miércoles, octubre 21, 2009

Kawabata Yasunari en catalán

Este post es para recomendar a los amantes de la buena literatura japonesa que lean en catalán las ediciones de estas dos excelentes novelas de Kawabata publicadas en El cercle de Viena (Viena Edicions).
http://www.vienaeditorial.com/mostrarllibre.asp?ididioma=1&idllibre=657




lunes, octubre 19, 2009

¿Fin de régimen?

Jordi Juste
La casi segura derrota del Partido Liberal Democrático (PLD) en las elecciones a la Cámara Baja de la Dieta que se celebran hoy en Japón puede significar algo muy similar a un cambio de régimen. No cambiará el sistema de monarquía parlamentaria, ni es probable que se reforme a corto o medio plazo la constitución pacifista, pero dejará de gobernar la fuerza política que lo ha hecho, de forma casi ininterrumpida, desde 1955.
A pesar de su nombre, el PLD, conocido en Japón como jiminto, es un conglomerado de fuerzas conservadoras y nacionalistas que se constituyó para frenar el avance de la izquierda en plena guerra fría. Muchos de sus cuadros provenían del régimen que condujo al país a la aventura imperialista y a la derrota en la segunda guerra mundial, y su característica más definida ha sido siempre su capacidad de aglutinar a grupos diversos para mantenerse en el poder. Ha sido el elemento central que ha vinculado a los funcionarios de rango medio y alto de la administración central, a la gran industria y a muchas asociaciones gremiales y profesionales que correspondían con millones de votos fieles a la protección que les ofrecía desde el gobierno.
El sistema electoral vigente hasta 1994, consistente sólo en circunscripciones uninominales donde el candidato más votado era el elegido en primera vuelta, aun sin contar con mayoría absoluta, fue uno de los elementos que contribuyeron a mantener al jiminto tanto tiempo en el poder, en detrimento de la izquierda, que se presentaba siempre muy dividida. En la actualidad, de los 500 diputados 300 se eligen todavía por el viejo sistema y 200 por listas en 11 distritos.
Paradójicamente, la última victoria del PLD, por abrumadora mayoría, en 2005 bajo el mando de Junichiro Koizumi supuso el principio del final de su era de dominio. Koizumi rescató de un fracaso electoral casi seguro a su partido gracias a su carisma y a una campaña que lo vendía como el único capaz de reformar el sistema clientelista que llevaba medio siglo funcionando. Bajo su mandato atacó el funcionamiento del partido, basado en las facciones, y puso en marcha la privatización del sistema de correos y caja postal, base de una forma de gastar que favorecía descaradamente a sus bases electorales.
El paso de Koizumi por el poder dejó a un jiminto con menos cohesión interna y con mucha mayor dificultad de mantener a sus electores más fieles. Luego, Shinzo Abe intentó un giro de vuelta al conservadurismo, pero no aguantó más de un año; lo mismo que su sucesor, Yasuo Fukuda, que se conformó con pasar doce meses en el cargo sin que la situación del partido y del país empeorase demasiado. Cuando Taro Aso llegó al poder en septiembre de 2008 algunos quisieron ver en él a otro líder carismático parecido a Koizumi, pero menos de un año ha bastado para descubrir a un actor histriónico al que el papel le viene muy grande
Esta vez, ni la ayuda del Nuevo Komeito, partido vinculado a la secta budista Soka Gakkai, que durante la última década aportaba el puñado de votos para inclinar la balanza, le va a servir al viejo jiminto para mantenerse en el poder.

Una relación incestuosa entre política, administración y economía

Jordi Juste
Las relaciones entre el gobierno, la administración y la industria japonesa son tan estrechas que algunos analistas han querido ver en ellas uno de los principales motivos de la resurrección de Japón después de la segunda guerra mundial y de su posterior ascenso hasta convertirse en una de las principales potencias del planeta. Asimismo, a menudo se cita como uno de los motivos de las dificultades de las empresas extranjeras para establecerse en el país.
Los lazos se establecen de formas diversas, pero una de las más eficientes es la práctica conocida como amakudari, según la cual los altos funcionarios de la administración aterrizan después de su jubilación en grandes empresas que habían estado bajo su tutela. Esto garantiza un vínculo muy fuerte que hace que las empresas tengan vías de comunicación privilegiada con el gobierno. El círculo se cierra con el apoyo económico que han ofrecido siempre las organizaciones empresariales a las campañas del PLD.

Un partido resistente a los escándalos

Taro Aso Foto Shizuo Kambayashi; AP

Jordi Juste
Después de sobrevivir a infinidad de escándalos de corrupción y ejemplos de ineptitud clamorosa durante más de medio siglo de existencia, los electores japoneses han apeado del poder al Partido Liberal Democrático (PLD). La desunión de la oposición, un sistema electoral que primaba el voto rural, una poderosa maquinaria de favores a cambio de votos y una población mayoritariamente deseosa de estabilidad política y crecimiento económico han sido algunos de los factores importantes para permitir al partido mantenerse al mando del país, de forma casi ininterrumpida, desde 1955 hasta 2009.
Japón ha tenido 30 primeros ministros desde 1945, de los cuales sólo 2 fueron miembros del partido socialista; los 28 restantes pertenecían o habían sido miembros del PLD o de alguno de los partidos que lo constituyeron en 1955. Curiosamente, el primer jefe de gobierno que tuvo la formación que ahora Yukio Hatoyama aparta del poder fue su abuelo, Ichiro, elegido en 1954 como líder del antiguo Partido Democrático (PD) y sustituido en 1956 ya como jefe del PLD, formado para frenar al Partido Socialista mediante la unión del PD y el Partido Liberal de Shigeru Yoshida, formaciones conservadoras que ya se venían alternado el gobierno desde el fin de la segunda guerra mundial.
En estos 54 años, lo que ha primado en la política japonesa ha sido la capacidad del PLD de satisfacer los intereses de campesinos, grandes industriales, profesionales liberales y otros grupos en que se cimentaba su fuerza. El nombre del primer ministro importaba poco o nada. Los líderes eran devorados periódicamente por escándalos o meteduras de pata; pero dimitían, pedían perdón por sus errores y eran sustituidos por un colega de partido que seguía aplicando más o menos la misma política. Y en las siguientes elecciones el PLD volvía a ganar, fuera quien fuera su cabeza de cartel.
Entre los escándalos más sonados que han afectado al PLD se cuentan los sobornos recibidos de la compañía aeronáutica estadounidense Lockheed por parte de la oficina del primer ministro Kakuei Tanaka y los regalos de acciones de la empresa de trabajo temporal Recruit a los primeros ministros Yasuhiro Nakasone y Noboru Takeshita.
Una buena muestra de cómo el desfile de primeros ministros ha sido una de las características de la era del PLD en el gobierno la da la comparación con España. Si desde la aprobación de la Constitución en 1978 hasta ahora España ha tenido sólo cinco presidentes de gobierno, con la elección de Yukio Hatoyama Japón contará 18 primeros ministros en el mismo período. De ellos sólo tres fueron elegidos para el cargo como líderes de formaciones distintas al Partido Liberal Democrático (PLD). Morihiro Hosokawa en 1993 y Tsutomu Hata en 1994, llegaron a la jefatura de gobierno al frente de partidos escindidos del mismo PLD y sólo duraron ocho y dos meses, respectivamente, en el cargo; por su parte, Tomiichi Maruyama, líder del Partido Socialista, fue elegido en 1994 después de un pacto por el que se repartía la legislatura con el líder de los liberal-demócratas, Ryutaro Hashimoto, un abrazo del oso que hundió electoralmente a los socialistas y sirvió al PLD para recuperar el poder en 1996 y mantenerlo hasta ahora.

