gran éxito de ventas
La DS de Nintendo ya lleva vendidas 18 millones de unidades en Japón, donde se puso a la venta en diciembre de 2004. La fortuna comercial de la DS y de la consola para televisión Wii han sacado a Nintendo de la difícil situación económica que atravesaba y han convertido a la empresa, basada en Kioto, en la tercera de Japón por su valor en la bolsa, sólo por detrás de Toyota y del banco Mitsubishi Tokyo UFJ.
Más allá del precio (unos 100 euros en Japón), las excelencias técnicas y la conveniencia de su tamaño, la clave del éxito de la DS está en haber incorporado entre sus usuarios a personas muy diversas. El objetivo confesado de la compañía es conseguir que la usen desde niños de 5 años a ancianos de 95, sin diferencia entre sexos. Para avanzar en ese camino ha sido necesario que las empresas de software desarrollaran y comercializaran una gran cantidad de programas.
Entrenar la mente
Una de las aplicaciones más célebres para la DS es el programa Brain Training, diseñado por el doctor Ryuta Kawashima para ejercitar la mente. En Japón más del 20 % de la población supera ya los 65 años de edad, por lo que la preocupación por los efectos del envejecimiento es muy grande. Kawashima y sus libros sobre cómo combatir la demencia ya tenían un gran éxito de ventas, pero la popularidad del programa de la DS ha acabado de convertirlo casi en un mito.
Aunque existen diversas opiniones sobre los efectos reales del uso terapéutico de la DS, en la clínica Uchida de Kioto, especializada en el tratamiento de la demencia, parecen estar convencidos de su bondad. “Hace dos años compramos diez consolas con el programa Brain Training. Juegan enfermos de todas las edades, desde niños hasta viejos. Como no había ninguna garantía médica, no esperábamos ningún efecto, pero hemos visto que muchas familias de pacientes se lo compran cuando les dan el alta, porque ven que les gusta mucho jugar. Creemos que para los enfermos de demencia es muy bueno porque, además de ejercitar la mente, no se juega sólo individualmente y les sirve para comunicarse”, afirma la portavoz Chikako Funamoto.
Cocina, yoga y más
Entre los programas más populares de la DS en Japón están los de cocina, que dictan recetas al ritmo que les indica el cocinero o sugieren el menú del día después de que se les diga de qué ingredientes se dispone. La posibilidad de usar este tipo de software ha empujado a muchas madres a ceder a las peticiones de sus hijos y comprar la consola, que ahora ya no es un juguete que quita tiempo de estudio a los niños sino una herramienta que sirve a todos los miembros de la familia.
Otras aplicacions llamativas son el programa que da consejos de belleza después de añadir datos que afectan a la condición del cutis o el que proporciona, con la ayuda de una cámara, el entrenamiento necesario para conseguir una expresión facial “óptima”. Además, hay programas que sirven para aprender a hacer yoga o pilates siguiendo los movimientos del instructor virtual y anotando los progresos.
A todas estas aplicaciones hay que añadir, por supuesto, los juegos ya clásicos de Nintendo, como Súper Mario o Pokemon, y otros más recientes, como Animal Crossing, en que el jugador crea su mundo virtual. Todos estos programas están logrando captar a los diversos miembros de la familia a la consola y están preparando el terreno para el nuevo salto en la estrategia comercial de Nintendo: pasar de que haya una DS por familia a que cada miembro tenga la suya propia.

domingo, diciembre 02, 2007

El declive de los milloncetes tragaperras

28/11/2007 CRÓNICA DESDE KIOTO // JORDI JUSTE
JORDI Juste En Japón están prohibidas las tragaperras con premios en metálico, pero en cambio abundan las salas de pachinko, un juego nacional resultado de la hibridación de las máquinas de apuestas y las del millón. Se juega con unas bolas de acero que se introducen en la máquina y se disparan accionando un mando con forma de grifo que regula la fuerza del impulso del propulsor. Las pelotitas entran en la pantalla y comienzan a bajar por un laberinto de clavos con algunas puertas que conducen al premio. La recompensa son siempre más bolitas, que se pueden utilizar para seguir jugando o pueden cambiarse en el mostrador por premios como paquetes de tabaco, muñecos, aparatos electrónicos o vales de compra, pero nunca por dinero en metálico. Ahora bien, a la vuelta de la esquina siempre hay una garita donde los regalos que se han ganado en el pachinko se pueden cambiar por dinero.
Para muchos es una metáfora excelente de Japón, el país donde casi nada es exactamente lo que parece y donde una parte relevante de la obra no pasa en el escenario sino entre bastidores. Es solo una interpretación posible. De lo que no hay duda es de que el pachinko es un negocio importantísimo. Según un estudio reciente, los aproximadamente 13 millones de jugadores regulares generan cada año a las 15.000 salas repartidas por todo el país unos ingresos de 27 billones de yenes (unos 170.000 millones de euros). La cifra es enorme, pero no puede ocultar el continuo declive que ha venido sufriendo el sector en las últimas décadas, arrinconado por el envejecimiento de las generaciones que lo hicieron florecer en los años del milagro económico. Se estima que en su máximo esplendor las salas de pachinko atraían a unos 40 millones de jugadores. Las nuevas generaciones de japoneses tienen una mayor oferta de entretenimiento y en general no se sienten atraídas por la estética y el ambiente de los locales de pachinko.
Las salas suelen estar en las inmediaciones de las estaciones de tren o en calles comerciales, pero también las hay en zonas rurales, a veces rodeadas de campos. Invariablemente están en edificios muy llamativos, con neones abundantes de colorido kitsch. En su interior el ruido de las bolas al caer es ya por sí solo ensordecedor, pero lo agrava la voz de los empleados que por la megafonía anuncian la llegada de premios a alguna máquina. Y por si la contaminación acústica no fuera ya suficientemente disuasoria, el aire suele estar cargadísimo del humo del tabaco que muchos jugadores parecen tener asociado al pachinko.La mala imagen que tiene hoy en día este juego entre muchos japoneses se debe también a las informaciones según las cuales una gran parte de las salas de pachinko están controladas por mafiosos, o bien por coreanos y descendientes de coreanos afines a Corea del Norte, país al que se sospecha que han estado remitiendo grandes sumas de capital. Además, nunca faltan los rumores de máquinas trucadas para favorecer a la empresa ni los informes que sitúan estos casinos encubiertos como los responsables de la quiebra de muchas familias.

martes, noviembre 20, 2007

A la caza del arce con el rojo más intenso

20/11/2007 CRÓNICA DESDE KIOTO // JORDI JUSTE
Si en Girona comentan que van a caçar bolets, en Japón dicen que salen de momiji gari (cazar arces rojos). También aquí, la caza es más metafórica que real, pero no se refiere a ir al bosque para cortar los árboles, llevárselos a casa y comérselos a la brasa con ajo y perejil, sino a la costumbre de ir, en otoño, en búsqueda de los sitios donde las hojas han alcanzado un rojo más intenso.
Aunque la palabra momiji se refería originariamente al enrojecimiento de las hojas de todos los árboles de hoja caduca, el hecho de que el arce sea el rey del paisaje otoñal japonés ha hecho que ahora se utilice para referirse, casi exclusivamente, a este y que su nombre real, kaede, se use muy poco. Hay en Japón una gran variedad de arces, pero la especie más representativa es la iroha kaede (acer palmatum, en latín, o arce enano o japonés, en castellano), que normalmente no alcanza más de 10 metros y que se puede hallar tanto en parques públicos como en jardines de casas particulares.
El momiji gari es al otoño lo que los encuentros para ver los cerezos en flor son a la primavera; es decir, la otra gran fiesta japonesa de celebración y contemplación de la naturaleza. En ambos casos se trata de costumbres iniciadas en la antigüedad en la corte de Kioto y que en la época de Edo (1600-1868) se popularizaron hasta convertirse en acontecimientos que definen la identidad nacional de los japoneses. El culto al cambio estacional está tan presente en las artes plásticas y en la literatura y tan interiorizado por los japoneses que muchos creen que este es uno de los pocos países que tiene cuatro estaciones bien definidas.
Si en primavera una parte de la información meteorológica se dedica a presentar los pronósticos de floración de los cerezos según los microclimas de cada parte del país, lo mismo ocurre en otoño para los arces. A las líneas de avances de los frentes de frío y calor se les añaden las que tiñen el país de blanco, avanzando de sur a norte en primavera, y de amarillo y rojo, en otoño en dirección opuesta. Mucha gente programa sus viajes a partir de estas informaciones, contando en gozar del paisaje más típico de la estación, y estos últimos años es fácil escuchar comentarios de preocupación por el retraso que causa en los ciclos de la naturaleza el inusual alargamiento del calor estival.
Kioto es uno de los destinos favoritos para el turismo nacional durante todo el año, pero especialmente en otoño. La visión de los arces enrojecidos contra un cielo azul de otoño en uno de los templos de Kioto es uno de los alicientes de la visita. Otro puede ser disfrutarlos también por la noche gracias a la iluminación que se instala en muchos lugares. En esta época, los autobuses que acuden a lugares famosos por su belleza, como el templo de Kyomizu o el Camino de los Filósofos, en el este, o a Arashiyama y Kinkakuji (el templo del pabellón dorado), en el oeste, están repletos de turistas japoneses. A estos se les añaden cada vez más coreanos, chinos y australianos y también muchos europeos que aprovechan la oportunidad que ofrece la alta cotización del euro para visitar un país que hace pocos años era prohibitivo.


