domingo, abril 22, 2007

Tokyo Midtown: La apoteosis de la sencillez







22/4/2007 CRÓNICA DESDE TOKIO // JORDI JUSTE
Desde el 30 de marzo, una pregunta corre de boca en boca en la mayor metrópolis del mundo: "¿Ya has estado en el Midtown?" Con este nombre de resonancias neoyorquinas se conoce el gran complejo urbanístico de uso mixto --residencial, comercial, recreativo y de oficinas-- recién abierto en el centro de Tokio, a menos de un kilómetro de Roppongi Hills, el otro gran símbolo de este Japón que se resiste a ceder la supremacía económica y cultural de Asia.



El Tokyo Midtown ocupa 10 hectáreas y ha costado casi 400.000 millones de yenes (2.500 millones de euros). Se espera que reciba unos 30 millones de visitantes al año y que estos generen unas ventas de 30.000 millones de yenes (casi 200 millones de euros) en el área comercial. La torre principal se ha convertido, con sus 248 metros, en el edificio más alto de la ciudad, superando por 10 metros a la Mori Tower, de Roppongi Hills, que a pesar de ello sigue siendo la principal atalaya de la megaurbe, por estar asentada sobre un cerro. Además, el Midtown no cuenta con un observatorio abierto al público como el de la Mori Tower. En su lugar, los últimos pisos de la torre principal los ocupa el hotel Ritz Carlton.



Pese a la grandiosidad de las cifras, el aspecto exterior no es todo lo espectacular que se podría esperar. El diseño no parece tener esa voluntad de convertirse en un icono del skyline de la ciudad que caracteriza a la mayoría de los grandes edificios que se inauguran por todo el mundo, entre los que sí se cuenta la imponente Mori Tower. A cambio de la falta de monumentalidad, el Tokyo Midtown ofrece sutileza ya desde su fachada, concebida como un enorme remedo moderno de las tradicionales ventanas japonesas de madera y papel, que filtran la luz y la dejan entrar a matizar los interiores.



El verdadero festín visual lo ofrece precisamente el interior. Los múltiples espacios públicos del área comercial han sido concebidos con un detallismo tal que los ojos no dan abasto para asimilar las muestras de la sencillez elevada a la categoría de virtud de un diseño en el que dominan las líneas rectas, como en la arquitectura japonesa tradicional. Además, a poco de entrar en el recinto ya resulta obvio que la luz y la calidad de las superficies han sido dos de las preocupaciones esenciales de los creadores del Midtown, la firma estadounidense SOM y varios arquitectos japoneses, entre ellos, Tadao Ando y Kengo Kuma.



Como era de esperar en un proyecto de estas características, sus más de cien tiendas y restaurantes se dirigen a un público con dinero y buen gusto para gastarlo, pero al mediodía se puede comer por un precio razonable con vistas al parque que rodea el complejo. Además, la mayoría de los locales parecen más bien museos, con lo que paseando por ellos uno casi se olvida de que estén para vender productos. Una buena muestra es la impactante Pleats Please, que sirve de escaparate a las creaciones más coloridas del modista japonés Issey Miyake. Pero si lo que se busca es un museo de verdad, el Tokyo Midtown también alberga el Suntory Museum of Art, epítome de la espectacular sencillez del complejo.

1 comentario:

  1. Es cierto, la verdad es que el interior del edificio es espectacular y de muy buen gusto. Ademas es bastante amplio con esas avenidas, cascadas y escaleras, y la organizacion es bastante buena.

    Yo trabajo en Mori Tower y aunque el edificio por fuera es increible por dentro es un poco laberintico y da aspecto de pequenho aunque no lo sea.

    Lo malo de midnight town es que lo han enfocado como dices un poco "para publico selecto". Un poco demasiado quiza. Todos los restaurantes son caros o aunque no lo sean lo parecen, y todas las tiendas son de cosas sofisticadas. R. Hills tiene restautantes mas normales e incluso un zara! Y otro problema ahora mismo es que como es la novedad no hay quien entre casi. Todos los restaurantes con letreros de completo... por ahora esta imposible.

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