14 de octubre de 2004. El Periódico de Catalunya
Suicidio colectivo de internautas
Kioto. Jordi Juste
El suicidio ayer en Saitama, al norte de Tokio, de siete jóvenes que se habían conocido por Internet es el incidente más grave de los que siguen este patrón de personas que se encuentran en la red y se quitan la vida juntas. Un fenómeno que el año pasado se saldó en Japón con 34 muertes en 12 casos. Además, ayer mismo se produjo en Kanagawa, al sur de Tokio, otro suicidio similar de dos mujeres jóvenes que la policia investiga si tiene relación con el primero.
Mensaje al móvil
La policía encontró el monovolumen con los cuerpos de cuatro chicos y tres chicas en una zona de montaña después de una intensa búsqueda suscitada tras el aviso del amigo de uno de los de los suicidas, que recibió en su teléfono móvil un mensaje en que aquél le anunciaba sus intenciones.
El coche, alquilado, tenía las ventanas cerradas y selladas con plástico, y en su interior se hallaron cuatro quemadores de carbón para barbacoa, por lo que parece evidente que los siete murieron por inalación de monóxido de carbono. También en el caso de las dos suicidas de Kanagawa se encontraron las ventanas selladas y quemadores con carbón en el interior de un vehículo de alquiler.
Sitios para suicidas en Internet
La inmolación múltiple de Saitama ha reabierto en Japón la polémica sobre las abundantes páginas de Internet dedicadas al intercambio de impresiones e incluso de técnicas entre suicidas. Sus detractores se refieren al efecto de impulso hacia la muerte que producen entre los visitantes, mientras algunos de sus defensores afirman que poder compartir el deseo de abandonar la vida puede llegar a convertirse en una tabla de salvación para aquellos que sienten que están solos en su deseo de dejarlo todo.
Lo cierto es que algunas de estas páginas llegan al extremo de ofrecer listas de precios de los materiales necesarios para poner en práctica las distintas técnicas para matarse. Por otra parte, el fenómeno del suicidio en Japón es mucho más antiguo y extenso que Internet. En los últimos años las cifras han revasado repetidamente los 30.000 (34.000 en 2003), algo que la policía atribuye en parte al aumento en el segmento de los hombres de mediana edad afectados por la crisis económica, aunque la causa más común (más de 15.000 casos) siguen siendo los graves problemas de salud.
En cuanto al suicidio juvenil, algunos comentaristas señalan como motivo la pérdida del sentido de gravedad del óbito causada por la escasa presencia de la muerte en la familia japonesa actual, combinada con la ominpresencia de la realidad virtual, que podría haber convertido la muerte en algo intrascendente. Y todo ello en una cultura que cuenta con una larga lista, antigua y moderna, de suicidios embellecidos por la historia y la literatura.