miércoles, marzo 18, 2009

La torre de los excesos tiene goteras


Sede del gobierno provincial. JORDI Juste
En 1991 se terminó en el distrito de Shinjuku, Tokio, el edificio que alberga el gobierno provincial. El complejo arquitectónico, cuya torre principal tiene 243 metros de altura, es obra de Kenzo Tange y costó 157.000 millones de yenes (unos 1.250 millones de euros). Ahora es noticia por el anuncio de que el presupuesto de las numerosas reparaciones que precisa alcanza los 78.000 millones de yenes (624 millones de euros); es decir, la mitad de lo que costó hace 18 años. Entre los problemas que tienen que soportar sus usuarios destacan las numerosas filtraciones de agua de lluvia y las pérdidas en las conducciones del aire acondicionado.
Hoy es conocido como Tocho, abreviatura de la sede del gobierno metropolitano, pero en su día fue bautizado popularmente como torre de los impuestos, por la carga que supuso para la arcas provinciales, o torre de la burbuja, en referencia a la época de crecimiento económico desbordado, que explotó cuando el edificio estaba siendo terminado.
Desde su concepción, la gran obra de Tange, causó polémica, no solo por su coste y sus dimensiones, sino también por su extravagante diseño. Su autor, premio Pritzker en 1987, se consideraba un discípulo de Le Corbusier y abanderó el estructuralismo en Japón. Entre sus obras más emblemáticas, se encuentran el gimnasio de los Juegos Olímpicos de 1964 y la catedral católica, que en el 2005 albergó su propio funeral.
Durante todos estos años, en que Japón ha estado intentando recuperar la senda del crecimiento económico, sus 48 pisos han sido un recordatorio de los excesos de la década de los 80, cuando la burbuja inmobiliaria y financiera hizo posibles sueños faraónicos que todavía hoy lastran las cuentas de muchos ayuntamientos y provincias del país. Entre los detalles que mejor representan el derroche de aquellos días está el granito de los muros que recubren el perímetro del complejo. Además, reparaciones a parte, el funcionamiento del edificio es muy caro y su coste para el medio ambiente se cuantifica en 28.000 toneladas de emisiones de CO2 al año.
La entidad que alberga el edificio administra 2.000 kilómetros cuadrados de territorio y da servicios a más de 12 millones de habitantes; es decir, un tercio de los que tiene el conjunto de la metrópolis, que abarca también las provincias de Chiba, Kanagawa y Saitama. Desde hace 10 años está al frente del gobierno provincial uno de los políticos más famosos y controvertidos del país, el nacionalista Shintaro Ishihara, un exnovelista que en su juventud se codeaba con el autor Yukio Mishima y que es padre de dos diputados nacionales, Nobuteru y Hirotaka, y del actor Yoshizumi, y hermano del que fuera uno de los actores y cantantes más populares del Japón de la posguerra, Yujiro Ishihara.
Una de las claves del protagonismo político del gobierno provincial es que la ciudad no tiene un solo municipio, sino 23 distritos independientes. Entre sus principales proyectos está la candidatura para los Juegos Olímpicos del 2016, que incluye la reutilización de muchas de las estructuras construidas para los de 1964, entre ellas el gimnasio de Tange.

lunes, marzo 09, 2009

A la búsqueda del aire del palacio imperial

Foso del palacio imperial.JORDI Juste
En el centro de la mayor metrópolis del mundo, habitada por alrededor de 30 millones de personas, hay una superficie verde de unos 3,5 kilómetros cuadrados rodeada de un foso con agua. Es el palacio imperial y sus jardines, sede de la residencia oficial de los monarcas japoneses desde que en 1868 la corte se trasladara desde Kioto a la antigua Edo y ocupara el castillo, hasta entonces utilizado por los shogun de la familia Tokugawa, auténticos caudillos del país durante casi tres siglos. El edificio principal de la antigua fortaleza fue pasto de las llamas en 1873 y los actuales monarcas habitan uno mucho más funcional, terminado en 1968. Las edificaciones que se ven desde el exterior y que muchos turistas usan como fondo de sus fotografías no son más que algunas estructuras de vigilancia situadas cerca de las murallas.
La mayor parte de los jardines solo es accesible para los privilegiados invitados que acuden a actos, como la fiesta de los cerezos en flor en primavera o para los ciudadanos que desean recibir el saludo de la familia imperial desde el balcón del palacio por Año Nuevo. Pero frente a la puerta principal y el pintoresco puente de dos arcos, hay una gran explanada abierta al público por donde muchos tokiotas pasean en sus días festivos, una delicia de parque urbano con cientos de pinos que son recortados periódicamente con la paciencia de un cuidador de bonsáis que tienen los jardineros japoneses.
También se puede disfrutar de este inmenso pulmón haciendo deporte en los cinco kilómetros de recorrido de la ancha acera que rodea el foso. Cualquier día, a casi todas las horas, es fácil ver a gente corriendo por Sakuradamon, la única puerta franqueable en la zona abierta al público. Una de las ventajas de correr por este circuito es que el tráfico es escaso y, además, toda el área está muy bien vigilada, ya que en las inmediaciones del palacio también se hallan la estación central de Tokio, el edificio de la Dieta, la residencia del primer ministro, la Agencia Nacional de Policía y muchos ministerios.
En los últimos años, el Ministerio de Medio Ambiente viene trabajando en un plan para que el viento que sopla desde el jardín beneficie al distrito de negocios que rodea la estación de Tokio y al área comercial de Ginza. El proyecto prevé crear, mediante la limitación de la altura en las construcciones, la plantación de árboles y el uso de asfaltos especiales, pasillos que hagan que el aire del palacio imperial, que en pleno verano es casi dos grados más frío que en la zona de los grandes edificios, mitigue el efecto de isla de calor que estos crean.
Sin embargo, recientemente, los técnicos del ministerio han descubierto que el foso que rodea el palacio actúa como un cinturón de calor que merma en buena medida el poder refrescante de la zona verde. El problema es que desde los años 60 el agua del foso está desconectada de cualquier fuente externa, por lo que se ha ido convirtiendo en un turbio estanque que absorbe el calor de día y lo mantiene durante la noche, por lo que ahora se está estudiando la mejor manera de hacer que el agua del foso imperial circule.

