En los últimos meses se han producido diversos casos de muertes
solitarias en Japón. Personas encontradas días, semanas o hasta meses después
de su muerte. En ocasiones se trataba de gente impedida o muy mayor, que vivía
sola o acompanyada de una persona en circunstancias similares.
Paralelamente, las últimas estadísticas indican que por primera
vez la media de personas que viven en cada hogar en Tokio ha bajado de las dos.
Estos datos alertan una vez más de la necesidad de prepararse para lo
inevitable, una sociedad con cada vez más gente dependiente y sin nadie que la
cuide.