Ruscalleda logra dos estrellas por su restaurante de Tokio

20/11/2007 EL AUGE DE LA COCINA ESPAÑOLA
• La chef ya tiene otras tres distinciones por el establecimiento de Sant Pol de Mar
• La capital nipona se convierte en el epicentro mundial de la gastronomía
JORDI JUSTE.TOKIO
El restaurante Sant Pau de Tokio, clon del establecimiento que regenta Carme Ruscalleda en Sant Pol de Mar, aparece con dos estrellas en la guía Michelin de la capital japonesa, la primera que la multinacional francesa de neumáticos edita en Asia. Las dos estrellas anunciadas ayer se suman a las tres que ya posee el establecimiento de Sant Pol desde 2006.
La presentación del nuevo capítulo de la que para muchos es la "biblia de la gastronomía" certificó lo que muchos aficionados ya sabían: que Tokio es una de las ciudades con más restaurantes de alta calidad. Michelin ha concedido 191 estrellas en la capital japonesa, lo que la convierten en la ciudad con más astros del mundo de la restauración, muy por encima de las 97 de París y las 54 de Nueva York.
"Estamos muy contentos, no nos lo esperábamos. Obtener una estrella ya hubiera sido una muy buena calificación. Ahora nos conocerá más gente. Nos han puesto una nota muy buena y tenemos que corresponder y justificarla", explicaba ayer exultante Carme Ruscalleda, desplazada expresamente a Tokio para asistir a la fiesta de presentación de la guía. Desde el 2004, cuando abrió su restaurante en el corazón financiero de Tokio, asociada con el empresario nipón Yuji Shimoyama, la catalana se desplaza dos veces al año a la capital japonesa para supervisar el trabajo, que coordinan el chef Jerome Quilbeuf y la directora Rie Yasui, formados en Sant Pol.
Las dos estrellas a la primera para el Sant Pau de Tokio se pueden considerar un gran éxito en una guía que aprecia sobre todo la gastronomía japonesa y, en segundo término, la francesa. En la categoría máxima, tres estrellas, hay ocho restaurantes, cinco de cocina japonesa (Hamadaya, Koju, Kanda, Sushi Mizutani y Sukibayashi Jiro) y tres franceses (Joel Robuchon, L'Osier y Quintessence). Entre los que han recibido dos estrellas, además del Sant Pau, hay un restaurante italiano, uno chino, seis franceses y 16 japoneses. Entre los 117 establecimientos que aparecerán con una estrella en la guía también son mayoría los japoneses, seguidos a distancia de franceses, italianos y chinos. Ha conseguido entrar el Ogasawara Hakushakutei, que ofrece una selección de cocina española contemporánea.
"Tokio es una estrella brillante en el firmamento de la gastronomía. Los restaurantes de la ciudad nos han parecido excelentes, usando los mejores ingredientes, talento y una tradición transmitida de generación en generación y refinada por los chefs actuales", explicó el editor Jean-Luc Naret, que insistió en demostrar que la guía no pecaba de preferencia por la cocina francesa, algo de lo que se acusó en su día al volumen dedicado a Nueva York.
Desde el anuncio de la aparición de la guía Michelin de Tokio se había generado cierta polémica sobre la capacidad de los gastrónomos franceses para apreciar las sutilezas de la cocina japonesa. Entre los críticos se encontraba el reputado cocinero de sushi Jiro Ono, que ayer, tras saber que le habían otorgado tres estrellas, no podía ocultar su felicidad a pesar de escudarse en su incredulidad. Su establecimiento, Sukibayashi Jiro, al que se accede desde una estación de metro y no cuenta ni con aseo propio, ha logrado tres estrellas, una prueba de la gran importancia que ha tenido la calidad de la comida a la hora de calificar los restaurantes.

miércoles, noviembre 14, 2007

Prohibido fumar en la gran avenida


CRÓNICA DESDE OSAKA
Desde el uno de octubre está prohibido fumar en la avenida más importante de Osaka, Mido-suji. Una gran cantidad de letreros anuncia en las aceras la restricción con mapas que detallan el área de aplicación y explican en japonés, chino, coreano e inglés que los infractores deberán pagar una multa de 1.000 yenes (unos 6 euros) si son sorprendidos con el cigarrrillo encendido por alguna de las patrullas municipales, formadas por ex-policías, que velan por la observancia de la norma.
Con anterioridad ya se habían aplicado en algunos distritos de Tokio y otras zonas de Osaka prohibiciones de este tipo, pero el caso de Mido-suji es especialmente significativo. La avenida, de cuatro carriles por dirección y anchas aceras, une las dos áreas comerciales más importantes de la ciudad, Namba al sur y Umeda al norte, y aloja la sede de algunas de las tiendas más prestigiosas, grandes bancos, empresas y algunos consulados. Los fines de semana la zona central de Mido-suji es un hervidero de gente paseando, especialmente cuando hace buen tiempo y no se siente tanto la necesidad de andar por Ebisubashi-suji, la calle peatonal que corre paralela a escasos metros. Precisamente, parece paradójico que se prohiba fumar en Mido-suji, una enorme avenida descubierta, y no en Ebisubashi-suji, que es una calle cubierta de tan solo unos diez metros de ancho.
A Yukitaka Inoue, historiador especializado en México y fumador, la prohibición le parece una exageración. “Evidentemente, este tipo de normas las decide gente que no tiene necesidad de fumar en ese lugar. Ahora bien, es cierto que hay fumadores que no tienen educación. Antes, la gente que fumaba andando protegía el cigarrillo con la mano, pero ahora parece que no les importe quemar a otra gente”, afirma el doctor Inoue, que es de uno de los muchos fumadores japoneses que siempre cargan un pequeño cenicero portátil y cuando tiene que encender un cigarrillo se aparta antes unos metros del grupo.
En los últimos años se han venido aplicando en Japón medidas restrictivas sobre el consumo de tabaco, pero todavía son muy tímidas comparadas con las que imperan en Europa o en Estados Unidos. En 2003 se aprobó una ley de salud que indicaba la necesidad de prohibir el consumo de tabaco en algunos edificios, como centros educativos o deportivos, y de asegurar que en otros locales frecuentados por el público se habilitaran las medidas necesarias para evitar que el humo perjudicara a los fumadores pasivos. Sin embargo, la norma no prevé medidas sancionadoras y tiene un margen de interpretación muy amplio.
Para los detractores del tabaco es difícil de aceptar la gran permisividad que sigue existiendo en Japón, no sólo en el consumo sino también en la venta. En teoría, ambos están prohibidos a los menores de 20 años, pero todavía abundan las máquinas expendedoras en lugares públicos y el comercio en las omnipresentes tiendas de conveniencia apenas se supervisa. Algunos ayuntamientos como el de Osaka adoptan medidas de impacto como la prohibición en Mido-suji, pero la política nacional parece dictada todavía por la gran empresa tabaquera japonesa JT, un 50 % de cuyas acciones está en manos del Estado.

