miércoles, febrero 27, 2008

El misionero de la cocina española

27/2/2008 CRÓNICA DESDE TOKIO // JORDI JUSTE
El chef Nishimura y el director Ohgari en el Ogasawara. Foto JJuste
JORDI Juste
En noviembre, la primera edición de la guía gastronómica Michelín otorgó tres estrellas a la cocina española en la capital de Japón. Las dos primeras fueron para el Sant Pau, el restaurante de Carme Ruscalleda en Tokio, clónico de su establecimiento de Sant Pol de Mar. La tercera fue para el Ogasawara Hakushaku Tei (Casa del Conde de Ogasawara), un restaurante de cocina española contemporánea situado en una mansión de 1927 en el centro de la ciudad. Desde hace un año su cocina está a cargo del japonés Junichi Nishimura, que ha trabajado en restaurantes españoles, entre ellos el Coure y Comerç 24, de Barcelona.
Sin embargo, la estrella del Ogasawara no se entiende sin hablar de Josep Barahona, un cocinero de Lleida afincado desde hace 16 años en Japón, donde se ha ganado el prestigio de los aficionados a la gastronomía con locales como El Pati de Barahona y L' Estudi o con su labor al frente del restaurante del pabellón de España en la Exposición Universal de Aichi. Barahona, que ha evolucionado desde planteamientos más tradicionales a la cocina contemporánea de autor, levantó el Ogasawara y lo dejó para enfrentarse a nuevos retos profesionales.
La salida del cocinero catalán hace dos años provocó una crisis que parece haber sido superada con Nishimura. El menú sigue teniendo toques españoles, combinados con bastante libertad. "No hago cocina española. El fondo, la base es la cocina española, lo que aprendí en España, pero yo veo lo que tengo enfrente, la materia prima, y hago lo que puedo, mezclo técnicas italianas, francesas, chinas... Hago lo que están haciendo los cocineros en España. Antes que ser cocinero español yo soy japonés y tengo mi cultura. Soy de Kioto y uso verduras de mi tierra", explica Nishimura.
Esta declaración puede generar dudas acerca de la españolidad del restaurante, pero su cocinero afirma sentirse como un "misionero de la cocina española en Japón", vocación que le confiere una gran responsabilidad. "Siempre intento que no se me olvide la base de la cocina española, que tiene una cultura detrás. La originalidad es importante, pero la base cultural es fundamental", añade el chef.
Nishimura tiene que competir por la excelencia con el edificio. La casa del conde de Ogasawara, descendiente de uno de los señores feudales de la isla de Kyushu, es un palacio de estilo español, con jardín, patio interior, terraza y una espectacular sala de fumar con decoración mozárabe. La guerra, los terremotos y la costumbre de construir con madera han dejado a Tokio con muy pocas construcciones antiguas, por lo que la visita al Ogasawara ya merece la pena por su interés arquitectónico. La dirección ha sabido explotar esta característica y ofrece a los clientes, en su mayoría mujeres, un recorrido guiado por la mansión. Además, la empresa organiza cada año la Spanish Night, una gran fiesta con tapas, tuna y flamenco. Según el director, Wataru Ohgari, que presume de ser campeón del concurso de cortadores de jamón ibérico de Japón, "a los japoneses es más fácil presentarles la imagen de España relacionada con el sur".
Fachada de la casa del conde de Ogasawara. Foto JJuste

