jueves, noviembre 09, 2006

Emergencia en Japón: faltan médicos


La medicina japonesa está al borde del colapso
Jordi Juste. Kioto
El 8 de agosto Mika Takahashi, de 32 años, murió después de ser rechazada en 18 hospitales. La mujer entró en coma tras sufrir convulsiones mientras se preparaba para dar a luz en el hospital de Oyodo, en la provincia de Nara. Los doctores que la atendían, tras darse cuenta de que la situación superaba su capacidad, contactaron con el hospital provincial, pero su personal declinó hacerse cargo de la paciente alegando falta de camas libres. Tras esta negativa, se pusieron en contacto con 17 hospitales más, pero todos se negaron, también por problemas de capacidad. Finalmente, seis horas después de perder la consciencia, un hospital de la provincia de Osaka aceptó a Mika, que fue intervenida de urgencia por una hemorragia cerebral y para practicarle una cesárea. Los médicos lograron extraer sano y salvo al hijo de Mika, pero ella murió ocho días después sin haber recobrado el conocimiento.

Un sistema indigno de un país rico
Este trágico caso ha puesto más de manifiesto las deficiencias de un sistema de salud a todas luces impropio de la segunda potencia económica mundial. Japón cuenta con médicos y enfermeras excelentes y buenos hospitales dotados con lo último en tecnología médica, pero el sistema de salud se sustenta en pequeños hospitales y clínicas, la mayor parte privados, gestionados a veces a base de escatimar al máximo los recursos humanos. La calidad de la atención varía enormemente según se trate de un centro asociado a una de las facultades de medicina públicas (las mejores) o a una de las privadas, donde muchas veces el dinero y el apellido abren las puertas que cierra la falta de vocación y de estudio.
Lo paradójico del caso es que la situación de emergencia se ha visto exacerbada por la introducción en 2004 del sistema de residencia obligatoria en centros de libre elección para mejorar la formación de los facultativos. El resultado ha sido que las facultades de medicina no han podido competir y se han quedado sin licenciados, es decir, sin el personal que mandaban a los hospitales que se encontraban en situación de apuro por falta de personal.
La situación es muy grave en las zonas rurales y en especialidades como la obstetricia o la pediatría. En muchos lugares del país, las mujeres embarazadas tienen que recorrer grandes distancias para ser recononcidas o para dar a luz. Igualmente, los servicios urgentes de pediatría son cada vez más escasos, incluso en las grandes ciudades, y como consecuencia los pocos que van quedando están cada vez más colapsados.
Aunque existan causas circunstanciales para explicar la actual escasez y mala distribución de los médicos, es incuestionable que el número de médicos por habitante es desde hace tiempo muy bajo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Japón cuenta con menos de dos médicos por cada mil habitantes, mientras que la proporción en España es de más de 3 por mil. Para agravar la situación, Japón es un país con una esperanza de vida muy alta, por lo que las necesidades de atención sanitaria crecen sin parar.

Número de médicos limitado por ley
Por su parte, el gobierno ha venido limitando desde los años 80 el número de alumnos admitidos en las facultades universitarias de medicina, aduciendo la necesidad de reducir el gasto sanitario. Este año, como medida de urgencia ha autorizado a diez provincias a aumentar en 10 estudiantes cada una el número de aspirantes a médico en los próximos diez años, una cifra que parece claramente insuficiente pero que satisface los intereses corporativos. “En cuanto a la Asociación Médica Japonesa, representa a médicos en ejercicio que no quieren que la competencia se intensifique”, explica Yoshihiro Kumasaka, alcalde de una ciudad de 60.000 habitantes en el norte de Japón y médico de profesión.
Para paliar el défict se han propuesto varias soluciones, como aumentar los salarios en las zonas más abandonadas, obligar a los médicos a ocupar un puesto en una zona rural antes de poder establecerse libremente o crear consorcios hopitalarios. Pero el alcalde de Miyako insiste en algo más obvio y esencial: “El gobierno tiene que dejar de lado su idea de que existe una saturación de médicos”.

1 comentario:

  1. Anónimo11:55 a. m.

    Hacen falta medicos en japon pero no indican donde realmente, lugares de japon.

    ResponderEliminar