miércoles, marzo 04, 2009

El Oscar a Okuribito (Departures) rompe el tabú

Un pequeño cementerio rodeado de viviendas en Kioto. JJuste
La concesión a Okuribito del Oscar a la mejor película de habla no inglesa ha servido para atraer la atención internacional sobre la industria funeraria japonesa, un sector que factura unos 8.000 millones de euros al año y que tiene ante sí un futuro muy próspero gracias al envejecimiento de la población, que ha elevado ya a más de un millón las muertes anuales.
No es la primera vez que el cine nipón se inspira con éxito en los ritos mortuorios. En 1984, Itami Juzo dirigió Ososhiki (El funeral), que mostraba los preparativos y ritos budistas que siguen a la muerte. Ahora Okuribito, dirigida por Yojiro Takita, se centra en la figura de Daigo Kobayashi, un violoncelista que se ve empujado a trabajar en una funeraria preparando para los ritos los cuerpos de los difuntos. Al principio, el nuevo trabajo le supone el rechazo de sus más allegados por el tabú que considera la muerte algo impuro.

Reconocimiento mundial
Daisuke Yoneyama, de la funeraria Hart Full Ceremony de Tokio, afirma: "Me siento feliz y orgulloso de que una película que trata la muerte, un tema que tiende a ser tabú, y toma como motivo los funerales tradicionales japoneses sea acogida en el extranjero. Además, el título de Okuribito fuera de Japón, Departures, expresa que el reconocimiento de que la muerte no es el final sino un punto de partida está en la conciencia no solo de los japoneses, sino de todo el mundo".
El tabú de la muerte es una fuente de conflictos entre las instituciones locales, las funerarias y los residentes de las zonas donde están o quieren estar ubicadas. Una gran mayoría de los 128 millones de habitantes de Japón residen en las escasas zonas llanas del país, por lo que el espacio está muy disputado, tanto para los vivos como para los muertos. Más del 99% de los cadáveres se incineran, pero en muchos casos las cenizas acaban depositadas en tumbas que ocupan mucho espacio, a menudo en pequeños cementerios rodeados de viviendas.
En los últimos años se ha extendido algo la práctica de esparcir las cenizas, todavía muy minoritaria, en parte porque la ley especifica que los restos deben depositarse en cementerios. Mutsuhiko Yamada, presidente de la Asociación para la Promoción de la Libertad de Esparcir Cenizas, expresa sus recelos: "¿Por qué ignora el Gobierno los diversos valores y sentimientos religiosos de los ciudadanos? No puedo evitar preguntarme si no está protegiendo los intereses de ciertas organizaciones religiosas y negocios a cambio de trabajos lucrativos para burócratas jubilados en las compañías que gestionan cementerios".
La obligación de usar terrenos designados ha llevado a una funeraria de Tokio a comprar Kazurashima, una isla deshabitada de un kilómetro cuadrado, para que cada año 100 de sus clientes puedan esparcir cenizas. El límite se ha establecido con el fin de no dañar el medio ambiente, ya que la isla forma parte del parque nacional Daisen-Oki.
La preocupación por la contaminación ha motivado otras iniciativas, como la comercialización de ataúdes de cartón o el cálculo del CO2 emitido en todo el proceso funerario para que el usuario pueda compensar el daño mediante donativos. "Nosotros, los humanos, podemos vivir gracias al medio ambiente. Lo que proponemos es mostrar nuestra gratitud en el momento de marcharnos", explica Nyokai Matsushima, responsable de una organización que promueve funerales ecológicos.
Lo que de momento parece tener difícil solución es la escasez de incineradoras. Muchas de las más de 1.500 en funcionamiento en todo el país están al límite de su capacidad, pero su ampliación se enfrenta a la oposición de los vecinos. Por ello, en Tokio existe un proyecto para realizar las incineraciones en alta mar en un ferri que transportaría 10 hornos crematorios.

Coches fúnebres depresivos
En tierra firme, uno de los problemas es que, según el calendario tradicional, en Japón hay días considerados tomobiki, es decir que tiran de los amigos, y los japoneses los evitan para los funerales, lo que aumenta la saturación de los hornos en algunas fechas. Otro obstáculo son las condiciones que imponen los vecinos para permitir su funcionamiento. En algunos lugares del país, por ejemplo, asociaciones de vecinos han conseguido que se prohíba el uso de los miyagata, coches fúnebres tradicionales con extravagantes tejados que asemejan una pagoda. Argumentan que la visión de estos vehículos tiene un efecto depresivo. De todos modos, incluso en los municipios donde se permite su uso, cada vez circulan menos, posiblemente por la tendencia a tratar la muerte como un trámite que hay que cumplir sin hacer ostentación.
Pasaron los tiempos en que los trabajos funerarios se reservaban a los burakumin, la casta que hasta el siglo XIX vivía segregada, pero el trato con los muertos acarrea aún un estigma. "Estar presente en el lugar de la separación de los difuntos, y ayudar en su partida; este trabajo está lleno de cariño", dice Kobayashi, el protagonista de
Okuribito, que ya han visto más de tres millones de japoneses.