lunes, febrero 25, 2008

Un tren ultrarrápido unirá Tokio y Osaka en poco más de una hora

25/2/2008 NUEVA ERA FERROVIARIALOS PIONEROS
• Los 550 kilómetros que las separan se cubren ahora en dos horas y 25 minutos
Un Shinkansen a su paso por Shinagawa, la segunda estación de alta velocidad de Tokio. JJuste
JORDI JUSTE.TOKIO
Mientras el AVE acaba de unir Madrid y Barcelona, en Japón la línea del Shinkansen, el tren de alta velocidad que une Tokio y Osaka, va a cumplir ya 44 años y se empiezan a concretar los planes para construir una nueva línea ultrarrápida, que reduciría a poco más de una hora el trayecto de 550 kilómetros que separa las dos grandes metrópolis del país, que ahora se puede hacer en dos horas y 25 minutos.
Por otra parte, si en la capital catalana se cuestiona todavía la necesidad de contar con dos estaciones, en Tokio se cumplen más de cuatro años de la inauguración de la segunda estación del Shinkansen, Shinagawa. A partir de marzo, todos los trenes de alta velocidad de la línea Osaka-Tokio pararán en Shinagawa y en Yokohama.
COMO UN METRO
En estos momentos se calcula que unos 40.000 pasajeros suben o bajan del tren en la segunda parada de la capital. "Prefiero bajar en Shinagawa porque las conexiones con otras líneas son más sencillas que en la estación de Tokio", explica Mariko Morise, ejecutiva de una empresa de Osaka.
La línea que une Osaka y Tokio se conoce como Tokaido Sanyo Shinkansen. En sus 44 años de existencia, ha ido creciendo en importancia hasta convertirse en una especie de metro que une las dos ciudades con unos 300 trenes al día, que transportan a unos 400.000 pasajeros.
Entre sus principales virtudes están la fiabilidad y la seguridad. Los retrasos son escasos y hasta ahora solo ha descarrilado una vez a causa de un fuerte terremoto, pero no hubo ningún herido.
Tomar el tren de alta velocidad es algo que ha dejado de tener glamur para convertirse en una rutina para millones de japoneses. Los trenes se detienen muy brevemente en la mayoría de las estaciones, donde los pasajeros esperan para abordar en hileras dispuestas exactamente en los puntos donde van a estar las puertas. Los convoyes más largos cuentan con 16 vagones y pueden transportar hasta 1.300 pasajeros.
SIN CAFETERÍA
El billete básico da derecho a sentarse en alguno de los vagones de asientos sin reserva o a viajar de pie si estos están llenos. Los coches no tienen cafetería, pero continuamente circulan empleados con unos carritos de venta que sirven desde café o cerveza hasta bocadillos y obento, la típica comida japonesa servida en una caja.
El Shinkansen transporta cada año entre las dos principales ciudades de Japón a unos 150 millones de pasajeros, cinco veces más que los que optan por tomar el avión. "Con el tren puedo ir del centro de una ciudad al centro de la otra y además sin reserva", explica Akitoshi Yokota, empleado de una empresa de maquinaria industrial en Osaka.
LEVITACIÓN MAGNÉTICA
La compañía JR Tokai, que opera la línea, anunció recientemente su intención de seguir adelante con los planes para construir otro trazado entre Osaka y Tokio utilizando la tecnología maglev, que usa imanes que hacen que el tren levite sobre la vía y alcance velocidades superiores a las de los trenes convencionales.
Con los nuevos convoyes, el trayecto entre Tokio y Osaka podría hacerse en aproximadamente una hora, menos de la mitad del tiempo necesario actualmente. El principal problema que afronta el proyecto es su elevado coste, por la dificultad de hacer pasar una nueva línea de tren por unas zonas muy densamente urbanizadas. El presupuesto del proyecto se calcula en 10 billones de yenes (65.000 millones de euros).

