http://en.wikipedia.org/wiki/File:Ibis_KIN.JPG
Nipponia nippon desapareció hace tiempo de los cielos de Japón. Ahora, sin embargo, se intenta que vuelva a volar libremente sobre las islas que le dan nombre. El ibis nipón se fue extinguiendo coincidiendo con la modernización de los siglos XIX y XX. Ahora revive a duras penas gracias a grandes esfuerzos y a la colaboración de la potencia vecina, China. De hecho, el pájaro, a pesar de tener un nombre tan ligado con el archipiélago del extremo oriente, es una especie tradicionalmente compartida por Japón, China, Corea y Rusia. El nombre latino lo debemos al holandés Philipp fanzine von Siebold que ejerció como profesor de medicina en Japón y estudió su flora y fauna en el siglo XIX.
En Japón se siguen con mucho interés los esfuerzos por la recuperación de esta especie, al menos las noticias relacionadas tienen una gran presencia en los medios de comunicación. Hace un par de semanas escuché un informativo de la radio pública japonesa NHK de unos cincuenta minutos de duración que dedicó aproximadamente veinte a la puesta en libertad de una pareja de ibis. Y, más recientemente, un programa de la TBS que hablaba de la extinción y posterior recuperación tanto de los ibis como de las cigüeñas en Japón.
A partir de lo que he podido escuchar y leer últimamente, me ha quedado claro que ambas especies fueron víctimas de la modernización de Japón. El primer golpe que recibieron fue consecuencia del aumento de la superficie cultivada a partir del fin del feudalismo a finales del siglo XIX. En la época de Edo había cigüeñas y ibis en todo Japón, pero con el desarrollo agrícola que siguió a la llamada Revolución Meiji (1868) su hambre de ranas y otros bichos que viven en los campos de arroz las condenó a morir a manos de los campesinos, afanados para evitar que todo tipo de pájaros les dañaran las cosechas.
En el año 1892 se protegieron oficialmente de la caza las grúas y las golondrinas, pero cigüeñas y ibis no recibieron el indulto. Para remachar el clavo de su ataúd, durante la segunda guerra mundial se talaron muchos pinares -que son su hábitat favorito- para convertir la madera en combustible, y después de la guerra más para hacer campos de arroz. Además, fue aumentando el uso de pesticidas en la agricultura, lo que dañó la salud de las aves y la de su comida.
El resultado fue que en 1971 se extinguieron las cigüeñas como especie en libertad en Japón, y en 2003 las siguieron los ibis. Es decir, Japón se quedó sin ningún ejemplar de nipponia nippon sobrevolando. Eso sí, quedaron los individuos que en 1962 se habían capturado en previsión de su extinción. Desde entonces se han hecho varios intentos por criar las aves en cautividad, la mayoría sin éxito. Desde 1989 se han introducido en la naturaleza 27 ejemplares de cigüeña y 78 de ibis, muchos de ellos traídos de China, donde todavía quedan, aunque con las poblaciones también fuertemente diezmadas. De momento se ha confirmado la supervivencia de 17 cigüeñas y 45 ibis introducidos en la naturaleza. Muy poco a poco, Japón se va repoblando de cigüeñas y de nipponia nippon. ¿Qué futuro tendrá esta tendencia?
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Hola alex que mas? espero no te moleste, tienes informacion muy buena sobre japon, te invito a que visites viajar japon por libre para que compartamos informacion, saludos
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