jueves, febrero 26, 2009

La duradera moda del fotomatón recreativo

En 1995 la empresa japonesa de máquinas recreativas Sega comercializó unas cabinas que, en vez de los tradicionales retratos para documentos de identidad, hacen fotos recreativas adhesivas de tamaño muy pequeño. En principio, el invento tenía que llamarse purinto kurabu (adaptación al japonés del inglés print club), pero pronto se rebautizó como purikura. En Japón se puso de moda casi inmediatamente e incluso llegó a saltar sus fronteras, aunque con éxito desigual y más bien efímero.
Su facturación anual se mantiene alrededor de los 30.000 millones de yenes (250 millones de euros), la mitad de la que llegó a alcanzar en el 2002, pero todavía enorme. Y más teniendo en cuenta que muchos preveían su muerte súbita por la generalización de los teléfonos móviles con cámara.
Los principales usuarios de las purikura son las adolescentes, pero también las estudiantes universitarias. Es raro que un grupo de amigas japonesas salga a divertirse sin pasar por una de ellas a inmortalizar el encuentro. La mayoría de las niñas y chicas tienen los estuches escolares repletos de pequeñas fotos, o dedican páginas de sus agendas a coleccionarlas. "Las purikura siempre estarán de moda. Y son cada vez mejores. ¿Te sorprende que aún las hagamos, a pesar de tener 20 años? Ya es una costumbre, una forma de tener un recuerdo. Son mejores que las fotos del móvil, porque las puedes retocar y puedes dibujar o escribir en ellas. Además son adhesivas y las podemos repartir", explica Yukiko, una universitaria de Kioto.
Algunos centros recreativos ofrecen la posibilidad de combinar la purikura con el cosplay, es decir, sacarse las fotos disfrazado, a menudo de algún personaje de dibujos animados. Por menos de tres euros, las máquinas ofrecen cada vez más calidad fotográfica y variedad de efectos de fondos, que crean la ilusión de que las fotografías han sido sacadas en diversos lugares. También permiten escribir o dibujar en una variedad cada vez mayor de formatos. "Sacamos purikura desde la escuela primaria. Podemos sacar fotos con el móvil, pero lo más divertido de la purikura son los 10 minutos que pasamos haciendo las fotos y luego escribiendo o dibujando sobre ellas", explica Mako, una chica de 19 años.
Los chicos son menos asiduos, y muchos solo se meten en la cabina acompañando a su pareja. Recientemente, algunas de las salas de juegos donde están instaladas han vetado el acceso a hombres solos para evitar los robos y alejar a los pervertidos. "Queremos que las mujeres jóvenes, los principales usuarios, disfruten creando sus adhesivos favoritos sin tener que preocuparse de que haya hombres al acecho", declaró un responsable de Sega.
"Mi prima es muy guapa y ya le ha pasado varias veces, se le han acercado hombres y le han pedido que se saque una purikura con ellos. He oído que algunos incluso pagan. De todos modos, no creo que sea necesario que les prohíban la entrada. Yo nunca he visto a ninguno haciendo nada malo", explica Mako, que tiene la agenda llena de fotos de recuerdo de sus salidas con amigas y guarda aparte las que se saca con su novio, "para no tener que cortarlas" si luego rompe con él.

jueves, febrero 12, 2009

Pasión por los cangrejos

El restaurante Kani Doraku. Jordi Juste
El gran cangrejo que cuelga de la fachada del restaurante Kani Doraku, de Dotombori, en el centro de Osaka, es posiblemente uno de los objetos más fotografiados de Japón. Este bicho, que mueve las patas y los ojos y mide nada más y nada menos que seis metros y medio, habita el lugar desde 1960. Es un benizuwaigani, una especie que en la realidad suele medir unos 15 centímetros y pesar un kilogramo por ejemplar y que recibe el nombre científico chionocetes japonicus, que significa cangrejo de las nieves japonés.
Tiene hermanos clónicos repartidos por todo Japón, pero es aquí donde está el establecimiento principal de esta cadena especializada en servir la delicia del mar. Por eso se ha convertido en uno de los símbolos de Osaka, del amor de su gente por la gastronomía y de la pasión de los japoneses por los cangrejos.
Estos animales están muy presentes en el folclore nipón, por ejemplo en alguna de sus fábulas más conocidas, como Saru-kani-gassen, el cuento de un cangrejo engañado por un mono, que acaba con la venganza del crustáceo sobre el simio.
En cuanto a la gastronomía, se comen de diversas formas, aunque las más comunes son el sashimi (crudo) y el nabe (hervido), aderezados en ambos casos con salsa de soja, normalmente rebajada con zumo de algún cítrico, y acompañados de abundantes verduras. La bebida que mejor combina con el cangrejo es el sake, que muchos sibaritas usan para rebañar las entrañas del marisco sorbiendo el vino de arroz, mezclado con la carne, directamente desde el caparazón.
El invierno es la temporada alta para la pesca y el consumo de cangrejos. Es ahora cuando en las pescaderías de las grandes ciudades el benizuwaigani y otras especies más pequeñas son las estrellas. Y también es en esta época cuando se ofrecen más viajes especiales de fin de semana a los principales puertos de captura, la mayoría en el norte del país o en las costas del mar de Japón, donde uno puede comer el crustáceo hasta hartarse por un precio fijo y disfrutar de las aguas termales, otra de las grandes aficiones ancestrales de los japoneses.
Como pasa con otras especies marinas, la voracidad japonesa ha causado que en algunos caladeros tradicionales los cangrejos estén en peligro de extinción. Asimismo, su captura es el motivo de no pocos incidentes con los países vecinos, especialmente Rusia. La inmensa mayoría de los cangrejos capturados en costas rusas del Pacífico está destinada a terminar en los estómagos de los japoneses, lo que, además de ser una importante fuente de ingresos legales para los rusos, ha generado la aparición de mafias especializadas en capturarlos saltándose las cuotas, establecidas para garantizar su supervivencia, y comercializarlos ignorando los trámites aduaneros y, a menudo, etiquetando fraudulentamente su origen.
Asimismo, se producen apresamientos de cangrejeros japoneses (el último hace dos semanas) faenando sin permiso en aguas territoriales rusas, a veces frente a las islas Kuriles, ocupadas por la URSS tras la segunda guerra mundial y cuya devolución Japón sigue reclamando.

viernes, enero 23, 2009

Los primeros adultos de la era de Heisei

Un instante de la ceremonia. JORDI Juste
El año 2009 es en Japón el año 21 de la era de Heisei; es decir, del reinado del emperador Ahi Hito. Esto significa que en el 2008 cumplió los 20 años y alcanzó la mayoría de edad, la primera generación de japoneses nacidos en la era actual. En concreto fueron 1.330.000 nuevos adultos, la cifra más baja de las dos décadas, un dato que recuerda la tendencia al envejecimiento de la sociedad japonesa, debido a la combinación de una altísima esperanza de vida con un bajísimo índice de natalidad.
La entrada en la edad adulta se celebra en todo el país con ceremonias organizadas por los ayuntamientos el segundo lunes de enero, seijin no hi (día de los nuevos adultos), que es festivo nacional. Los jóvenes acuden a los actos, presididos por las autoridades locales, vestidos formalmente. Una gran mayoría de chicas van con quimono y los chicos, normalmente, con traje occidental. Se trata de eventos muy serios, con discursos de los alcaldes y de los representantes de los jóvenes, que muchos soportan estoicamente esperando que terminen rápido para poder reunirse con sus antiguos compañeros de escuela, sacarse infinidad de fotos e irse a beber. Sin embargo, ya casi forma parte de la tradición que, en muchas de las ceremonias, los más alborotadores de cada generación lleguen borrachos y saboteen los discursos de las autoridades.
En Kioto, ciudad de más de un millón de habitantes, la ceremonia reunió este año a 10.000 nuevos adultos en dos sesiones marcadas, como siempre, por el afán local de resaltar su condición de antigua capital y custodia de las tradiciones. El alcalde, vestido con hakama (quimono de dos piezas) lo recordó en su discurso, y los actos se abrieron con la actuación de un grupo de wadaiko (tambores japoneses). Las medidas de seguridad hicieron que los jóvenes con ganas de armar jaleo se tuvieran que conformar con exhibirse frente al pabellón donde se celebraban los actos.
A los actos, organizados por el Ayuntamiento, solo se puede asistir con invitación, pero mucha gente acude a la puerta para ver a los jóvenes. Como en casi todas las celebraciones japonesas, no falta una considerable cantidad de fotógrafos, aficionados locales con equipos que son la envidia de muchos profesionales extranjeros, a la caza de las chicas con aspecto más espectacular. Un gran número luce peinados sofisticados y la mayoría lleva un quimono conocido como furisode, cuyas mangas son tan anchas que casi tocan al suelo y que solo pueden vestir las solteras, por lo que muchas mujeres no se lo ponen más que ese día y para su graduación universitaria. También se pueden ver a jóvenes pertenecientes a la minoría coreana con su vestido tradicional, el chima jeogori.
Tampoco pierden la ocasión los partidos políticos, que acuden con camiones con la parte superior convertida en estrado a ganarse a los nuevos votantes. De vez en cuando resurge en Japón el debate sobre si hay que rebajar la edad mínima para votar a los 18 años pero, a juzgar por el poco interés que muestran los nuevos adultos, no parece que se trate de una demanda urgente de los supuestos interesados.
Un grupo de chicas tra la ceremonia. La segunda por la derecha lleva el vestido tradicional coreano. Jordi Juste