miércoles, octubre 24, 2007

El jardín oculto de Kioto

CRÓNICA DESDE KIOTO
Jordi Juste. Kioto
De casi cualquier ciudad del mundo se puede decir que tiene mucha belleza oculta. En el caso de las urbes japonesas suele ser especialmente cierto, ya que no tienen una monumentalidad apreciable desde la calle, si exceptuamos quizás algunos castillos y grandes edificios modernos. Para apreciar el santuario de Meiji en Tokio, el Gran Buda en Nara o el Templo del Pabellón Dorado en Kioto hay que entrar en un recinto y caminar un buen rato. En la antigua capital de Japón hay muchos más ejemplos, como el palacio shogunal de Nijo, el jardín zen de piedras de Ryoanji, el templo budista de Kiyomizu o el santuario sintoísta de Heian. En este último, además, se esconde el Shin’en, un fabuloso jardín de 33 kilómetros cuadrados que pasa desapercibido para la mayoría de turistas. La falta de visibilidad se explica porque en muchas guías ni siquiera aparece y, sobre todo, porque se accede desde una pequeña puerta que se encuentra en uno de los laterales de la enorme esplanada que hay delante del edificio principal del santuario.
En realidad, el Shin’en son cuatro jardines enlazados, cada uno con características diferentes pero todos ellos estructurados alrededor de su estanque. El jardín del oeste, que cuenta con una pequeña cabaña para realizar la ceremonia del té, alcanza su máxima belleza en verano, cuando los iris florecen junto al agua. El del sur fue diseñado pensando en las fiestas literarias de los nobles, en que competían escribiendo y leyendo sus poesías. Es especialmente bello en primavera, con los cerezos en flor, e incluye una curiosa sección en que se pueden apreciar especies botánicas que aparecen en las obras más destacadas de la literatura japonesa del período Heian (794-1185), como el Romance de Genji o el Libro de la Almohada.
En el tercer jardín, el del centro, se puede pasar entre las aguas del estanque saltando entre pedestales que fueron construidos aprovechando piedras de puentes que antiguamente se levantaban sobre el río Kamo. Por último, el del este es el que aprovecha mejor un rasgo común en muchos jardines japoneses, la armonización con el paisaje que lo rodea, en este caso las montañas que cierran la ciudad por el este, dando la sensación al visitante de que se encuentra enmedio de una porción escogida y domesticada de la naturaleza silvestre más que en un espacio diseñado por el hombre.
El Shin’en no es el misterioso jardín que busca el descendiente del príncipe Genji en la novela Al norte la montaña, al sur el lago, al oeste el camino, al este el río, del escritor húngaro László Krasznahorkai, pero comparte con él la ubicación en Kioto y la capacidad de resumir algunas de las características fundamentales de la estética tradicional japonesa, como la sencillez y la naturalidad. Fue concebido como complemento al gran santuario de Heian, construido en 1895 imitando la estructura del palacio imperial para conmemorar el 1.100 aniversario de la fundación de la ciudad y para compensar la depresión que se vivía en Kioto casi tres décadas después de que la Corte Imperial se trasladara a Tokio. Paradójicamente, la visita al santuario se puede dar por hecha en pocos minutos. En cambio, el jardín merece ser disfrutado sin prisas.

viernes, octubre 12, 2007

Pocos accidentes de moto en Japón

Jordi Juste. Kioto
En 2005 murieron en Japón 603 personas por accidente de moto de más de 50 centímetros cúbicos, casi 400 menos que en 1995. La cifra de fatalidades es muy baja para un país de 127 millones de habitantes. Detrás de este dato hay una tasa de accidentes de tráfico baja, un parque de motocicletas pequeño, un sistema de licencias de conducción que funciona y una actitud responsable por parte de los conductores. “El sistema es bueno, está bien pensado, y el número de accidentes no es alto, en comparación con otros países. Lo más importante es la forma de conducir las motos. Recientemente, la edad de los conductores de motos grandes es bastante alta, entre 30 y 50 años, y no corren demasiado”, explica Yuichi Sakagami, de la Nippon Motorcycle Association.
En Japón se puede obtener la licencia de moto de hasta 400 centímetros cúbicos a los 16 años y la de cilindrada superior a los 18. Aunque en teoría es posible obtener el permiso pasando los exámenes teórico y práctico por libre, lo habitual es tomar clases en una autoescuela. De igual modo, no existe ninguna obligación de obtener primero el permiso para motos pequeñas antes de atreverse con las grandes, pero las autoescuelas recomiendan a sus alumnos ir paso a paso. Pocas motos
Honda, Yamaha, Suzuki y Kawasaki son marcas que hacen que muchos europeos imaginen las carreteras japonesas abarrotadas de motocicletas de gran cilindrada. La realidad es que en Japón hay 13 millones de vehículos de dos ruedas con motor, de los que 8 millones son ciclomotores y sólo unos 700.000 motos de más de 400 centímetros cúbicos. Motivos de carácter climático, histórico, económico o sociocultural explican esta relativa escasez. Por una parte, Japón es un país donde llueve mucho. Además, está muy generalizado el uso de la bicicleta, a menudo para conectar con los eficientes transportes públicos. A ello se añade que la imagen de la moto está asociada a los bosozoku, las bandas juveniles de moteros que se dedican a pasear en grupo a marcha lenta armando tanto ruido como pueden.
En los últimos años, sin embargo, ha aumentado el número de motos de gran cilindrada, sobre todo entre personas de entre 30 y 50 años con un poder adquisitivo medio o alto. A ello ha contribuido el relajamiento de las normas de industria y circulación. Por un lado, hasta julio había retsricciones de potencia y era imposible comprar en Japón una moto de 400 cc con más de 53 caballos de potencia y había que importarla. Por otra parte, en 2005 se legalizó llevar a un pasajero por autopista a los conductores de más de 20 años y con tres de experiencia, lo que abrió mucho las posibilidades recreativas en un país donde las carreteras secundarias son a menudo estrechas vías sin guardarraíl que cruzan campos o zonas residenciales sin aceras y festoneadas de aparatosos postes eléctricos.

jueves, octubre 11, 2007

En el deporte, lo importante es organizar

11/10/2007 CRÓNICA DESDE KIOTO // JORDI JUSTE El lunes anterior al 10 de octubre es festivo en Japón porque se celebra el día del deporte (taiku no hi). Desde hace ya algunos años, en este país los festivos intersemanales se trasladan automáticamente al primer día de la semana, para no perjudicar los calendarios laborales y escolares y como forma de permitir que los japoneses disfruten de al menos tres días seguidos de vacaciones, algo que de otro modo muchos solo podrían hacer alrededor del 15 de agosto o por Año Nuevo.
Durante las semanas que rodean al taiku no hi, en una gran parte de los centros educativos de Japón se celebran los undo kai, las fiestas del deporte. Los organizadores no son solo las propias guarderías, parvularios, escuelas primarias y secundarias y universidades, sino también empresas y asociaciones de vecinos. En todos los casos la organización implica a un gran número de personas que se movilizan para que todo funcione a la perfección. Vistos con los ojos de un extranjero, los undo kai, más que fiestas para disfrutar del deporte en sí mismo, parecen ejercicios para poner a prueba la salud de la sociedad como conjunto de seres humanos que colaboran para conseguir un objetivo común.
En las escuelas, los alumnos se suelen dividir en dos o tres equipos que integran a chavales de varios cursos. Estos compiten por llegar los primeros a la meta o por meter más bolas que el contrario en el cesto, pero en todo el momento pesa en el aire un espíritu de censura a la alegría excesiva por la victoria. Los niños se preparan durante semanas bajo el sofocante calor de finales de verano, pero más que para ganar, lo hacen para aprender cuál es su sitio en el equipo. El tópico de que lo importante es participar es elevado a la categoría de sentido común.
En los undo kai de barrio, en cuestión de minutos las carpas de las distintas asociaciones participantes están en pie, las banderolas ondeando, las líneas de cal marcadas con precisión milimétrica, y la megafonía revisada y en perfecto funcionamiento. Durante horas se suceden bajo la supervisión de los voluntarios del equipo organizador, actividades en las que participan cientos de personas, desde niños de preescolar hasta ancianos, todas ellas dedicadas a dar lucimiento al trabajo de equipo. Se tira de la cuerda, se corre por tríos con las piernas atadas a los compañeros o se participa en los relevos de mukade, palabra que significa ciempiés y que en este caso se refiere a dos tablas con estribos sobre las que corren cinco personas obligadas a hacer avanzar sus piernas exactamente al mismo tiempo. Normalmente, la copa para el equipo ganador es la misma cada año y solo se añade una cinta de colores con su nombre. Además, hay premios para casi todos los participantes.
Terminado el acto, casi nadie se escaquea y a menudo sobran brazos para guardar los bártulos, reunir hasta la muestra más ínfima de basura y rastrillar el terreno hasta que parezca que nadie lo haya pisado en meses. Al final del día, la impresión que queda es que la sociedad japonesa ha entonado su musculatura y se ha reafirmado en el convencimiento de que lo que realmente importa es organizar.

