jueves, octubre 26, 2006

Jidai Matsuri: 1200 años de historia en procesión


Crónica des de Kioto.
Jordi Juste
Una de las imágenes más curiosas de la fiesta es la del alcalde y el gobernador de la provincia actuales montados en un carruaje de principios de siglo XX, vistiendo coloridos kimonos y llevando tocados de cortesano medieval, algo así como si el presidente de la Generalitat y el alcalde de Barcelona fueran un día al año del Saló del Tinell a la basílica de la Mercè disfrazados de miembros del Consell de Cent.


El 22 de octubre es Jidai Matsuri (el festival de las épocas) una de las tres grandes fiestas de Kioto, junto con Aoi Matsuri, en mayo, y Gion Matsuri, en julio. Este día se celebra la fundación de Heian Kyo (la actual Kioto) hace más de 1.200 años, concretamente el 22 de octubre del año 794, día en que el emperador Kammu escogió el lugar conocido como Yamashiro para establecer su corte. La efeméride se conmemora desde 1895, es decir casi treinta años después de perder la capitalidad a favor de la antigua Edo, rebautizada como Tokio.


El acto central de la celebración es una procesión entre el palacio imperial y el gran santuario sintoísta de Heian, que se abre con los dos omikoshi (santuarios portátiles) del primer y el último emperadores que tuvieron su corte en Kioto. Tras ellos desfilan unas dos mil personas ataviadas con trajes de las distintas épocas que marcan la historia de Kioto como capital. Esta vez Jidai Matsuri ha caído en domingo, por lo que el caos circulatorio ha sido menor que otros años. De todos modos, las más de 300.000 personas apostadas en los dos kilómetros de recorrido han colapsado durante unas seis horas buena parte de la ciudad.


Kioto es una ciudad moderna que tiene una población de aproximadamente un millón y medio de habitantes y forma parte de la gran área metropolitana de Kansai, centrada en Osaka y con más de diez millones de personas. Sin embargo, el alma de la ciudad es su historia y por eso sus ciudadanos e instituciones se vuelcan en celebrarla constantemente, y con especial ahinco en sus tres grandes festivales.


Los habitantes de Kioto saben que la capital política, económica y cultural está en Tokio y Osaka tiene una potencia industrial y comercial con la que Kioto no puede competir. Pero ellos tiene el orgullo de la historia, de saber que muchos de los momentos claves del pasado se produjeron aquí, y de que su ciudad acumula más monumentos arquitectónicos que ningún otro lugar del país. Es algo que reconocen también los cientos de miles de japoneses que acuden a visitarla en masa cada año en otoño y en primavera.


Ahora Kioto es conocida en muchos lugares del mundo gracias al protocolo para frenar la emisión de gases de efecto invernadero, que se firmó aquí en 1997, otra efeméride que tal vez en el futuro se añadirá a la lista de conmemoraciones del pasado de la ciudad. De momento, este año, la temperatura máxima el día de Jidai Matsuri ha sido de más de 20 grados, un dato que invita a la preocupación sobre el cambio climático.


Los japoneses miran atentamente estos días la información meteorológica, que dedica siempre en otoño una parte importante al avance del koyo zensen, el frente que se desplaza de norte a sur pintando el país de amarillo, ocre y rojo. En el sector turísitico de Kioto se comenta que el calor ha retrasado en varias semanas la llegada del frente y puede provocar cancelaciones de reservas hoteleras.

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