Interior de un Shinkansen. JJuste

viernes, febrero 22, 2008

Furor en Okinawa por violaciones de militares estadounidenses

Jordi Juste
Okinawa vive días de gran tensión, provocados por varios casos de abusos sexuales y desórdenes protagonizados por militares estadounidenses. El caso que ha soliviantado esta vez especialmente a los japoneses se conoció la semana pasada con el arresto del sargento Tyron Hadnott, de 38 años, acusado de violar a una niña de 14 años. El militar ha negado los cargos, aunque ha admitido que forzó a la niña para besarla.
Ayer se supo que otro militar estadounidense se encuentra bajo custodia, acusado de violar este mes a una mujer filipina de 21 años en la ciudad de Okinawa. Además, durante el fin de semana, dos soldados más fueron detenidos en la isla, uno por conducir ebrio y el otro por allanamiento de morada. Todos estos casos han recordado la rabia que se apoderó de los isleños en 1995, cuando se produjo la violación de una niña de 12 años a manos de un soldado americano.
La província más pobre
La provincia de Okinawa, en el archipiélago de las Ryukyu, en el extremo sur de Japón, sirve de base a la mayor parte de los más de 30.000 militares estadounidenses estacionados en Japón. Es la provincia más pobre del país y sus dos principales fuentes de ingresos son las bases y el turismo, sobre todo nacional. Desde el final de la segunda guerra mundial hasta 1972, estuvo bajo soberanía americana. A las moltestias habituales causadas por la presencia de instalaciones militares, como ruidos y accidentes, se añade en estos momentos la inseguridad provocada por los excesos de la milicia.
La ira de los okinawenses y las protestas del gobierno japonés han obligado a las autoridades estadounidenses a decretar un toque de queda parcial indefinido. Por el momento, y se supone que hasta que se calmen los ánimos, los militares americanos y sus familias sólo pueden salir de las bases para ir a trabajar, a la escuela, a la iglesia o al hospital. Además, hoy viernes ha sido declarado “día de reflexión” en las bases para reafirmar los valores militares básicos. “Las fuerzas estadounidenses en Japón consideran seriamente todos los incidentes que afectan la conducta incorrecta de sus miembros. Como miembros responsables de la comunidad japonesa, seguiremos haciendo todo lo posible para prevenir incidentes”, declararon las autoridades americanas.
Agradecimiento
Por su parte, el gobierno japonés ha agradecido la reacción americana, al tiempo que trataba de dar una imagen de firmeza para aplacar el descontento de los okinawenses, que tienen que soportar buena parte del precio de la defensa del país. “Aunque damos la bienvenida, hasta cierto punto, se necesitan más medidas concretas para evitar la repetición de incidentes similares. La prohibición tiene sentido como primer paso”, declaró el portavoz del gobierno nipón, Nobutaka Machimura, tras anunciarse el toque de queda.
La presencia estadounidense
Desde el fin de la segunda guerra mundial, Estados Unidos mantiene una importante presencia militar en Japón. El país estuvo bajo ocupación americana hasta 1951, cuando recuperó la soberanía tras firmar un acuerdo de cooperación por el que Estados Unidos se compormetió a proteger a Japón de cualquier agresión extranjera y a cambio obtuvo el derecho de mantener instalaciones militares en el país.
Las bases en Japón jugaron un papel importantísimo en la participación americana en la guerra de Corea (1950-1953). Desde entonces, uno de sus principales cometidos ha sido servir de disuasión a las aspiraciones chinas de recuperar Taiwán, si es necesario por la fuerza. El hecho de que Japón sea un país muy densamente poblado ha provocado que las bases estén cerca de áreas urbanas y por ello han causado numerosos conflictos con la población civil.


miércoles, febrero 20, 2008

El Tribunal Supremo absuelve a Mappelthorpe de obscenidad

Pósters en la entrada de un cine de Osaka
JORDI JUSTE
El Tribunal Supremo de Japón falló ayer que una colección de fotografías de Robert Mappelthorpe (1946-1989) que contenía imágenes de genitales masculinos no es obscena. La decisión anula otra del Tribunal Superior de Tokio, que en 2003 dio la razón al gobierno contra el editor Tadashi Asai, que intentó introducir la muestra en Japón en 1999 y vio como las autoridades aduaneras la confiscaban por considerar que vulneraba el Código Penal, que prohibe la importación de material considerado obsceno. El mismo Tribunal Supremo, que ahora admite las obras de Mappelthorpe, falló en 1999, en un caso a parte, que algunos desnudos masculinos del fotógrafo neoyorquino contenidos en un libro eran obscenos.
Asai lllevo el caso de la colección a los tribunales y obtuvo en 2002 la nulidad de la confiscación y una indemnación, pero en 2003 el Tribunal Superior de Tokio falló a favor del gobierno por considerar que las fotos eran obscenas según la moralidad imperante en el país. Ahora el Tribunal Supremo da definitivamente la razón a Asai y admite la legalidad de la colección de Mappelthorpe por considerar que esta constituye un conjunto que permite a los compradores una comprensión global del trabajo del artista y que sólo una pequeña parte muestra genitales masculinos.
“Hasta ahora las autoridades han sido incapaces de considerar las cualidades artísticas y podían prohibir películas aunque sólo fuera por unas tomas de 30 segundos en una cinta de dos horas. En este caso la calidad artística en conjunto ha sido reconocida”, escribió ayer Asai en su página de internet. El editor, que también es importador de películas expresó, sin embargo, su temor a que a partir de ahora se pueda negar la entrada de obras en Japón por su falta de calidad artística.
La exhibición de genitales masculinos o femeninos está prohibida en el país, por lo que las películas o revistas pornográficas se publican siempre en Japón con esas partes distorsionadas en forma de mosaico o rascadas mecánicamente a mano, ejemplar a ejemplar. Lo paradójico es que se pueden encontrar legalmente, en videoclubs y librerías, obras que contienen escenas de violaciones o zoofilia, eso sí, con los genitales camuflados.