miércoles, octubre 10, 2007

Japón no pierde los papeles

7/10/2007 EFECTOS DEL DESARROLLO INDUSTRIAL EN ASIA
• El precio del cartón y del papel usados para reciclaje se dispara y crecen los robos y la competencia entre los recolectores
• La causa es la creciente demanda de China
JORDI JUSTE.KIOTO
La escasez de papel para reciclar, provocada por el aumento de la demanda en China, ha hecho que su precio se dispare en Japón y que se recrudezca la competencia entre los recolectores para llegar los primeros a los puntos de recogida. En distintos lugares del país se han producido robos de papel usado y en Tokio varios distritos han denunciado ya a empresas privadas por recogerlo sin contar con la autorización municipal, una falta por la que se enfrentan a multas de 200.000 yenes (unos 1.300 euros).
En general, la competencia ha hecho aumentar considerablemente la frecuencia de las visitas de los recolectores, tanto de los que cuentan con autorización oficial como de los considerados piratas.
Por su parte, algunos industriales se han quejado de que ahora las autoridades municipales quieran limitar una actividad que vienen llevando a cabo desde hace tiempo. "Se nos podrá mirar como a ladrones por hacer lo que hemos hecho durante tanto tiempo. Pero tenemos que ganarnos la vida", declaró recientemente al diario Asahi Shimbun Masamitsu Matsuzawa, presidente y fundador, hace 40 años, de una pequeña compañía que hoy opera con más de 125 camiones de recogida.
Grandes consumidores
Detrás de la actual lucha por hacerse con la preciada basura están la voracidad papelera de la industria y los consumidores japoneses y el surgimiento económico chino, que ha provocado que una parte importante del papel viaje ahora al país vecino para ser reciclado con unos costes mucho más bajos que los japoneses gracias a la enorme diferencia en salarios y protección del medio ambiente.
Japón es el cuarto consumidor mundial de papel por habitante, por detrás de Estados Unidos, Finlandia y Suecia. Cada japonés consume cerca de 250 kilos de papel al año, 77 más que los españoles y casi 200 por encima de la media mundial por persona, que es de 56. Para explicar esta considerable diferencia en consumo de papel hay que tener en cuenta datos como la circulación de la prensa, que en Japón alcanza los 70 millones de ejemplares diarios, así como hábitos comerciales como envolver los productos con diversas capas de papel y prácticas domésticas como el gran uso de servilletas y pañuelos desechables.
En cuanto a China, los datos disponibles indican un consumo de 42 kilos de papel por persona y año, por lo que se espera que en las próximas décadas la demanda no haga más que crecer y añada presión sobre el mercado japonés de papel usado para reciclar.
Alza de los costes
De momento, la industria se ha visto obligada a aumentar el precio que paga a los recolectores de papel hasta los 13 yenes (unos 8 céntimos de euro) por kilo, el doble que hace cinco años. "Si no aumentamos el precio de compra no podemos garantizarnos suficiente papel usado", declaró Shoichiro Suzuki, presidente de la patronal Japan Paper Asociation.
Paralelamente al aumento de la demanda de papel usado, ha surgido en el seno del Gobierno japonés una pugna entre los partidarios de promover el reciclaje a ultranza y los que defienden la necesidad de combinarlo con el uso de la madera obtenida en la limpieza de bosques. Desde 2001, el 100% del papel que se usa en las copiadoras de oficinas gubernamentales niponas tiene que ser reciclado. Sin embargo, ahora la Agencia Forestal defiende la necesidad de dar una salida a los más de 8 millones de toneladas de madera proveniente de la limpieza de bosques que permanece apilada sin uso y garantizar así la viabilidad de una práctica vital para prevenir incendios, riadas y desprendimientos de tierra.
Por su parte, el Ministerio de Medio Ambiente se opone a relajar una medida que considera emblemática de su política de promoción del reciclaje. "La regla del 100% tiene como objetivo mejorar el medio ambiente con dinero público. Reconsiderarla sería una retirada de todo el sistema. No lo podemos hacer tan fácilmente", aseguró recientemente un representante de Medio Ambiente.

martes, octubre 02, 2007

Bodas japonesas del siglo XXI

2/10/2007 CRÓNICA DESDE TOKIO // JORDI JUSTE Pasear por los grandes santuarios sintoístas reporta a veces la recompensa de presenciar la entrada o la salida de una comitiva nupcial. La visión es siempre impactante, especialmente en Meiji Jingu, el principal recinto sintoísta de Tokio, situado en el corazón de la metrópolis, a poca distancia de Harujuku, la meca de la moda juvenil, y del parque de Yoyogi, donde se dan cita músicos callejeros y estrafalarios aficionados.
La arquitectura sintoísta no es espectacular, ya que busca más la armonía con la naturaleza que el lucimiento de los edificios, al interior de los cuales solo se accede para participar en ceremonias. Por eso, las visitas a los santuarios se parecen más bien a un paseo por un parque. Uno está admirando algún gran árbol sagrado o leyendo las tabletas votivas colgadas por los feligreses cuando de repente se percibe algo especial en el ambiente, las voces se aquietan y las miradas se concentran en el lugar por donde avanza una hilera de personajes con semblante grave que parecen salir del túnel del tiempo. Y siempre hay turistas que se apresuran a aprovechar la ocasión de llevarse un recuerdo fotográfico único.
A la cabeza va un sacerdote con un imponente quimono y tocado con un largo gorro ceremonial, seguido de sus monaguillas, vestidas con falda roja y blusa blanca. En el corazón del cortejo están los contrayentes, la novia con quimono blanco o de colores y el novio con un sobrio hakama, compuesto por una falda pantalón gris y una chaqueta negra. Acompaña a la novia su madre o una amiga para ayudarla a desplazarse con un vestido de seda pesadísimo, que solo permite dar pasitos diminutos. Detrás de los novios puede haber un sacerdote o ayudante sosteniendo una gran sombrilla de papel. Y, finalmente, desfilan los familiares, los hombres con traje negro y camisa y corbata blancas y las mujeres con quimono o vestidas a la occidental, pero con colores poco llamativos. Todos se dirigen al honden, el edificio donde está el altar dedicado a la deidad principal del santuario. Allí, apartados de las miradas curiosas por tabiques de madera que sí dejan escapar las notas de los instrumentos tradicionales, tiene lugar una ceremonia de purificación y luego el rito del compromiso.
Hasta los años 80 estas escenas tenían poco de extraordinario, ya que la mayoría de los japoneses se casaban en algún santuario sintoísta. Sin embargo, la mayoría de las bodas siguen ahora algún rito más o menos cristiano. No importa que menos de un 1% de los japoneses declaren seguir el cristianismo en alguna de sus formas. La mayoría de los novios quieren vivir una boda al estilo de las que aparecen en las películas occidentales, con la novia más en el papel de emperatriz austríaca que de sumisa ama de casa japonesa. Se calcula que las bodas al estilo occidental son aproximadamente un 70%. En muchas ocasiones ni tan siquiera se celebran en iglesias reales o con curas de verdad, sino en las capillas con que cuentan los hoteles o grandes locales de banquetes y presididas por profesores extranjeros de idiomas que los fines de semana se enfundan la sotana y sueltan unos latinajos para sacarse un sobresueldo.