jueves, enero 15, 2009

¿El carácter está escrito en la sangre?

El manual del tipo O. JORDI Juste
15/1/2009 CRÓNICA DESDE KIOTO

En Japón existen muchos sistemas acientíficos de predecir el futuro de alguien y de conocer su personalidad. Algunos están ligados a sus tradiciones, como los omikuji, unos papelitos que se obtienen tras sacar un palito de una caja en los santuarios sintoístas, o el número de trazos que suman los caracteres chinos con los que se escriben el nombre y el apellido. Otros son de introducción más reciente, como el horóscopo occidental o el tipo de sangre.
Este último método está tan arraigado que muchos japoneses ignoran que su origen se encuentra en los años 20 del siglo pasado, ligado a las teorías racistas que asociaban el carácter de los pueblos al predominio de un determinado grupo sanguíneo. Entonces adquirió gran popularidad y los militares nipones intentaron usarlo para seleccionar a los soldados mejor dotados. Sin embargo, vista su escasa eficacia, en los años 30 pasó de moda y no volvió a estar en boga hasta los 70, cuando lo revitalizó el abogado y personaje televisivo Masahiko Nomi.
Desde entonces, muchos japoneses se han dejado seducir por esta forma de clasificar a las personas, según la cual los que tienen la sangre de tipo A son gente ordenada y sensible pero fastidiosa, los del grupo B son activos y sociables pero egoístas, los AB son fríos y racionales pero indecisos y los O son agradables y optimistas pero vanidosos.
Este asunto se ha convertido en una fuente de ingresos para la industria editorial. Uno de los éxitos de ventas de este año en las librerías japonesas ha sido la colección Jibun no setsumeisho (Tu propio manual de instrucciones), que han situado los volúmenes de los tipos A y O, los más abundantes, en los primeros puestos de las listas de ventas y se ha convertido en tema de conversación, especialmente entre los jóvenes.
"Me compré el libro de mi tipo y lo acierta todo sobre mí", explica Haruno, una joven universitaria. Ayae, su compañera de clase, también se muestra convencida de la fiabilidad del método: "Muchas veces, cuando he conocido a una persona he imaginado, por su forma de actuar, cual era su grupo sanguíneo, y siempre he acertado". En cambio, Yuuta, un chico de 19 años, confiesa que su afición por el método es más bien recreativa: "No sé si acierta o no, pero la vida es más divertida si crees en estas cosas", confiesa.
Recientemente, el actor de kabuki (teatro tradicional japonés) Ichikawa Danjuro explicó que su tipo sanguíneo ha cambiado de A a O debido a un trasplante de células madre procedentes de su hermana, como parte de un tratamiento para curar la leucemia. Conocedor de la popularidad del sistema de definir la personalidad a partir del tipo de sangre, Ichikawa planteó un reto al público que asista a su reaparición en la escena: "Quiero que venga y vea si la forma de actuar es distinta entre las personas de tipo A y las de tipo O". Es de esperar que haya bastantes espectadores que vean en los gestos y en la entonación de Ichikawa la prueba de la transformación de su carácter, ya que, según una encuesta, el 63% de las mujeres y el 47% de los hombres japoneses afirman que creen en la relación entre tipo de sangre y personalidad.

domingo, enero 04, 2009

Navidades a la americana

4/1/2009 CRÓNICA DESDE OSAKA
Bajo el tiburón de la película. J. Juste
La Navidad es una de las celebraciones que ponen más de manifiesto el eclecticismo y el sincretismo de los japoneses. A pesar de que solo un 1% de los 128 millones de habitantes del archipiélago son cristianos, durante el mes de diciembre las ciudades japonesas se engalanan con motivos navideños, adoptados sobre todo de su versión estadounidense. Decoraciones luminosas, árboles de Navidad y, sobre todo, muchos papanoeles pueblan los centros comerciales de Japón, donde además suenan villancicos clásicos en versión inglesa.
La Navidad es --también aquí-- sobre todo una fiesta comercial. En las casas, además, se come el kurismasu keiki, un pastel normalmente cubierto de nata y decorado con fresas. Las parejas jóvenes se reúnen en Nochebuena en cenas románticas que a menudo terminan en alguno de los abundantes rabu hoteru, hoteles en que las habitaciones se pagan por horas. La madrugada del 25 hay cola para entrar a rematar la fiesta.Para muchas chicas resulta un trauma llegar a la fecha sin novio. "Lo dejamos en octubre. Soy tonta, ¿verdad? Justo dos meses antes de la Navidad. Qué momento más inoportuno", comentaba recientemente Ai, una joven de 19 años. Por su parte Nanako, de 20, explicaba que ella y su novio habían decidido posponer la celebración hasta el fin de semana, ya que el día de Navidad en Japón es laborable y este año caía en jueves.
Posiblemente por eso muchas de las decoraciones de Navidad se han mantenido este año unos días más de lo habitual. Casualmente, el día 23 de diciembre es festivo porque se celebra el cumpleaños del emperador, pero, a diferencia de lo que pasaría en otros países, aquí casi nadie hace puente y la mayoría de los trabajadores solo disfrutan de cuatro o cinco días festivos alrededor del Año Nuevo.
Donde más se aprovecha la Navidad en Japón, en su vertiente decorativa, es en los dos principales parques de atracciones del país: el complejo formado por Disney World y Disney Sea, en los alrededores de Tokio, y Universal Studios Japan, en Osaka. Ambos están estos días llenos de jóvenes japoneses que aprovechan las dos semanas de vacaciones escolares de invierno.
La Navidad, que en Japón es al fin y al cabo algo importado gracias al cine de Walt Disney y Hollywood, sirve para conectar la realidad del calendario occidental con el Occidente de fantasía que recrean los parques de atracciones americanos.La Navidad en Disney World Tokyo o en Universal Studios Japan es propicia para observar la relación cultural que mantiene el país con su principal aliado. Japón ha adoptado desde la segunda guerra mundial una gran cantidad de manifestaciones de la cultura popular estadounidense, pero siempre de manera superflua y sin que estas hayan llegado a suprimir las autóctonas.
Una vez guardado Santa Claus en el armario aparecen en Japón las decoraciones sintoístas para recibir el nuevo año; muchos japoneses cumplen como siempre con los ritos de su religión ancestral, pero encuentran también tiempo para acudir a alguna count down party con sabor americano.

