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miércoles, julio 30, 2008

La 'Rambla' japonesa del buen vestir

28/7/2008 CRÓNICA DESDE TOKIO
A veces se compara la calle Omotesando de Tokio con los Campos Elíseos de París, sobre todo por la presencia de las grandes marcas internacionales de la moda del vestir. Sin embargo, por sus dimensiones y su inclinación, Omotesando se parece más a la Rambla de Barcelona que a la gran avenida parisina. Además, si el paseo barcelonés tiene su calle Portaferrissa, el tokiota cuenta con Takeshita-dori, una estrecha vía afluente con numerosos comercios de ropa y accesorios que van desde lo desenfadado a lo marginal.
Omotesando une la avenida Aoyama con el santuario sintoísta Meiji, el más importante de la capital. A ambos lados de la calzada, hay amplias aceras donde están plantados unos grandes zelkova que contribuyen a dar a esta parte de Tokio un aire de ciudad europea.

La zona en la que se encuentra Omotesando es conocida como Harajuku y se encuentra a diez minutos a pie de Shibuya, el barrio comercial y de entretenimiento donde se generan muchas de las modas juveniles, sobre todo femeninas, que luego se expanden por el resto de Japón y de Asia. En Shibuya casi todo es chillón, mientras que en Harajuku domina un diseño más sutil.

En menos de medio kilómetro, se suceden tiendas de grandes marcas de lujo, como Bottega Veneta, Loewe, Cristian Dior, Issey Miyake y Gucci, aunque también se encuentran empresas textiles más orientadas al gran consumo, como la española Zara y la americana Gap. Además, se mantienen en pie clásicos del comercio local, como el Oriental Bazar, donde se pueden comprar desde suvenires asequibles hasta caras antigüedades, y empresas de otros sectores, como la telefonía móvil, que aprovechan la gran concentración consumista para presentar sus últimos productos.

La necesidad de llamar la atención en un ambiente tan cuajado de diseño ha provocado la aparición de edificios espectaculares en la calle Omotesando, como el centro comercial TOD'S, de Toyo Ito, o las sedes de Louis Vuitton y Prada. Pero una de las obras que más han dado que hablar son las galerías Omotesando Hills, diseñadas por Tadao Ando y ubicadas en el lugar que ocupaba hasta el 2005 el complejo de apartamentos Dojunkai Aoyama, construido en 1927 segun el estilo de la Bauhaus alemana.

Aunque el nuevo edificio ha conservado una porción de los antiguos apartamentos, su construcción sirvió para reactivar el debate sobre el carácter perecedero de las construcciones y la necesidad de conservar muestras de la historia contemporánea de la ciudad. En Japón eso siempre finaliza con la piqueta dejando lugar a un nuevo edificio más resistente a los terremotos y más rentable para sus propietarios.

La incertidumbre por la situación económica y la subida del precio de los carburantes han hecho caer las ventas de ropa y accesorios de lujo en Japón, donde parecían contar con una clientela a prueba de crisis. Ahora son menos que hace unos meses los que se aventuran a entrar en las tiendas a dejarse buena parte del sueldo, pero la afluencia de peatones en la calle Omotesando no cesa, en especial los fines de semana.

martes, mayo 08, 2007

¡Qué hermoso puede ser el hormigón!




/5/2007 CRÓNICA DESDE TOKIO// JORDI JUSTE
Al este del gran complejo arquitectónico Tokio Midtown, inaugurado recientemente en la capital de Japón, hay un bonito parque con extensas superficies de césped, que sirven de verde contraste a una estructura gris que hace pensar en dos alas asimétricas de una extraña nave voladora ultramoderna. Se trata del edificio del 21-21 Design Sight, nacido a finales de marzo de la mano de Tadao Ando, el arquitecto que ha convertido el hormigón en un material bello gracias a su capacidad de usar la desnudez de la superficie para realzar la calidad de las formas.


Desde el exterior, lo que destaca del edificio son las dos grandes planchas de acero que le sirven de techo. Como en muchas de las construcciones de Ando, la fachada tiene el don de pacificar el paisaje urbano gracias a su minimalismo formal. Es lo más parecido al silencio que puede existir en arquitectura. En un principio parece una construcción de dimensiones modestas, pero una vez en el interior el visitante se da cuenta de que se trata de un imponente edificio subterráneo. Es gris y está bajo tierra, pero en lugar de crear angustia relaja e invita a la reflexión. "Deseo fervientemente que este lugar inspire a sus visitantes a descubrir las potencialidades de cada individuo", afirma el autor.


Tadao Ando, nacido en Osaka en 1941, es un arquitecto de fama en todo el mundo, lo que le ha permitido construir edificios en muchos países. Sin embargo, es en Japón donde se encuentra buena parte de su producción más significativa. Recientemente, en Tokio ha inaugurado, además del 21-21 Design Sight, las galerías comerciales Omotesando Hills, en la calle más moderna de la ciudad.Entre sus obras anteriores más celebradas se encuentran el complejo Rokko Housing, en Kobe, el edificio Times Gallery, en la calle Kiyamachi de Kioto y la Iglesia de la Luz, en Ibaraki (provincia de Osaka), con su impresionante crucifijo de luz formado tras el altar por el espacio que queda en la pared entre las masas de hormigón que la forman.


El 21-21 Design Sight es un proyecto liderado por otro gran creador japonés, el diseñador de moda Issey Miyake. En un principio Miyake quería construir un museo que albergara muestras excelentes del diseño japonés, pero finalmente optó por el presente en lugar del pasado y creó, junto a Tadao Ando, al diseñador gráfico Taku Satoh y al diseñador industrial Naoto Fukasawa, un espacio para reflexionar sobre los problemas actuales a través del diseño. "El diseño siempre existe donde los humanos están presentes, y a mí me gustaría compartir la noción de que la vida en sí misma es un acto de diseño", afirma Miyake.


El efecto buscado por Miyake lo logra ya por sí solo el edificio de Ando, pero los responsables pretenden asegurarlo a base de dos grandes exposiciones anuales. La primera, Un Duro Proceso, fue una especie de prólogo dedicado al propio proceso creativo del edificio e incluía desde bocetos y planos del arquitecto hasta andamios de los utilizados por los albañiles. La segunda, titulada Chocolate, presenta creaciones artísticas de 30 individuos y grupos que usan como soporte material esta comida.