lunes, febrero 26, 2007

Arquitectos bajo sospecha


26/2/2007 OBSESIÓN POR LA SEGURIDAD EN JAPÓN
• El Gobierno japonés obliga a cerrar dos hoteles de Kioto porque fueron construidos con informes antisísmicos falsos
• El país registra cada año más de 1.000 temblores
JORDI JUSTE.KIOTO
El pasado 5 de febrero, la cadena hotelera Apa Hotel Group suspendió la actividad en nueve de sus establecimientos por la preocupación existente sobre la seguridad de los edificios. El cierre se produjo 10 días después de que dos de los hoteles de la cadena, en la ciudad de Kioto, fueran obligados a evacuar a sus huéspedes después de que se descubriera que habían sido construidos usando informes de resistencia antisísmica falsificados. Los proyectos de construcción eran de Mitsuo Mizuochi, uno de los 2.500 arquitectos reconocidos en Japón como expertos en el cálculo de estructuras, lo que añadió preocupación en un país obsesionado con los terremotos.

Más condenas

Los problemas de Apa Hotel se conocieron solo un mes después de la condena a cinco años de prisión del exarquitecto Hidetsugu Aneha por falsificación de datos antisísmicos en los proyectos de cuatro bloques de pisos y dos hoteles. El fraude afectó a cientos de propietarios, que vieron como sus apartamentos eran declarados inhabitables. Tanto Aneha como los responsables de la inmobiliaria, la constructora y la empresa autorizada para revisar la construcción, declararon ante una comisión parlamentaria en sesiones televisadas, seguidas como la gran noticia del país durante semanas.

Tras la condena se repitieron las críticas a la Administración. "Fue la política desreguladora del Gobierno, permitiendo a agencias privadas certificar los diseños de edificios desde 1999, lo que indujo al diseñador a abusar de su especial destreza", acusó el diario Japan Times en un editorial.

Según el Ministerio de Infraestructuras, los dos hoteles de Kioto tienen una resistencia antisísmica que no llega al 80% de la exigida. En junio, el ministerio descubrió alteraciones en diversos proyectos de Mizuochi en otras provincias, y ordenó la investigación de 42 construcciones en las que había participado. Entre estas estaban los dos hoteles Apa, que presentaban inconsistencias y alteraciones en la documentación. En concreto, el resultado de la resistencia, obtenido por ordenador, había sido corregido con un procesador de textos. Mizouchi reconoció ser el autor de los cambios, pero dijo que los introdujo después de recalcular a mano las estructuras. "Los ordenadores no son correctos al 100%. Pueden haber virus y otros problemas con el software", se justificó el arquitecto.

Japón se encuentra en la confluencia de tres placas tectónicas, lo que provoca que se registren más de 1.000 temblores al año y que no sean raros los terremotos de más de cuatro grados en la escala de Richter. A lo largo de su historia, el país ha sufrido grandes seísmos, como el de Kanto, que mató a 140.000 personas en 1923, o el de Hanshin, que causó más de 6.000 muertos en 1995.

Cómo afrontar seísmos

Los terremotos están presentes en la vida de los japoneses en forma de constantes recordatorios sobre la necesidad de estar preparados para afrontarlos. En todo el país hay mapas con zonas designadas para la evacuación, frecuentemente se realizan ensayos y, cuando hay un temblor apreciable, inmediatamente aparecen alertas en sobreimpresión en todos los canales de televisión. Por eso, cualquier duda sobre la resistencia de los edificios a los temblores crea la alerta.

A pesar de la obsesión por la seguridad, un estudio reciente del diario Asahi afirma que solo un 20% de los edificios construidos con normas anteriores a la reforma que se hizo en 1981 han sido revisados. Según los funcionarios encargados de las inspecciones, a veces se enfrentan a propietarios temerosos de que el valor de sus bienes se desplome si se hallan deficiencias.

En el terremoto de 1995, gran parte de los edificios que cedieron al seísmo habían sido construidos según las normas antiguas. En el 2005, los bloques levantados según esas normas todavía eran casi una cuarta parte del total del país. Y, más preocupante todavía, en diciembre del 2006, una investigación reveló que uno de cada 14 edificios de 10 o más pisos revisados no cumplía los parámetros mínimos de seguridad.

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