El Periódico de Catalunya. 23 de marzo de 2005
Kenzo Tange muere en Tokio a los 91 años
Kioto. Jordi Juste
Kenzo Tange, el arquitecto que simboliza la reconstrucción de Japón tras la Segunda Guerra Mundial, murió ayer en Tokio a los 91 años como consecuencia de una insuficiencia cardíaca. Sus planes urbanísticos y diseños de edificios, repartidos por todo el mundo, le valieron en 1987 el premio Pitzker, considerado el más prestigioso galardón internacional de arquitectura.
Tradición y modernidad
La obra de Tange ha sido valorada por su hábil fusión de la simplicidad de la estética tradicional nipona en diseños modernos de raíz occidental. El propio arquitecto había explicado que decidió su profesión en los años 30 tras ver en una revista diseños del suizo Le Corbusier.
En su discurso de aceptación del premio Pitzker, Kenzo Tange definió así los pilares en los que se fundamentaba su concepción de la arquitectura: “elementos humanos, emocionales y sensuales; elementos tecnológicamente inteligentes; y estructura socio-comunicacional del espacio”.
Diseñador del nuevo Japón
En 1946 Tange fue el responsable del plan de reconstrucción de Hiroshima, que había quedado destruida en el primer bombardeo atómico de la historia. El diseño incluía el memorial de la paz, obra del propio Tange, construido en el lugar donde cayó la bomba el 6 de agosto de 1945. Posteriormente fue el responsable del plan de crecimiento de Tokio, de 1960, y del diseño del gimnasio de Yoyogi, el edificio emblemático de los juegos olímpicos de 1964.
Otros de sus edificios se han convertido más tarde en puntos imprescindibles para explicar la silueta arquitectónica de la capital de Japón, como la sede del gobierno metropolitano, de 1991, o el edificio de Fuji TV, de 1996. En su ciudad natal, Osaka, fue el responsable del plan general de la Expo de 1970. Entre sus obras más significativas fuera de Japón se cuentan el palacio real de Jedda (Arabia Saudí), la Universidad de Orán (Argelia) y el Grand Ecran en París.Su trabajo como arquitecto y como profesor universitario ha dado además como fruto un amplio número de prestigiosos díscipulos, entre los que se cuentan Arata Isozaki, Fumihiko Maki y Kisho Kurokawa. “Como arquitecto no le faltaba nada”, declaró ayer Isozaki a la cadena de televisión NHK. El funeral por Kenzo Tange tendrá lugar el próximo viernes en la catedral de Santa María, de Tokio, que él mismo diseño en 1964.
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