El país de los griposos enmascarados

19/2/2008 CRÓNICA DESDE KIOTO // JORDI JUSTE
Una pareja de japoneses con máscara en Osaka.
JORDI Juste
No es raro ver reportajes sobre contaminación en cadenas de televisión occidentales en los que se muestra a japoneses con la boca y la nariz tapadas por mascarillas quirúrgicas de color blanco o azul claro. Estas imágenes pretenden ilustrar la gravedad del problema de la polución y cómo los orientales intentan hacerle frente con soluciones individuales. Sin embargo, los japoneses no llevan las máscaras para protegerse de partículas de aire sucio, sino para evitar esparcir en lugares públicos virus como el de la gripe o para prevenir la entrada en las vías respiratorias de partículas de polen, a las que una parte creciente de la población es alérgica.
Al principio de estar en Japón, sobre todo en invierno o en primavera, una de las cosas que más choca a los extranjeros es la cantidad de gente que lleva las mascarillas en cualquier lugar público, como si se hubiera declarado una peligrosa epidemia. Las hay de diversos colores y con estampados que incluyen a varios personajes de dibujos animados, aunque las más abundantes son las lisas de color blanco. También hay variedad en cuanto a las formas y los tamaños, que van desde las que tapan justo las vías de entrada del aire hasta las que cierran toda la parte central de la cara a modo de bozal hermético. Además, algunas incluyen impregnaciones que desprenden un olor mentolado y que se supone que sirven para dilatar los bronquios y para mantener humedecidas las vías respiratorias.
Muchos japoneses desconocen que el uso generalizado de las mascarillas para evitar la propagación de la gripe está restringido a Japón y algún otro país de la zona, y se sorprenden de que en otros continentes los enfermos no eviten por este sistema que sus gérmenes asalten a otras personas a través de la tos o la simple respiración. Su incredulidad se debe en parte a que aquí una persona tiene que estar muy enferma para quedarse en casa, y si tiene unas décimas de fiebre generalmente acude a la escuela o al trabajo, a menudo en medios de transporte abarrotados. Además, en la cultura japonesa tradicional domina una obsesión por no causar molestias a los demás y la mascarilla sirve para avisar a los que están alrededor del peligro de contagio que conlleva acercarse al enmascarado.
A parte de tener ese carácter altruista de protección y aviso al prójimo, las máscaras evitan que el aire frío y seco entre directamente en la boca y en la nariz y ofrecen una sensación de protección a personas vulnerables por su físico frágil o a aquellos que no pueden permitirse ser víctimas de la gripe. En este grupo se encuentran los centenares de miles de estudiantes que en estos días preparan sus exámenes de ingreso en escuelas y universidades. Aprovechando su temor a sucumbir a los virus, este año un conocido fabricante ha repartido gratuitamente mascarillas a casi 5.000 alumnos de sexto de primaria de Tokio y Osaka que estudian en centros especiales de repaso para las pruebas de acceso a escuelas secundarias de prestigio. Con esta campaña la empresa reconoce tener la esperanza de estar asegurándose una clientela regular para el futuro.

