jueves, septiembre 13, 2007

El primer ministro japonés tira la toalla tras un año de escándalos

13/9/2007 AGRAVAMIENTO DE LA CRISIS POLÍTICA DE JAPÓN
• Abe dimite por sorpresa tras reconocer que ya no puede contar con la confianza de los ciudadanos
• Achaca la renuncia al rechazo de la oposición a la misión militar de apoyo a EEUU contra el terrorismo
JORDI JUSTE.TOKIO
El primer ministro japonés, el conservador Shinzo Abe, anunció ayer por sorpresa su dimisión, tras casi un año al frente de un Gobierno plagado de meteduras de pata y escándalos y pocas horas antes de enfrentarse a la oposición en el Parlamento. "Hoy he decidido dimitir como primer ministro. Formé este Gobierno para sacar las reformas adelante, pero en las actuales circunstancias se ha vuelto difícil contar con la confianza y el apoyo de los ciudadanos", afirmó en rueda de prensa, con voz llorosa y el rostro desencajado.
El portavoz del Gobierno, Kaoru Yosano, explicó que Abe tiene problemas de salud, posiblemente relacionados con las dolencias intestinales que arrastra desde hace tiempo. Pero el motivo más inmediato para la renuncia es la dificultad para asegurarse la aprobación en el Parlamento de la prórroga de la misión de la Marina japonesa en el océano Índico, donde abastece de carburante en alta mar a barcos de EEUU.
Tanto Tokio como Washington presentan esta tarea como una contribución a la lucha contra el terrorismo en Afganistán. Pero la oposición japonesa se muestra contraria a la prórroga argumentando que la participación en operaciones militares en el extranjero viola la Constitución y que, además, los barcos japoneses abastecen también a buques de EEUU con destino a Irak.
DESCALABRO
El Partido Liberal Democrático (PLD) de Abe cuenta con una holgada mayoría en la Cámara baja del Parlamento pero está en minoría en el Senado desde el descalabro electoral que sufrió en julio. En el sistema parlamentario japonés, al igual que en el español, la Cámara baja prevalece sobre la alta en caso de discrepancia. Pero el uso de esta prerrogativa para aprobar una medida rechazada por una gran mayoría de la población no habría hecho más que reducir el ya escaso apoyo con que contaba el primer ministro.
Abe comenzó su mandato con el viento a favor dejado por su predecesor, Junichiro Koizumi, pero fue perdiendo popularidad por su insistencia en proyectos alejados del sentir popular --como la reforma de la Constitución o la introducción del patriotismo en las escuelas-- al tiempo que descuidaba problemas que preocupan a los ciudadanos, como el futuro de las pensiones.
SORPRESA
Abe dijo que una de las razones por las que dimitía era la negativa del líder de la oposición, Ichiro Ozawa, del Partido Democrático de Japón (PDJ), a reunirse con él para tratar sobre la prolongación de la misión en el Índico. Ozawa replicó que su postura respecto a la prórroga no iba a cambiar y se mostró sorprendido por la dimisión de Abe. "En 40 años en este mundo no he visto nada parecido", declaró.
La maquinaria del PLD ya se ha puesto en marcha para elegir, el próximo día 19, al nuevo presidente del partido. Este cargo ha llevado aparejada la jefatura del Gobierno japonés desde los años 50, con dos excepciones en los años 90. El nombre que más se baraja es el del exministro de Exteriores y actual secretario general del PLD, Taro Aso, conocido por su ideología nacionalista y su afición a los cómics japoneses.

CONCILIADOR
El 26 de septiembre de 2006, Abe se convirtió, con 52 años, en primer ministro de Japón, el primero nacido tras la segunda guerra mundial. Su programa de Gobierno contemplaba la superación del régimen pacifista surgido en la posguerra y una postura más firme en las relaciones internacionales. Sin embargo, sus primeros viajes fueron a Seúl y Pekín para restaurar las relaciones dañadas por su antecesor, Junichiro Koizumi, con sus visitas al santuario donde se rinde homenaje a los militares nipones, incluidos 14 criminales de guerra. Abe pertenece a una dinastía de políticos. Su abuelo, Nobosuke Kishi, fue jefe de Gobierno y su padre, Shintaro Abe, ministro de Exteriores.

LAS METEDURAS DE PATA
En enero del 2007, el ministro de Salud, Hakuo Yanagisawa, provocó una gran polémica en el país al calificar a las mujeres de "máquinas para fabricar hijos". Abe defendió a su ministro y se convirtió en blanco de las críticas. En marzo, el primer ministro desató una crisis diplomática al afirmar que no existe "ningún testimonio fiable" que demuestre que las fuerzas armadas recurrieron a la "coerción" para reclutar a esclavas sexuales de sus soldados en la segunda guerra mundial. En julio, dimitió el ministro de Defensa, Fumio Kyuma, después de haber justificado los bombardeos atómicos sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.
LA CORRUPCIÓN
Los casos de corrupción en el entorno de Abe se inician en diciembre del 2006, tres meses después de llegar al poder, con la dimisión del secretario de Estado para las Reformas Administrativas, acusado de fraude. A principios del 2007 se destapa un enorme agujero en la gestión del sistema público de pensiones.
EL SUICIDIO
En mayo, el ministro de Agricultura, Toshikatsu Matsuoka, se suicidó después de haber sido acusado de corrupción por el cobro de comisiones a algunas empresas constructoras. Su sucesor, Norihiko Akagi, dimitió solo una semana después de haber sido nombrado bajo la acusación de haber falsificado las cuentas de la campaña electoral.

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