miércoles, noviembre 12, 2008

Las universidades japonesas detectan un aumento de estudiantes consumidores de droga

12/11/2008 CAMBIOS EN LOS HÁBITOS DE LA JUVENTUDLOCOS POR LA MARÍA
• Un gramo de marihuana es seis veces más caro en Japón que en Holanda
La Universidad Doshisha, en Kioto. Foto: JORDI JUSTE
En los últimos meses se han producido diversos arrestos de estudiantes en relación con el tráfico y consumo de drogas --especialmente marihuana-- en universidades japonesas. Estos casos han coincidido con otros escándalos relacionados con los estupefacientes en el mundo del espectáculo y en el deporte profesional, por lo que ha aumentado la preocupación por una posible relajación en la actitud de los jóvenes nipones hacia las drogas ilegales.
El trato legal y social del consumo de estimulantes prohibidos es en Japón mucho más severo que en otros países. En concreto, el comercio de marihuana puede llegar a acarrear 10 años de prisión y en el caso de drogas como la cocaína, la heroína y las anfetaminas puede suponer una sentencia a cadena perpetua. Hasta ahora, su consumo está mucho menos extendido que en Europa o en Estados Unidos y bastante limitado a ambientes marginales y élites intelectuales.
Sin embargo, durante años ha existido una llamada zona gris de productos que no estaban especificados en ninguna ley y, por tanto, podían ser usados legalmente. El caso más conocido es el del líquido Rush, introducido durante décadas desde Estados Unidos como limpiador para vídeos, pero distribuido en sex shops por su capacidad para aumentar el placer sexual.
A finales de octubre, dos estudiantes de la prestigiosa Universidad Keio, de Tokio, fueron arrestados como sospechosos de tráfico y posesión de marihuana. Los dos fueron acusados de contravenir la ley de control del cannabis y puestos en libertad bajo fianza.
Nombres publicadosSus nombres fueron hechos públicos y el vicepresidente de Keio apareció ante los medios de comunicación para pedir disculpas. "Es realmente lamentable, porque siempre hemos confiado en nuestros estudiantes", dijo Seiichi Mori, antes de admitir que desde el 2004 se han producido otros casos similares en su universidad.
También en octubre, cinco estudiantes de la universidad Hosei, de Tokio, fueron detenidos por posesión de cannabis y, en septiembre, una estudiante de la Universidad Doshisha, de Kioto, fue arrestada por el mismo motivo, después de que sus propios padres alertaran a la policía tras haber detectado alteraciones sospechosas en su conducta. Además, en enero se descubrió que varios integrantes del equipo de rugbi de la Universidad Kanto Gakuin cultivaban marihuana en su dormitorio. Son solo algunos de los ejemplos de estudiantes que han sido arrestados últimamente, procesados y sus nombres, publicados.
"Yo no he consumido y ninguno de mis amigos lo ha hecho, pero estoy segura de que en mi universidad también hay casos como el de Doshisha", explicaba recientemente Yuki, una estudiante universitaria de Kioto. Por su parte, un profesor de la Universidad Ritsumeikan se mostraba muy sorprendido ante la proliferación de detenciones: "Es increíble, en otros países es más normal, pero en Japón no. Ahora estos chicos van a tener muchas dificultades para encontrar trabajo".
A los arrestos de estudiantes se une el escándalo protagonizado por tres luchadores profesionales de sumo rusos, que tuvieron que abandonar este deporte en septiembre después de descubrirse que habían consumido marihuana. Además, en los últimos años, varios actores y cantantes han sido procesados y han visto sus contratos rescindidos por posesión de pequeñas cantidades de droga.
Menores de 30 añosSegún la policía, el año pasado fueron descubiertos 3.282 delitos relacionados con la marihuana. A diferencia de lo que pasa con otras drogas, el consumo del cannabis en Japón parece estar aumentando entre los más jóvenes. Un 70% de los detenidos el año pasado por su consumo eran menores de 30 años. Las autoridades atribuyen parte de este aumento a la extensión del uso de internet, que ha hecho más fácil comprar semillas y saber cómo cultivarlas.
Pese a todo, el acceso a la marihuana en Japón sigue siendo más difícil y su precio es más alto. Un gramo cuesta seis veces más que en Holanda.
La venta de semillas de cannabis no es ilegal, pero está regulada por la ley. La planta se cultiva legalmente en el país para obtener fibras que se utilizan en la elaboración de cuerdas tradicionales para los ritos del sintoísmo, religión ancestral de Japón.

martes, octubre 28, 2008

Lunes felices para que la gente gaste

La bolsa de Tokio. Jordi Juste
Algunos lectores se habrán dado cuenta, gracias a la información bursátil, de que en Japón hay muchos lunes festivos. Esto es así desde el año 2000. Entonces habían pasado ya casi diez años desde el hundimiento de la burbuja inmobiliaria y la economía no terminaba de salir del agujero, así que el gobierno decidió trasladar una serie de celebraciones para que la gente tuviera fines de semana más largos y gastara más. En Japón los fines de semana y casi todos los días festivos nacionales todos los comercios están abiertos y son muchos los que no cierran más que dos o tres días al año.
Durante los años 80 los precios de las propiedades no pararon de subir, el índice Nikkei de la bolsa de Tokio rozó los 40.000 puntos, los potentados nipones compraron símbolos de Occidente, como el Rockefeller Center de Nueva York, y los japoneses de a pie se lanzaron a llenar sus casas de electrodomésticos nacionales y productos de lujo de importación. Pero a finales de la década la burbuja explotó, mucha gente se quedó atrapada por hipotecas impagables, el Nikkei comenzó su caída hacia los 7.000 puntos y miles de empresas redujeron sus plantillas. Y los japoneses dejaron de gastar.
Las cuentas de los grandes bancos fueron reparándose poco a poco, a base de fusiones y ayudas del gobierno. Pero los japoneses habían recobrado su devoción por las hormigas y se dedicaban a guardar para el día de mañana, con lo que la economía, cada vez más basada en el consumo interno, no acababa de ponerse a andar. Entonces el gobierno decidió forzar a los trabajadores a descansar con la esperanza de que gastaran más.
Se cambiaron fiestas como el Día de los Nuevos Adultos, el del Mar, el de Mostrar Respeto a los Ancianos o el del Deporte, que pasaron de celebrarse en un día fijo del mes a hacerlo en uno de sus lunes. En cambio, se salvaron del nuevo orden celebraciones marcadas por el calendario natural, como Año Nuevo y los equinoccios, o las que conmemoran efemerides, como la fundación del país, la aprobación de la Constitución o el cumpleaños del Emperador (en caso de caer en domingo se recuperan también con un lunes festivo).
Para entender la importancia de la medida hay que tener en cuenta que muchos japoneses no toman vacaciones casi nunca. Por ley tienen derecho a un mes pagado, pero muchos usan, a lo sumo, una tercera parte, y siempre en períodos de menos de cinco días, a menudo a principios de enero o a mediados de agosto, coincidiendo con la fiesta budista de los difuntos.
Los motivos de esta conducta son variados y van desde el rechazo cultural a la vagancia hasta la escasa fuerza de los sindicatos, pasando por la gran identificación del japonés con su lugar de trabajo y su aversión a causar dificultades al grupo para satisfacer sus propios deseos. Muchos usan los días de vacaciones cuando están enfermos para no tener que pedir la baja (aunque para que un japonés normal se ausente de su lugar de trabajo tiene que estar muy mal de salud).
Por cierto, se desconoce el impacto económico de la medida, aunque el consumo terminó por aumentar –eso sí, sin la alegría de antaño– cuando la economía volvió a crecer y se habló de nuevo de la falta de mano de obra.