Enamorados del chocolate

14/2/2008 CRÓNICA DESDE OSAKA // JORDI JUSTE
Tienda de chocolates en Osaka. JJuste
JORDI Juste
El 14 de febrero es el día de San Valentín, la fecha en que la costumbre exportada por Estados Unidos a medio mundo hace que los enamorados se demuestren sus sentimientos por escrito y en forma de regalos. En Japón también se celebra, pero tiene algunas peculiaridades: el regalo casi exclusivo es el chocolate, solo lo regalan las mujeres a los hombres y en muchas ocasiones es más una expresión de obligación social que de amor genuino.
Japón ha añadido a sus numerosas celebraciones tradicionales, algunas de ellas ancestrales, una gran cantidad de fiestas occidentales que se han adaptado muy fácilmente a las necesidades modernas de su industria, ávida por impulsar cualquier incentivo al consumo. Navidad y los días del padre y de la madre son algunos de los ejemplos más claros, junto con San Valentín, o varantain, que es como se pronuncia aquí.
Desde finales de enero, el chocolate es el gran protagonista en todos los centros comerciales del país. Las chocolaterías preparan productos especiales y contratan personal extra para hacer frente al incremento de la clientela en sus locales de venta habituales. Además, los grandes almacenes dedican plantas enteras a ferias del chocolate, con puestos dedicados a los principales fabricantes europeos y japoneses. Su esfuerzo se ve recompensado, ya que las ventas para el día de San Valentín representan el 15% de la facturación anual.
La costumbre de regalar chocolate la intentó introducir en 1936 la chocolatería Morozoff, de Kobe, pero su éxito definitivo se fraguó en 1958. Entonces, Kunio Hara, hijo de un chocolatero de Tokio intentó vender el producto como regalo ideal para los enamorados, pero la iniciativa fue un fracaso. Sin embargo, al año siguiente, tuvo la idea de vender chocolates en forma de corazón y parece ser que triunfó entre numerosas mujeres deseosas de expresar su amor. Las japonesas están poco acostumbradas a expresar sus sentimientos en forma directa, así que el corazón de chocolate resultó una forma ideal de comunicación.
Año tras año la costumbre se fue generalizando y fue derivando hasta convertirse en la obligación de las mujeres japonesas de regalar chocolate a los hombres de su alrededor, especialmente a aquellos que estaban en una situación social superior, es decir a casi todos hasta finales del siglo XX. Es lo que se conoce como guirichoco, o chocolate por compromiso. Paradójicamente, el chocolate, sea o no guirichoco, viene acompañado casi siempre de símbolos amorosos, como cupidos o corazones. A principios de los años 80 empezó a generalizarse también la celebración, el 14 de marzo, del White Day, en que se supone que los hombres deben recompensar con un regalo de valor superior a las mujeres que les han dado chocolate por San Valentín.
Las japonesas adquieren independencia y seguridad y con el crecimiento de estas cualidades va disminuyendo el guirichoco y aumentando el uso del chocolate como expresión de amor, o como mínimo de un afecto genuino, hacia enamorados, compañeros de trabajo, amigos o familiares cercanos.

JAPÓN: El copiloto del conductor ebrio también irá a prisión

14/2/2008 LA SEGURIDAD VIARIALAS MEDIDAS APLICADA EN OTROS PAISES
Pancarta de la campaña contra la conducción bajo los efectos del alcohol en Kioto. JJuste
JORDI JUSTE.KIOTO
El endurecimiento por parte de España de las penas y sanciones relacionadas con las infracciones de tráfico sigue la misma línea aplicada por numerosos países para combatir las muertes en la carretera. Las severas leyes de Francia y Japón se apoyan además en numerosas medidas (desde la instalación de sistemas que impiden arrancar el coche si el conductor está ebrio hasta la colocación de más radares) que llegan acompañadas de una creciente presión social contra los automovilistas que circulan bebidos.
Durante los tres últimos meses del 2007, el número de accidentes causados por conductores ebrios se redujo un 28% en Japón respecto al mismo periodo del año anterior. Asimismo, la policía detectó alcohol en un 37% menos de conductores que en el 2006. Las autoridades atribuyen la drástica reducción a la aprobación en septiembre de una ley que endurece los castigos para la conducción bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, en la primera mitad de 2007 el número de accidentes relacionados con el alcohol ya se había reducido el 40% por la presión social causada por varios casos que tuvieron una gran repercusión mediática.
Con la nueva norma, un conductor que supere el límite legal de 0,15 miligramos de alcohol por litro de sangre puede ser condenado a penas de hasta tres años de cárcel y castigado a pagar multas de hasta 500.000 yenes (3.200 euros), mientras que quien es sorprendido conduciendo con síntomas de intoxicación etílica se enfrenta a cinco años de cárcel y multas de hasta un millón de yenes. Además, la ley prevé penas similares para los cómplices, categoría que incluye a quienes viajen en un vehículo cuyo conductor esté ebrio.
CONCIENCIACIÓN
Japón lleva años aplicando programas de concienciación sobre los peligros del alcohol en la carretera, pero ninguno de ellos ha tenido tanto efecto como la muerte de los tres hermanos Ogami. Hiroaki, Tomoaki y Saaya, de 4, 3 y 1 año, respectivamente, viajaban con sus padres por una carretera cercana al mar en la provincia de Fukuoka cuando su vehículo fue alcanzado por detrás por el coche que conducía Futoshi Imabayashi, de 23 años, quien había bebido grandes cantidades de aguardiente.
El coche de los Ogami cayó al mar y, mientras los padres trataban sin éxito de rescatar a sus hijos, Imabayashi huyó. Horas después se entregó en una comisaría, al parecer, después de haber bebido mucha agua para diluir el alcohol. Un tribunal de Fukuoka lo ha sentenciado a siete años y medio de cárcel, pero la sentencia ha sido considerado demasiado blanda y ya ha sido recurrida.
REPERCUSIÓN
La desgracia de los Ogami causó gran furor en Japón y dio pie a una cruzada mediática para exponer públicamente a los conductores borrachos. Algunas administraciones y empresas han anunciado el despido de varios empleados que habían sido sorprendidos conduciendo bajo los efectos del alcohol, e incluso un diputado provincial de Tokio ha tenido que dimitir por este motivo.