miércoles, septiembre 26, 2007

Fukuda se estrena con un gobierno continuista

Jordi Juste
Yasuo Fukuda es desde ayer el primer ministro de Japón gracias a la amplia mayoría con que cuentan el Partido Liberal Democrático (PLD) y el Nuevo Komeito en la Cámara baja del Parlamento. Como estaba previsto, el Senado, donde el PLD está en minoría desde julio, eligió para el cargo a Ichiro Ozawa, líder de la principal fuerza de la oposición, el Partido Democrático de Japón, sin embargo la Constitución prevé que en caso de discrepancia prevalezca la decisión de los diputados sobre la de los senadores.
“Lo primero es la credibilidad de los políticos, recuperarla es lo más importante”, declaró ayer Fukuda, horas después de nombrar a los miembros de su gobierno. En el nuevo gabinete destaca la permanencia de 15 de los 17 ministros nombrados por su antecesor, Shinzo Abe, y la presencia como pesos pesados de Nobutaka Machimura como secretario y de Masahiko Komura en Asuntos Exteriores.
Fukuda, de 71 años, fue elegido el domingo presidente del PLD para sustituir a Abe, que el día 12 presentó repentinamente su dimisión pocas horas antes de enfrentarse a la oposición en el Parlamento. El nuevo líder nombró el lunes la comisión ejecutiva del partido, plagada por pesos pesados de las distintas facciones que le apoyaron en su pugna con el ex ministro de Exteriores, Taro Aso, para tomar las riendas de la formación que ha gobernado Japón casi ininterrumpidamente desde los años 50.
En busca del consenso
Tras un año de gobierno caracterizado por los escándalos y las meteduras de pata de los ministros y por la insistencia del primer ministro en dejar atrás el pacifismo surgido de la segunda guerra mundial y adoptar políticas más nacionalistas, se espera que el gabinete de Fukuda adopte una posición menos ideológica e intente llegar a acuerdos con la oposición tanto en materias de seguridad y relaciones exteriores como en la reorganización del caótico sistema público de pensiones. “La colaboración con la oposición es uno de nuestros principales retos”, destacó ayer el nuevo líder.
Fukuda no está obligado a convocar elecciones para antes de septiembre de 2009, pero será difícil que resista dos años a los intentos de la oposición de aprovechar el momento de debilidad del PLD para arrebatarle el gobierno. “Independientemente de quién sea su líder, este no deja de ser un gobierno del PLD y el Nuevo Komeito”, declaró ayer Ichiro Ozawa, quien sigue pidiendo elecciones anticipadas para que los japoneses decidan quién quieren que gobierne su país.
Abe se disculpa
Por otra parte, Shinzo Abe se desplazó brevemente ayer por la mañana desde el hospital donde se encuentra ingresado desde el pasado día 12 a la cercana residencia oficial del primer ministro para presidir la última reunión de su gobierno. El lunes Abe ofreció una rueda de prensa en el hospital en que pidió perdón por no haber informado de los motivos de salud que le impulsaron a dimitir. “Escogí no tocar el asunto. Siento mucho que el público no pudiera conocer la verdad por mi decisión de no hablar de mi principal motivo”, declaró un Abe cuyo aspecto físico mostraba claramente que todavía no ha recuperado plenamente su salud.
En el momento de anunciar su dimisión Abe citó como motivo principal la incapacidad de convencer a la oposición para que apoyara la prórroga de la misión de la marina japonesa en el Océano Índico, donde abastece de combustible a barcos estadounidenses que participan en operaciones bélicas en Afganistán.

lunes, septiembre 24, 2007

Los liberales japoneses eligen a un moderado para suceder a Abe

24/9/2007 EL PARTIDO QUE GOBIERNA JAPÓN ESTRENA LIDERAZGO
• El nuevo líder, Yasuo Fukuda, se convertirá mañana en primer ministro
JORDI JUSTEKIOTO
El moderado Yasuo Fukuda fue elegido ayer nuevo presidente del Partido Liberal Democrático (PLD), cargo que le garantiza la elección mañana en el Parlamento como primer ministro de Japón gracias a la amplia mayoría de su formación en la decisiva Cámara baja. El nuevo líder, de 71 años, sustituye a Shinzo Abe, de 53, quien dimitió el pasado día 12 y permanece desde entonces hospitalizado por una dolencia intestinal relacionada con el estrés."Me gustaría que la gente recuperara la confianza en el PLD y que este pudiera aplicar medidas de forma consistente", declaró Fukuda tras conocerse su victoria sobre el exministro de Exteriores Taro Aso por 330 votos a 197.
Fukuda, quien entró en política a los 53 años tras una carrera en la industria petrolera, es hijo de Takeo Fukuda, primer ministro entre 1976 y 1978. En los gobiernos de Yoshiro Mori y Junichiro Koizumi, el nuevo presidente del PLD ocupó el cargo de secretario, que incluye las funciones de portavoz del Gabinete y coordinador de sus distintos departamentos.

El reto político de Fukuda es grande, ya que hereda una situación grave. El PLD perdió la mayoría en el Senado en las elecciones parciales de julio debido a una serie de escándalos de corrupción y a la incapacidad del Gobierno de Abe para solucionar los problemas de la seguridad social. Ahora el principal partido de la oposición, el Partido Democrático de Japón (PDJ), cuenta con mayor capacidad para controlar al Gobierno y retrasar la aprobación de las leyes, aunque el PLD, junto con su aliado Nuevo Komeito, suma en la Cámara baja la mayoría necesaria para hacer inútil la oposición del Senado.

MISIÓN EN EL ÍNDICO

Una de las medidas más urgentes que deberá acometer Fukuda será la aprobación de una nueva ley que permita a la Marina nipona retomar su papel de proveedor de combustible en el Océano Índico a los barcos estadounidenses que se dirigen a Afganistán. Ya se da por hecho que será imposible aprobar a tiempo la prórroga de la ley vigente, que marca el 1 de noviembre como fecha de término de la misión. La imposibilidad de convencer al líder del PDJ, Ichiro Ozawa, de la necesidad de apoyar la prórroga fue la principal causa citada por Abe para justificar su repentina dimisión.

Ayer Fukuda hizo grandes esfuerzos por dejar claro que el éxito de su acción como líder dependerá de la colaboración con la oposición. Por su parte, el PDJ se ha mostrado dispuesto a hablar pero mantiene su oposición a la misión en el Índico y defiende la necesidad de disolver la Cámara baja, cuyo mandato expira en septiembre de 2009, y convocar elecciones.