jueves, octubre 16, 2008

LA ESTAFA DEL CAJERO

16/10/2008 INCREMENTO DE LA ACTIVIDAD DELICTIVA EN EL LEJANO ORIENTE
En Japón, los timadores se ceban en amas de casa y ancianos haciéndose pasar por funcionarios
• Les engañan telefónicamente para que les transfieran todo su dinero
La vía del delito Cajeros automáticos en una sucursal del banco Mitsubishi Tokyo UFJ, en Kioto. Foto: JORDI JUSTE

En los últimos años han aumentado en Japón los casos de personas mayores y amas de casa engañadas por timadores profesionales. Los estafadores consiguen que transfieran dinero a sus cuentas corrientes mediante el uso de teléfonos móviles para comunicarse con sus víctimas, y cajeros automáticos para realizar las transacciones. La policía calcula que entre enero y junio se defraudaron así más de 16.000 millones de yenes (unos 100 millones de euros). El aumento del número de ancianos que viven solos hace más fácil para los timadores encontrar víctimas al azar.
Una de las modalidades más frecuentes de timo la protagonizan personas que se hacen pasar por empleados de la Seguridad Social o de la oficina de recaudación de impuestos. Los falsos funcionarios comunican a sus víctimas que se les ha cobrado dinero de más y que para podérselo devolver es necesario que acudan a un cajero automático. Una vez allí, los incautos ciudadanos son guiados mediante el teléfono móvil en el uso del teclado del cajero, y los timadores consiguen que den la orden de transferir fondos a sus cuentas, pensando que lo que hacen es el trámite para recibirlos.
De manera simple
"Parece increíble que sea posible engañar a la gente de una manera tan simple, pero las víctimas cuentan que los timadores eran muy convincentes y que, una vez delante del cajero automático, seguían sus instrucciones prácticamente con la mente en blanco", explicó un agente de policía.
La magnitud del problema llevó recientemente al Ministerio de Justicia y a la Agencia Nacional de Policía a recomendar a los bancos la prohibición del uso de gafas de sol o de teléfonos móviles en las inmediaciones de los cajeros. "Los estafadores solo se dejan ver para sacar dinero en los cajeros. Así esperamos ponerles más difícil el acercarse a ellos", declaró recientemente un portavoz de la policía. Asimismo, las autoridades han hecho más estricto el control sobre los propietarios de teléfonos móviles y ya está en curso una iniciativa legal para mejorar la identificación de las personas que usan aparatos de alquiler, una de las vías preferidas por los delincuentes para evitar ser localizados.
Por su parte, las entidades financieras también están aplicando medidas para proteger a sus clientes. El Chiba Bank, una entidad regional de los alrededores de Tokio, ya ha situado junto a algunos de sus cajeros distorsionadores de la señal telefónica que se activan fuera de horas de oficina. Otra institución financiera, el Godo Bank, ha optado por instalar un mecanismo que detecta la presencia de los móviles en las inmediaciones y hace que no se pueda operar con los cajeros.
La estrategia de engaño de los timadores se ha ido modificando en los últimos años debido a las campañas de concienciación llevadas a cabo por las autoridades. Hasta hace poco, una de las más usadas era hacerse pasar por un pariente en apuros y con necesidad urgente de dinero. Era el conocido como ore, ore sagyo (el timo del soy yo, soy yo). Los timadores llamaban y simplemente decían: "Hola, soy yo" y, si la víctima caía en la trampa y decía algo así como "ah, eres tú, Akira", ya tenían el enganche necesario para colar una historia para pedir dinero, a menudo un accidente o una amenaza mafiosa.
Cambio de táctica
El esquema fue tan utilizado y se le dio tanta publicidad en los medios de comunicación que los timadores tuvieron que cambiar de táctica. Una de las alternativas es llamar a las mujeres para amenazarlas de difundir una noticia vergonzosa sobre su esposo. "A mí no me ha pasado nunca, pero si me llaman para decirme que a mi marido lo han sorprendido tocando a mujeres en el tren y que ingrese dinero en una cuenta si no quiero que lo denuncien, tal vez lo haría", dice una ama de casa de 43 años.
La policía sigue dando a conocer periódicamente los últimos datos sobre estos fraudes como modo de poner en guardia a la población. Recientemente, la televisión pública difundió las imágenes de dos presuntos timadores que habrían estafado varios millones de yenes. Por otra parte, para resarcir en parte a las víctimas, en junio entró en vigor una nueva ley que prevé distribuirles los más de 5.000 millones de yenes (30 millones de euros) que la Corporación de Garantía de Depósitos ha identificado en cuentas bancarias usadas por delincuentes para estas estafas y que han sido congeladas.