domingo, febrero 10, 2008

Japón descubre los malos tratos a ancianos

Los hijos son los principales agresores y las madres las víctimas más comunes A menudo ni víctimas ni agresores son conscientes de serlo
Osaka. Jordi Juste
Casi 13.000 casos de abusos domésticos a ancianos fueron denunciados en Japón a lo largo del año pasado, según datos oficiales. El número, que incluye 32 asesinatos, puede parecer normal si se tiene en cuenta que Japón tiene una población de 127 millones de habitantes, de los que uno de cada diez tiene más de 75 años. Sin embargo, los expertos creen que las denuncias registradas son sólo la superficie de un problema mucho más profundo que no ha hecho más que comenzar a aflorar. “No es que aumenten los casos de abusos a ancianos, es que hasta ahora se consideraban una cuestión familiar y no se denunciaban. Por supuesto, la situación es alarmante”, explica Shigeko Yamamura, del Centro Japonés para la Prevención del Abuso a Ancianos.
Un estudio del Ministerio de Salud refleja que un 39% de los casos confirmados de abusos fueron perpetrados por hijos varones, mientras que los autores fueron las hijas en un 15% de ocasiones y los esposos de los ancianos también en un 15%. En cuanto a las víctimas, casi una de cada tres fue una mujer que vivía con su hijo soltero, lo que apunta a la incapacidad de muchos hombres, que han vivido hasta su madurez recibiendo los cuidados de sus madres, de cambiar de rol y pasar a soportar la carga de ocuparse de elllas.
Cambio sociocultural
El papel del hombre como cuidador de sus padres ancianos es algo nuevo en la sociedad japonesa. Hasta hace pocas décadas, prácticamente todos los japoneses se casaban, a menudo después de pasar por el omiai, proceso por el que las familias se encargaban de buscar parejas adecuadas a sus hijos. En esa sociedad, el hijo primogénito era el encargado de cuidar de sus padres en la vejez, una carga que en la realidad solía recaer normalmente en su mujer. Hoy en día, con un número creciente de solteros y divorciados, y con el acceso de las mujeres japonesas al mercado laboral, el peso cae a menudo sobre espaldas que no están preparadas para llevarlo. La profesión de cuidador doméstico de ancianos está en plena expansión en Japón, pero no todas las familias pueden y quieren recurrir a ssus servicios.
Huir de su propio hijo
En octubre de 2007, una mujer de 74 años murió en la provincia de Saitama, en los alrededores de Tokio, poco después de ser hospitalizada tras ser encontrada con síntomas de pneumonía y fracturas en varias costillas en el jardín de su casa, donde se había refugiado para huir de los ataques de su hijo, de 47 años. Los servicios sociales habían acudido después de recibir una denuncia de los vecinos, que venían oyendo gritos en la casa desde hacía meses. Se trata de un caso extremo que tuvo amplia repercusión en los medios de comunicación y contribuyó a dar a conocer a muchos japoneses el problema.
En 2006 el parlamento japonés aprobó una ley específica de prevención que especifica la existencia de cinco modalidades de abusos a ancianos: físicos, sexuales, verbales, por negligencia en el cuidado o económicos. Uno de los objetivos de la ley es dar cobertura legal a los denunciantes, ya que hasta su aprobación los trabajadores sociales que daban cuenta de abusos se arriesgaban a ser acusados de violación del derecho a la privacidad. Con la nueva norma no sólo tienen el derecho sino la obligación de informar y los servicios sociales de los ayuntamientos pueden ejercer la custodia de los mayores y restringir el contacto con sus familiares si es necesario.
Falta de conciencia
Una de las principales dificultades para hacer frente al problema es la falta de conciencia de su gravedad. “El abuso normalmente se produce a puerta cerrada y a menudo tras años de complejas relaciones familiares. En muchos casos los que los llevan a cabo son responsables de negligir derechos humanos y no se dan cuenta de ello”, afirma un informe de la Federación Japonesa de Colegios de Abogados.
En concreto, un 54% de los que abusan de personas mayores no creen estar haciéndolo. En cuanto a las víctimas, muchas se acusan a ellas mismas de ser las culpables de la situación y, en el caso de ser los padres de los abusadores, consideran una obligación estar hasta el final junto a unos hijos a los que creen no haber sabido educar. En otros casos los padres simplemente no quieren huir de sus hijos por miedo a que estos les roben sus posesiones.

