30/1/2007 CENTRO DE DIVULGACIÓN E INVESTIGACIÓN DE LA HISTORIETA EN KIOTO
• Japón trata de aprovechar el éxito mundial de su cómic para atraer a nuevos turistas
• El mercado del tebeo mueve en el país 3.300 millones de euros anuales
JORDI JUSTEKIOTO
Japón cuenta desde noviembre con el Museo Internacional del Manga, promovido y gestionado por el Ayuntamiento de Kioto y la Universidad Seika, como instrumento para elevar el cómic al rango cultural que se merece. A pesar de que el sector factura más de medio billón de yenes (3.300 millones de euros) al año y de que son legión los japoneses que esperan cada semana la salida a la venta de sus cómics favoritos, el género tenía hasta hace poco mala prensa entre muchas personas cultas, que lo consideraban una forma de subcultura, un pasatiempo que no podía compararse a la verdadera literatura.
• Japón trata de aprovechar el éxito mundial de su cómic para atraer a nuevos turistas
• El mercado del tebeo mueve en el país 3.300 millones de euros anuales
JORDI JUSTEKIOTO
Japón cuenta desde noviembre con el Museo Internacional del Manga, promovido y gestionado por el Ayuntamiento de Kioto y la Universidad Seika, como instrumento para elevar el cómic al rango cultural que se merece. A pesar de que el sector factura más de medio billón de yenes (3.300 millones de euros) al año y de que son legión los japoneses que esperan cada semana la salida a la venta de sus cómics favoritos, el género tenía hasta hace poco mala prensa entre muchas personas cultas, que lo consideraban una forma de subcultura, un pasatiempo que no podía compararse a la verdadera literatura.
Hoy en día el manga es reconocido ya como una forma de expresión digna de ser utilizada en libros de texto, campañas de información de la policía o promoción de políticas públicas. Incluso el ministro de Asuntos Exteriores, Taro Aso, un reputado lector de cómics, anunció que los va a usar para la promoción de Japón. "Vivimos en unos tiempos en los que las voces populares, que provienen de la gente normal, pueden hacer cambiar la política extranjera de un país. Quiero asegurarme de que nuestra cultura popular está de nuestra parte", dijo Aso en referencia al manga.
La palabra manga en japonés equivale a cómic, pero en los últimos años ha sido adoptada internacionalmente para referirse a los tebeos creados en Japón o en otros países siguiendo su estética. Muchos expertos le reconocen influencias artísticas autóctonas, como el ukiyoe, pero el nacimiento del manga no se entendería sin la influencia de los cómics extranjeros, sobre todo estadounidenses.
El nuevo museo quiere ofrecer al público una visión del manga como parte sustancial de la cultura japonesa. "Hay elementos expresivos del manga que ya se encuentran en las pinturas enrollables de la época Heian (794-1192). Me parece muy significativo que el Museo del Manga se establezca en Kioto, donde la cultura tradicional todavía triunfa", afirmó su director, Takeshi Yoro.
Instrumento cultural
Para Ron Stewart, estudioso australiano del manga, al museo le falta un discurso coherente, ya que "es demasiado ecléctico" pero no deja de ser un valioso instrumento cultural. "Es bueno porque Japón perdió una parte de su historia. Muchas colecciones se tiraban a la basura. (...) Ahora aquí también se estudia el manga de forma académica. Este lugar debería ser bueno para la investigación", señala Stewart.
La entrada solo cuesta 500 yenes (3 euros) para los adultos y 100 para los niños (75 céntimos) y permite y disfrutar de numerosos ejemplares de lectura. Además, se organizan talleres de manga y espectáculos de kamishibai (teatro de papel), una forma tradicional de contar cuentos en la que el narrador muestra cartulinas ilustradas.Entre las obras internacionales de lectura libre se encuentran ediciones en castellano y catalán de Bola de Dragón, ejemplares del Capitán Trueno, Makoki y Mortadelo y Filemón. Pero, por el momento, el museo parece más dedicado a atraer al público japonés que a constituirse en un centro de referencia del cómic mundial.