viernes, septiembre 14, 2007

Tracción humana para pasear turistas

14/9/2007 CRÓNICA DESDE KIOTO // JORDI JUSTE
Dos conductores de rickshaw.
JORDI Juste
Muchos europeos asocian la imagen del rickshaw, el carrito de dos ruedas tirado por una persona para transportar a otras, con el tercer mundo. Posiblemente, a la mayoría, su mención les sugiere imágenes de la India colonial de Kipling o de la Calcuta de nuestros días. Sin embargo, uno de los lugares donde el rickshaw sigue vivo y parece tener más futuro es Japón, segunda economía del mundo y patria de miles de empresas de tecnología punta.
En el Japón de hoy en dia, el rickshaw se usa exclusivamente para transportar turistas en algunas ciudades, entre ellas Tokio (donde se pueden ver en el distrito de Asakusa) y Kioto, que cuenta con medio centenar, distribuidos en áreas turísticas como Kinkakuji (el pabellón del Templo Dorado), el santuario de Heian o Arashiyama, una zona famosa por sus espléndidas vistas en primavera y otoño y por albergar gran cantidad de templos budistas.
En Arashiyama, tira cada día de su carro durante siete horas Katsuya Honda, de 38 años y con 13 de experiencia, de los que habla con orgullo. "Cuando empecé buscaba un trabajo que fuera típico de Kioto y, para chicos, no había mucho donde escoger. Encontré esto, me presenté y tuve que pasar una entrevista. Al principio fue duro, me costó acostumbrarme a tirar del carro y tuve que aprenderme todo lo que hay que saber sobre Kioto para hacer este trabajo", explica Katsuya.
Los conductores de rickshaw tratan a sus pasajeros con una amabilidad extrema, casi exagerada. Su salario puede superar los 300.000 yenes (casi 2.000 euros) y, como es norma general en Japón, no esperan recibir propina. Hay conductores de entre 18 y 48 años, todos ellos profesionales a tiempo completo; la inmensa mayoría son hombres. En un día, en Arashiyama pueden llegar a recorrer cada uno de ellos unos 30 kilómetros. La dureza, claro, depende de las condiciones meteorológicas y del peso de los pasajeros. Katsuya Honda explica que su récord es una pareja que sumaba 220 kilos.
Hubo un tiempo en que los rickshaws se contaban por decenas de millares y hacían las veces de los coches de punto y de los taxis. Las teorías más creíbles sobre su origen lo sitúan en Japón en 1868, ideado por un misionero estadounidense para transportar a su mujer inválida. Lo cierto es que el invento fue registrado por tres japoneses que le dieron el nombre de jinrikisha (literalmente, coche a fuerza humana) y rápidamente se extendió su uso. Los coches de caballos eran demasiado grandes y caros y además no tenían tradición, así que el jinrikisha sustituyó fácilmente al palanquín como medio para transportar personas.
Hoy en día, los rickshaws se mantienen como reliquia histórica y como atracción turística. Los precios básicos en Kioto van desde los 2.000 yenes (unos 13 euros) por una sola persona durante 10 minutos a los 15.000 yenes (95 euros) para una pareja durante una hora y media. Algunos de los conductores hablan un inglés suficiente para hacerse entender por los turistas y, según su jefe, muchos de ellos ahora aprenden chino para hacer frente al creciente número de visitantes que acuden desde el país vecino.

jueves, septiembre 13, 2007

El primer ministro japonés tira la toalla tras un año de escándalos

13/9/2007 AGRAVAMIENTO DE LA CRISIS POLÍTICA DE JAPÓN
• Abe dimite por sorpresa tras reconocer que ya no puede contar con la confianza de los ciudadanos
• Achaca la renuncia al rechazo de la oposición a la misión militar de apoyo a EEUU contra el terrorismo
JORDI JUSTE.TOKIO
El primer ministro japonés, el conservador Shinzo Abe, anunció ayer por sorpresa su dimisión, tras casi un año al frente de un Gobierno plagado de meteduras de pata y escándalos y pocas horas antes de enfrentarse a la oposición en el Parlamento. "Hoy he decidido dimitir como primer ministro. Formé este Gobierno para sacar las reformas adelante, pero en las actuales circunstancias se ha vuelto difícil contar con la confianza y el apoyo de los ciudadanos", afirmó en rueda de prensa, con voz llorosa y el rostro desencajado.
El portavoz del Gobierno, Kaoru Yosano, explicó que Abe tiene problemas de salud, posiblemente relacionados con las dolencias intestinales que arrastra desde hace tiempo. Pero el motivo más inmediato para la renuncia es la dificultad para asegurarse la aprobación en el Parlamento de la prórroga de la misión de la Marina japonesa en el océano Índico, donde abastece de carburante en alta mar a barcos de EEUU.
Tanto Tokio como Washington presentan esta tarea como una contribución a la lucha contra el terrorismo en Afganistán. Pero la oposición japonesa se muestra contraria a la prórroga argumentando que la participación en operaciones militares en el extranjero viola la Constitución y que, además, los barcos japoneses abastecen también a buques de EEUU con destino a Irak.
DESCALABRO
El Partido Liberal Democrático (PLD) de Abe cuenta con una holgada mayoría en la Cámara baja del Parlamento pero está en minoría en el Senado desde el descalabro electoral que sufrió en julio. En el sistema parlamentario japonés, al igual que en el español, la Cámara baja prevalece sobre la alta en caso de discrepancia. Pero el uso de esta prerrogativa para aprobar una medida rechazada por una gran mayoría de la población no habría hecho más que reducir el ya escaso apoyo con que contaba el primer ministro.
Abe comenzó su mandato con el viento a favor dejado por su predecesor, Junichiro Koizumi, pero fue perdiendo popularidad por su insistencia en proyectos alejados del sentir popular --como la reforma de la Constitución o la introducción del patriotismo en las escuelas-- al tiempo que descuidaba problemas que preocupan a los ciudadanos, como el futuro de las pensiones.
SORPRESA
Abe dijo que una de las razones por las que dimitía era la negativa del líder de la oposición, Ichiro Ozawa, del Partido Democrático de Japón (PDJ), a reunirse con él para tratar sobre la prolongación de la misión en el Índico. Ozawa replicó que su postura respecto a la prórroga no iba a cambiar y se mostró sorprendido por la dimisión de Abe. "En 40 años en este mundo no he visto nada parecido", declaró.
La maquinaria del PLD ya se ha puesto en marcha para elegir, el próximo día 19, al nuevo presidente del partido. Este cargo ha llevado aparejada la jefatura del Gobierno japonés desde los años 50, con dos excepciones en los años 90. El nombre que más se baraja es el del exministro de Exteriores y actual secretario general del PLD, Taro Aso, conocido por su ideología nacionalista y su afición a los cómics japoneses.

CONCILIADOR
El 26 de septiembre de 2006, Abe se convirtió, con 52 años, en primer ministro de Japón, el primero nacido tras la segunda guerra mundial. Su programa de Gobierno contemplaba la superación del régimen pacifista surgido en la posguerra y una postura más firme en las relaciones internacionales. Sin embargo, sus primeros viajes fueron a Seúl y Pekín para restaurar las relaciones dañadas por su antecesor, Junichiro Koizumi, con sus visitas al santuario donde se rinde homenaje a los militares nipones, incluidos 14 criminales de guerra. Abe pertenece a una dinastía de políticos. Su abuelo, Nobosuke Kishi, fue jefe de Gobierno y su padre, Shintaro Abe, ministro de Exteriores.

LAS METEDURAS DE PATA
En enero del 2007, el ministro de Salud, Hakuo Yanagisawa, provocó una gran polémica en el país al calificar a las mujeres de "máquinas para fabricar hijos". Abe defendió a su ministro y se convirtió en blanco de las críticas. En marzo, el primer ministro desató una crisis diplomática al afirmar que no existe "ningún testimonio fiable" que demuestre que las fuerzas armadas recurrieron a la "coerción" para reclutar a esclavas sexuales de sus soldados en la segunda guerra mundial. En julio, dimitió el ministro de Defensa, Fumio Kyuma, después de haber justificado los bombardeos atómicos sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.
LA CORRUPCIÓN
Los casos de corrupción en el entorno de Abe se inician en diciembre del 2006, tres meses después de llegar al poder, con la dimisión del secretario de Estado para las Reformas Administrativas, acusado de fraude. A principios del 2007 se destapa un enorme agujero en la gestión del sistema público de pensiones.
EL SUICIDIO
En mayo, el ministro de Agricultura, Toshikatsu Matsuoka, se suicidó después de haber sido acusado de corrupción por el cobro de comisiones a algunas empresas constructoras. Su sucesor, Norihiko Akagi, dimitió solo una semana después de haber sido nombrado bajo la acusación de haber falsificado las cuentas de la campaña electoral.