El G-7 afronta dividido un futuro de incertidumbre

Jordi Juste
Los ministros de economía del G-7, reunidos ayer en Tokio, reconocieron que el mundo afronta un panorama incierto como consecuencia de la crisis de los préstamos inmobiliarios en Estados Unidos, el endurecimiento de las condiciones de crédito, los altos precios del petróleo y la inflación. Sin embargo, los mandatarios de Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Canadá no lograron ponerse de acuerdo en las medidas necesarias a tomar para salir de la crisis.
“El mundo afronta una situación más incierta y desafiante que cuando nos reunimos en octubre, a pesar de que sus bases en conjunto permanecen sólidas. Seguiremos vigilando los acontecimientos y seguiremos tomando acciones apropiadas, individual y colectivamente, para asegurar la estabilidad y el crecimiento en nuestras economías”, afirmaron los ministros de finanzas en su comunicado.
A pesar de esta aparente unidad, el anfitrión de la reunión, el ministro japonés de Economía, Fukushiro Nukaga, se apresuró a dejar claro que lo que toca ahora no son medidas concertadas, sino que cada país tome las que mejor le vayan. “Cada país debe superar los obstáculos tomando las medidas que más le convengan”, afirmó Nukaga. Parecida fue la opinión expresada por el director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, que afirmó que no se le había “pasado por la cabeza” la posibilidad de hacer un esfuerzo conjunto para reanimar la economía a través de paquetes fiscales de emergencia, ya que “cada economía es diferente”. En cambio, el gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi se expresaba en términos muy distintos en relación a la desregulación. “Si no se hace conjuntamente, se va socavar la nivelación del campo de juego”, explicó Draghi..
Por su parte, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, se mostró confiado en la salud económica de su país a medio plazo. “Si estás creciendo no estás en recesión”, afirmó Paulson para despejar las dudas de muchos analistas que creen que la primera economía del mundo se encamina a un período de crecimiento negativo.
Más petróleo y cotizaciones reales
Los ministros de economía del G-7 solicitaron a los países productores de petróleo un aumento de la producción y solicitaron del Fondo Monetario Internacional un estudio de los factores financieros que pueden estar detrás de la escalada del precio del crudo, así como de sus efectos en la economía global.
Por otra parte, los 7 solicitaron a China que permita que su moneda, el yuan, se cotice a su precio real, es decir que se revalorice frente al resto de monedas y modere así la competitividad de su industria. “Damos la bienvenida a la decisión de China de aumentar la flexibilidad de su moneda, pero a la vista de su creciente superávit por cuenta corriente y su inflación, animamos a una revalorización acelerada de su tipo de cambio efectivo”, afirmaron en el comunicado de la reunión.
En general los ministros se mostraron partidarios de que los tipos de cambios reflejen las “bases económicas”, es decir, que las monedas se coticen al valor que corresponde a la fuerza de la economía que representan y que no se mantengan a cotas artificiales.
Los 7 países más industrializados del mundo instaron además a los bancos a hacer público su nivel de afectación real por la crisis de los créditos subprime de Estados Unidos.
Sin margen de maniobra
Japón, que es todavía la segunda economia del mundo, tiene un escaso margen de acción para ayudar a reactivar la economía mundial. El país no ha hecho más que salir, tímidamente, de la crisis que desató a principios de los años 90 el fin de su propia burbuja immobiliaria y que dejó a miles de familias, bancos y empresas en la bancarrota o en una situación financiera muy precaria. El país tiene la deuda más grande del mundo y está inmerso en estos momentos en una agria discusión en la Dieta para prorrogar o eliminar el impuesto sobre la gasolina, que ahora sólo se puede usar para la construcción de carreteras y que funciona en gran medida como máquina de pagar favores políticos en las zonas rurales.

viernes, febrero 08, 2008

El gobierno australiano presenta pruebas de la caza comercial japonesa

La mayoría de japoneses defienden las capturas de cetáceos aunque apenas comen su carne¿Investigación científica o caza comercial?
Jordi Juste
El gobierno australiano presentó ayer fotografías tomadas desde el barco Ocean Viking, de su servicio de aduanas, con las que quiere demostrar que la caza de ballenas, que la flota japonesa lleva a cabo en el océano Antártico con el pretexto de la investigación científica, es en realidad una práctica comercial que se realiza con gran sufrimiento de los mamíferos. “Es muy decepcionante. Es angustioso cuando piensas que pueden pasar 15 minutos desde que el harpón impacta en la ballena hasta que la ballena muere”, declaró el ministro australiano de Medio Ambiente, Peter Garret durante la presentación de las fotografías.
Por su parte, el Instituto de Investigación de los Cetáceos, organismo independiente pero con apoyo del gobierno de Japón, que le comisionó hace 20 años la captura de ballenas supuestamente con fines científicos, reaccionó ante la presentación acusando al gobierno australiano de estar usando propaganda emocional. “Nuestro programa requiere muestras aleatorias de la población antártica y por eso habrá variedad de tamaños”, afirmó el director del Instituto, Minoru Morimoto, que explicó que la pareja de ballenas que aparecen en una de las fotografías no son una madre y su cría, en contra de lo que habían anunciado medios de comunicación australianos.
Dos décadas de “investigación”
Hace 20 años Japón decidió oficialmente que abandonaba la caza comercial de ballenas y optó por seguir capturando especímenes del gran mamífero marino con la excusa de la investigación científica. Durante este tiempo la flota japonesa ha capturado más de 10.000 ejemplares y la carne del cetáceo ha continuado estando presente en algunos supermercados y sobre todo en restaurantes especializados.
A pesar de su permanencia en algunas mesas japonesas, la carne de ballena dejó hace tiempo de ser una de las principales fuentes de proteínas del país. En 1965 el consumo per cápita llegó a su máximo nivel con más de dos kilos por personas al año pero fue decreciendo a medida que aumentaba la captura de otras especies de pescados y crecía aceleradamente el consumo de carne de vaca y de cerdo. Desde los años 90 el consumo por persona está por debajo de los 100 gramos anuales.
Sin embargo, una encuesta publicada ayer mismo por el períodico Asahi Shimbun refleja que un 56 % de los japoneses son partidarios de que se pueda seguir comiendo carne de ballena. El número de los que defienden la práctica es especialmente alto entre los varones de mediana edad, mientras las mujeres son menos entusiastas y entre las más jóvenes llegan a ser mayoría las contrarias. La polémica tiene mucho de simbólico para un país que se muestra orgulloso de mantener una parte importante de su tradición y que al mismo tiempo ha visto su papel en la escena política internacional reducido a ser un aliado obediente de los Estados Unidos.
Durante las últimas semanas el debate sobre la caza de ballenas se ha reavivado a partir del anuncio del plan japonés para cazar 50 ejemplares de ballenas jorobadas, una de las especies más apreciadas para la observación, práctica turística que genera millones de dólares cada año en Australia. La oposición frontal del gobierno australiano obligó a aplazar el proyecto, aunque sí sigue adelante la captura de 850 ejemplares de ballenas mink y medio centenar de ballenas de aleta.
La controversia estuvo a punto de alcanzar categoría de crisis diplomàtica tras la captura por uno de los balleneros japoneses de dos activistas de Greenpeace, uno británico y otro australiano, que trataban de impedir sus actividades. Ambos fueron entregados a las autoridades australianas, que ahora tienen a la nave Ocean Viking siguiendo a los balleneros y recogiendo pruebas para su posible uso ante el Tribunal Internacional del Derecho del Mar.
Frente a la postura decidida del gobierno australiano, las autoridades de Tokio han tratado de desactivar la polémica y reconducirla a una discusión de tipo técnico en la Comisión Ballenera Internacional. Por otra parte, en los medios de comunicación japoneses no faltan las voces que acusan a Australia de hipocresía por su oposición a la captura de ballenas mientras autoriza cada año la caza de miles de canguros y otros marsupiales en su propio territorio.

Un manjar poco distinguidoPlato de lengua de ballena sobre hojas de shiso, tal como se sirve en el restaurante Kujira-ya, de Shibuya (Tokio). Foto: JJUSTE
En los restaurantes especializados en carne de ballena ésta se sirve en diferentes presentaciones, cortada muy finita para cocer en la cazuela (nabe) con verduras, rebozada o como sashimi (cruda), y se comen partes diversas, como el lomo, que se sirve con parte de la piel, o la lengua. Su sabor es fuerte, más parecido al de la carne de cerdo que al del pescado y su valor gastronómico se debe sólo a la tradición y a que se ha convertido para algunos en un bocado exótico y polémico.