martes, septiembre 11, 2007

Los refugiados del cibercafé

5.400 japoneses “viven” habitualmente en estos locales
Cada día más de 60.000 personas los usan para pasar la noche
Entrada a un cíber junto a la Catedral católica de Kioto, en la calle Kawaramachi. JJuste
Kioto. Jordi Juste
Un estudio del gobierno japonés ha revelado que 5.400 personas, un 82 % de ellos hombres, pasan cada semana más de la mitad de las noches en alguno de los miles de cibercafés que hay por todo el país. Son los llamados net-cafe nanmin (refugiados del cibercafé), una parte de una amplia capa de la población formada por personas que o no consiguen un trabajo estable o éste no les alcanza para acceder a una vivienda digna. Muchos de ellos son licenciados universitarios que perdieron la oportunidad de encontrar un buen empleo durante la recesión económica de los años noventa. A menudo su problema es que no pueden ahorrar el dinero suficiente para pagar el depósito inicial necesario para firmar un contrato de alquiler.
Uno de los cubículos individuales del cíber MediaCefé Popeye. JJuste
Menos que mileuristas
La mitad de los “refugiados del cibercafé” son trabajadores con contratos a tiempo parcial o jornaleros, 1.300 están parados y sólo 300 tienen empleo estable a tiempo completo. Su nivel de ingresos oscila entre los 107.000 yenes (650 euros) de Tokio y los 83.000 yenes (525 euros) de Osaka. Por edades, el principal grupo lo forman los que están en la veintena, que son más del 25%, pero sorprende que un 23% tiene entre 50 y 60 años.
“No hemos hecho más que empezar a comprender la dinámica del fenómeno. Este estudio nos ayudará a afrontar los muchos problemas laborales y de asistencia involucrados”, declaró Jun Teraoka, del Ministerio de Trabajo, al presentar el estudio y anunciar la creación de programas de inserción laboral de los afectados.
Los llamados net-cafe (cibercafés) son locales que combinan salas abiertas con ordenadores y cubículos de entre uno y dos metros cuadrados de superficie, para una o dos personas, equipados con un asiento reclinable, un ordenador y un televisor. Además, muchos incluyen en el precio del servicio la posibilidad de tomar café sin límite y ducharse. Se paga por tiempo y según si se va a usar un ordenador de la sala común o se opta por un espacio individual o doble y con una silla reclinable u otra de las que también hacen masaje. Usando las opciones más económicas se puede pasar la noche por unos 10 euros.
Clientela heterogénea
Los usuarios diurnos de los net-cafe son personas de diversas edades y condiciones sociales. Cerca de la medianoche, sin embargo, se pueblan sobre todo de hombres jóvenes. La mayoría simplemente han perdido el último tren de regreso desde el centro de la ciudad a su domicilio en las afueras, pero un gran número han hecho del cibercafé su lugar de residencia habitual, a falta de una alternativa mejor. Según el estudio del gobierno, la media de personas que pernocta en los más de 3.000 cibercafés analizados cada noche supera los 60.000.
Término peyorativo
El término net-cafe nanmin, creado en enero por un documental de televisión ya ha sido empezado a combatir desde el mundo de las oenegés y por los propios cibercafés por considerarlo peyorativo. “Para nosotros todos los clientes son igual de importantes y no creemos que sean refugiados”, declaran desde la asociación JCCA (Japan Complex Café Association), que agrupa a empresas del sector.
Dormir por poco dinero
Los sitios diminutos para pasar la noche por un precio módico no son una novedad en Japón. En los años del crecimiento económico acelerado, las grandes ciudades contaban con áreas donde abundaban las pensiones especializadas en alquilar espacios poco mayores que un nicho a los jornaleros de la construcción. Hoy siguen existiendo estos negocios en zonas marginadas, aunque muchos han cerrado o se han reciclado como alternativa para turistas de presupuesto reducido. Además, en los alrededores de las estaciones de tren existen los Capsule Hotel, donde por el equivalente a 25 euros se tiene derecho a dormir en una litera con televisor y a usar las duchas y la sauna comunes.

martes, septiembre 04, 2007

Paseo refrescante por “la cocina de Kioto”




CRÓNICA DESDE KIOTO
Jordi Juste. Kioto
Este verano habrá sido uno de los más calurosos de los últimos años en Japón, con registros de temperaturas de más de 40 grados y muchos días seguidos en que el termómetro no ha bajado de 35. Pero en Kioto el calor sofocante, producto de la combinación de altas temperaturas y abundante humedad, no es novedad, es una característica del verano. Además, la ciudad está en el interior de la región de Kansai y rodeada de montañas, por lo que no cuenta ni siquiera con el alivio de la brisa marina. Hay noches en que dormir sin aire acondicionado se convierte en un acto heróico.
Para evitar la sensación de vivir dentro de una sauna, durante el día se puede escapar de la capital hacia alguna de las escasas piscinas al aire libre de las afueras, atestadas durante las vacaciones escolares de agosto, u optar por alguno de los peligrosos ríos de la provincia, donde cada año pierden la vida unos cuantos desprevenidos bañistas. Si se prefiere permanecer en la ciudad, sin recurrir a las temperaturas a veces glaciales de los grandes almacenes, una buena opción són las diversas calles peatonales cubiertas, donde el techo y el aire que sale de las tiendas contribuyen a refrescar unos cuantos grados el ambiente.
Entre estas calles privilegiadas hay una de la que se dice que es “la cocina de Kioto” (Kyo no daidokoro), aunque en realidad su nombre es Nishiki Ichiba (Mercado de Nishiki). Se trata de un lugar de venta de productos frescos, pero no es un recinto cerrado, sino una calle de poco más de cinco metros de ancho que, a lo largo de aproximadamente medio kilómetro, reúne tiendas de comestibles u objetos relacionados con la cocina japonesa. Como ocurre con alguno de nuestros mercados municipales, Nishiki Ichiba se ha convertido en una de las atracciones turísticas de Kioto, una condición que algunos de sus comerciantes parecen soportar con más resignación que alegría cada vez que ven aparecer una cámara fotográfica.
Los establecimientos más abundantes en Nishiki son las pescaderías y las verdulerías, pero también hay tiendas especializadas en tsukemono (encurtidos de verduras), puestos donde se vende toda clase de tés japoneses, casas de galletas, proveedores de arroz y hasta una cuchillería tradicional donde, además de comprar y afilar valiosos cuchillos, también se pueden encontrar troqueles de gran calidad para cortar verduras con forma de flor de cerezo o de hoja de arce.
Nishiki tiene una historia de cuatro siglos. Empezó como sede de los pescaderos que proveían a la corte imperial. Con el tiempo, se les fueron añadiendo verduleros y otros mercaderes de comestibles. Hoy en día superan el centenar y sirven tanto a particulares como a restaurantes. Uno de los atractivos de la calle es que se pueden encontrar las variedades locales de muchas verduras, apreciadas especialmente en la lujosa cocina kaiseki. Uno de los secretos de Nishiki es el agua fresca y limpia que circula por el subsuelo del centro de Kioto y que se usa desde sus orígenes en la preservación de los productos frescos y contribuye a hacer más llevadero el verano a su habitantes.

miércoles, agosto 29, 2007

La llamada del vendedor de nieve




CRÓNICA DESDE KIOTO
Jordi Juste. Kioto
Desde que empiezan a subir las temperaturas en primavera hasta la llegada del otoño, en muchos pueblos y barrios de Japón se oye de vez en cuando una voz que, por sus notas alargadas y su repetición, puede recordar, a oídos de un ignorante, la llamada del almuédano a los musulmanes. En realidad se trata de algo menos trascendente pero casi tan antiguo como la llamada a la pregaria desde la mezquita. La voz dice warabiii mochiii, kakigooooriii y proviene de los altavoces de pequeñas furgonetas que recorren a menos de diez kilómetros por hora el laberinto de callejuelas que es gran parte de Japón pregonando la bondad de las bolas de pasta de arroz (warabi mochi) y las birutas de hielo con jarabe (kakigori) para soportar los rigores del caluroso y húmedo verano.
Las bolas de arroz son el complemento alimenticio ideal, la excusa que necesitan muchos padres para bajar a la calle con sus hijos, parar al vendedor y hacerle un pedido refrescante. El kakigori comparte la materia prima básica con nuestros granizados, pero no es exactamente lo mismo. El hielo no está troceado, sino más bien raspado, de forma que su aspecto es parecido a la nieve. Por su frágil consistencia, no se puede tener preparado de antemano, así que la operación de convertir en birutas las masas de agua helada hay que llevarla a cabo justo antes de servir. Los vendedores ambulantes llevan grandes bloques de hielo en cajas aislantes y usan para cortarlos unos molinillos manuales. Una vez tienen la montañita de nieve le añaden el jarabe que le da sabor y color. La operación es sencilla, la materia prima es barata y el resultado suele costar unos trescientos yenes (casi dos euros).
Hay kakigori con sabor de todas las frutas e incluso de leche condensada. A parte de las furgonetas ambulantes, también se vende mucho en los puestos que se instalan en las calles durante las fiestas de verano, y en un gran número de restaurantes como postre. Además se venden modelos de molinillos domesticos, muchas veces decorados con dibujos de los personajes más populares de los dibujos animados infantiles, ya que el kakigori es una comida eminentemente para niños. “Este año todavía no había comido, pero siempre como cuando voy con mis padres al matsuri”, dice Isaki, alumno de tercero de primaria en una escuela de Kioto, en referencia a las celebraciones de verano que equivalen a nuestras fiestas patronales.
El vendedor confirma que julio y agosto son los meses fuertes del kakigori. En los meses de invierno, muchos heladeros ambulantes canvian la nieve coloreada por las patatas asadas. Entonces la voz canta ishiyaaakimooo, acompañada de un pitido de vapor que sugiere el poder del calor de los tubérculos para vencer el frío. La furgoneta del vendedor de frío y calor está pintada de blanco y no lleva en ninguna parte escrito su nombre. Las ventas no parecen ser como para hacerse rico, pero los márgenes son suficientemente amplios como para querer intentar zafarse de los recaudadores de impuestos.

1.000 semanas revelando misterios


Teletodo. La televisión en el mundo. 11 de agosto de 2007

Uno de los hitos de esta temporada televisiva en Japón ha sido la marca de las 1.000 emisiones alcanzada por el concurso Sekai fushigi hakken (Descubrimiento de misterios del mundo). El programa se emite todos los sábados en TBS de 9 a 10 de la noche y ha mantenido en sus 21 años de existencia una media de audiencia del 14%, superando a veces el 20%.
Se trata de un concurso patrocinado en exclusiva por la empresa de electrónica Hitachi y orientado a toda la familia. El año pasado quedó en cuarto lugar en una encuesta en que se preguntaba a los padres qué programas de televisión querían mostrarles a sus hijos. Lo presenta el veterano Kusano Hitoshi (63 años), que de lunes a viernes conduce cada día el magazine The Wide, acompañado de la joven Maya Kobayashi (28 años).
Cada semana, una actriz joven hace de cazadora de misterios (mistery hunter) en un país del mundo e introduce a través del vídeo aspectos de su cultura entre los que se intercalan tres preguntas a las que los seis concursantes presentes en el estudio deben responder. Entre estos hay tres famosos que varían cada semana y tres fijos desde los inicios: la presentadora y escritora Tetsuko Kuroyanagi (74 años), conocida por su colaboración con Unicef, el cómico y ex jugador de béisbol Eiji Bando (67 años) y el actor Makoto Nonomura (44 años). Los dos primeros compiten por dar las respuestas más cabales y en no pocas ocasiones consiguen descubrir los tres misterios, mientras que Nonomura juega el papel de tonto con respuestas que a menudo rozan la extravagancia, y hasta el año 2005 no había conseguido el pleno ni una sola vez.
El país que más veces ha sido visitado por las cazadoras de misterios es Estados Unidos, con 109, seguido de China con 89 y Francia con 70. Entre los 10 primeros no está España, pero sí Perú, que cierra la lista con 21 apariciones. A veces los programas coinciden con efemérides históricas o con campañas de promoción en Japón de grandes exposiciones artísitcas o de películas, como la reciente Marie Antoinette, que sirvió para visitar Versalles, o Harry Potter, que llevó a los espectadores a la estación londinense de King’s Cross.

Guerra de hamburguesas en el país del sushi




Burger King regresa a un mercado dominado por McDonalds
MOS Burger, una cadena local, compite ofreciendo mayor calidad
Jordi Juste
La cadena estadounidense de hamburgueserías Burger King acaba de abrir sus primeros restaurantes en Tokio, seis años después de que se viera obligada a abandonar Japón tras perder una guerra de precios con el gran gigante del sector, la también estadounidense McDonald’s, que tiene en Japón 3.500 establecimientos, el número más alto del mundo fuera de Estados Unidos. No hay estación de tren o centro comercial mediano o grande que no tenga uno o varios McDonald’s en su interior o en los alrededores.
Gran demanda de comida rápida
Una gran cantidad de japoneses come a diario fuera de casa, especialmente el almuerzo, para el que en muchos trabajos se cuenta con menos de una hora de descanso. Por eso el país cuenta con una oferta variada y grande de establecimientos de comida rápida, como los restaurantes de sushi económico, los de arroz con curry, los de carne guisada sobre un bol de arroz blanco o los especializados en los distintos tipos de fideos chinos y japoneses. A pesar de las amplias posibilidades de comer rápido y relativamente bien, muchos japoneses han sucumbido en las últimas décadas a los bistecs americanos de carne picada de baja calidad.
“McDonalds es rápido y barato, por eso es fácil ir después de las clases”, explica Naomi Takenaka, una estudiante de segundo curso de Derecho que confiesa ser una fan de la cadena estadounidense. “A los japoneses de hoy en día nos gusta más el sabor fuerte de la comida occidental que el suave de la japonesa. Queremos comer pan, carne, verduras, tomar zumos... McDonald’s satisface todos esos deseos. Con sólo una moneda te llenas la barriga. La comida japonesa es cara y la cantidad escasa”, añade Takenaka, que reconoce un ligero exceso de peso debido a sus hábitos alimentarios.
Toque japonés
El menú ofrecido por McDonald’s en Japón es básicamente el mismo que en otras partes del mundo, pero aquí se han creado productos originales, destinados a darle un toque local, como el Terayaki Burger. Además, el nombre de la compañía aparece en muchos rótulos escrito en silabario japonés, que transcribe la forma local de pronunciarlo, Makudonarudo, acortada a Makudo en su versión de la región de Kansai. Las estrategias comerciales de McDonald’s Japan pasan siempre por ofrecer precios muy bajos pero intentando no poner la calidad del producto por debajo de lo tolerable para el exigente público japonés, lo que muchas veces se traduce en aumentos de ventas que llevan a la compañía a los números rojos, como cuando introdujo un menú básico de 100 yenes (60 céntimos de euro).
El gran competidor de McDonald’s en Japón es la cadena local MOS Burger, que cuenta con 1.400 restaurantes y tiene una ganada reputación de ofrecer productos y servicio de mayor calidad, aunque a un precio superior. Por ejemplo, la carne usada en sus hamburguesas proviene de Tasmania (Australia), una denominación de origen bien vista por los japoneses, lo que le permite atraer a un público de más poder adquisitivo y normalmente de mayor edad. Además, sus hamburguesas suelen ser más originales, como la de pollo con curry, y también ofrece otros productos de creación propia, como el nam (pan indio) con tacos. “Yo prefiero MOS Burger a McDonald’s. Pagas un poco más, pero el sabor es mucho mejor y además la comida te sienta bien”, afima Naoka Mori, profesora de español en una Universidad de Kioto.
Un menú estándar en MOS puede rondar cerca de los 700 yenes (unos 4 euros), mientras en McDonald’s el equivalente sale por sólo 500 (3 euros). En cuanto a Burger King, parece que ha aprendido la lección del pasado y esta vez no va a competir con su cadena compatriota en el segmento bajo del mercado, ya que sus precios parecen más bien alineados con los de MOS Burger.