viernes, octubre 10, 2008

Basureros voluntarios a orillas del Obata

La señora Nozaki y su grupo. JJuste
A muchos extranjeros les sorprende ver lo limpio que está el suelo en los lugares públicos en Japón. Especialmente al ver la escasez de papeleras en las calles. Si uno compra una lata de bebida en una de las abundantes máquinas, posiblemente solo podrá deshacerse de ella de un modo cívico en los contenedores que encontrará junto a cualquier otro aparato expendedor. Para papeles y plásticos no queda a veces más remedio que llevárselos a casa y tirarlos junto a la basura doméstica. Y en cuanto a las colillas, lo mejor es usar los ceniceros que hay en los espacios reservados para fumar o llevar encima uno de los ceniceros portátiles que se venden.
Es cierto que los japoneses echan pocas cosas al suelo. Pero otra explicación de la limpieza es que la basura se recoge. En estaciones, universidades, centros comerciales y otros edificios públicos el personal de limpieza es abundante y meticuloso. Además, los comercios no han perdido la sana costumbre de barrer el trozo de calle frente al lugar que ocupan. Los barrenderos municipales son casi inexistentes, pero en muchos barrios se organizan salidas de voluntarios para recoger basura, arrancar malas hierbas o retirar las hojas muertas en otoño.
Lo escrito hasta aquí es la cara de la moneda, la única que alcanzan a ver la mayoría de visitantes. Desgraciadamente, a poco que se adentre uno por carreteras de montaña o por la orilla de ríos alejados de los centro históricos, verá una realidad bien distinta. En la misma ciudad de Kioto, a pocos minutos del Templo Dorado hay una hermosa carreterita de montaña infestada de vertederos ilegales donde muchos desaprensivos se dedican a arrojar electrodomésticos y muebles viejos.
Para lo bueno y para lo malo, Japón es un país en el que mucha gente actúa sin hacer ruido. Igual que hay desalmados que aprovechan lugares apartados para ensuciar, también hay individuos que, sin pedir nada a nadie, salen a pasear con unos guantes de trabajo, unas pinzas largas y una bolsa de plástico y aprovechan el ejercicio para recoger la basura.Una de estas personas es la señora Nozaki. Ella lleva tiempo paseando junto al río Obata y llenando bolsas de basura. Un día decidió formar el grupo de voluntarios Nankin-haze para unir fuerzas y poder limpiar más a fondo. Ahora, un sábado al mes se juntan unas 30 personas y en tres horas recogen más de 100 kilos de basura en poco más de un kilómetro de río. "Si se preguntase a los japoneses si está bien tirar basura al río, seguro que todos dirían que no, pero el río está lleno de basura. Tal vez el ayuntamiento podría hacer más, pero tendríamos que pagar más impuestos", explica Nozaki.
La acción de Nankin-haze tiene además la función de concienciar de la importancia de respetar la naturaleza. La señora Shimizu, una profesora de escuela jubilada que forma parte del grupo, explica que un exalumno se le acercó recientemente para darle las gracias por invitarlo a participar y le dijo: "Si no hubiera sido por usted, yo ahora estaría jugando en casa con unos videojuegos y no sabría lo divertido e interesante que es el río".

viernes, septiembre 26, 2008

Rezos y agua para el buda inamovible

En un recóndito callejón del centro de Osaka, entre Namba y Shinsaibashi, está el templo budista Hozenji, uno de los lugares más entrañables de la ciudad. Pasar por ahí a echarle agua a sus estatuas antes de volver a casa es una práctica que reconforta cada noche a muchos habitantes de la antigua Naniwa. Especialmente a los que buscan ayuda para sus comercios de entretenimiento nocturno relacionado con el sexo o para sus relaciones de pareja, los dos campos en que la leyenda dice que las pregarias en el lugar surten más efecto, a pesar de que los responsables insisten en su capacidad multiusos.
Como en otros templos budistas, el devoto puede escoger en Hozenji entre diversas formas de introducir sus rezos, como encender barras de incienso, escribir pregarias sobre tabletas de madera o simplemente juntar las manos, cerrar los ojos e inclinar la cabeza. Pero la originalidad de Hozenji es la costumbre de arrojar agua, con un cazo metálico asido por un largo mango de madera, sobre la imagen en piedra de Fudo Myo-o, una de las personificaciones del buda Amithaba, y sobre los dos pequeños budas que la flanquean, sus ayudantes Seitakadoji y Kongaradoji. Originalmente, el agua era sólo una más de las ofrendas que los feligreses dejaban frente a las estatuas pero, según la leyenda, un día a una mujer se le ocurrió mojarlas y dio así comienzo a una tradición que ha hecho que hoy en día estén recubiertas de una capa verde de musgo.
Precisamente, el agua que se arroja es el nexo que sirvió para que el pueblo de Osaka creyera que los rezos en Hozenji tienen la capacidad de impulsar los negocios nocturnos relacionados con el sexo, ya que en Japón estos se conocen eufemísticamente, y de forma general, como mizushobai (comercio del agua). En cuanto a la atribución popular al templo de poderes para mejorar las relaciones de pareja, se dice que proviene de la creencia que de los dos pequeños budas que están a ambos lados del principal uno es masculino y el otro femenino, aunque no está nada claro a cuál de los dos corresponde cada sexo.
En junio, uno de los dos, Seitakadoji, apareció de madrugada en el suelo con la cabeza y una mano rotas. Posteriormente, un hombre de 64 fue arrestado y reconoció haber robado un par de bombillas del recinto y haber bajado de su pedestal al pequeño buda, aunque no ofreció ninguna justificación para su acción. El incidente sirvió para recordar que el templo, como la mayoría de construcciones japonesas antiguas, ha sido reconstruido en diversas ocasiones después de haber sido pasto de las llamas. En 2003 un incendio arrasó buena parte de los edificios de madera del callejón que conduce a Hozenji, pero en aquella ocasión el templo se salvó.
Curiosamente, Fudo Myo-o, considerado destructor de las falsas ilusiones y guardián del budismo, se suele representar con un aureola de fuego y una espada en alto. Su equivalente en sánscrito es Acala, nombre que significa “inamovible” y se refiere a su capacidad para resistir las tentaciones de la carne.

miércoles, septiembre 24, 2008

Aso se hace con las riendas de Japón

23/9/2008 ELECCIÓN INTERNA EN EL PARTIDO GUBERNAMENTAL JAPONÉS
• Los comicios anticipados se perfilan como solución al bloqueo político

El exministro de Asuntos Exteriores japonés Taro Aso es desde ayer el presidente del Partido Liberal Democrático (PLD), lo que le garantiza la elección mañana en el Parlamento como primer ministro, gracias a la mayoría con que cuenta la formación conservadora en la decisiva Cámara baja.Aso, que obtuvo los votos de 352 de los 525 parlamentarios y representantes provinciales del PLD, sustituye a Yasuo Fukuda, que dimitió el pasado día 1, tras menos de un año en el cargo, por las dificultades para superar el bloqueo de sus políticas en el Senado, donde la oposición, encabezada por el Partido Democrático de Japón (PDJ), tiene la mayoría.

CAMINO A LAS URNAS

"El PLD, como partido de Gobierno, tiene que enfrentarse con determinación al Partido Democrático en las próximas elecciones, y solo cuando hayamos ganado esas elecciones habré cumplido con mi destino", dijo Aso en su discurso de aceptación del cargo. Todavía queda un año para completar la actual legislatura, pero se espera que Aso aproveche el tirón de popularidad que le supondrá su toma de posesión para disolver la Cámara baja y convocar elecciones antes de fin de año.

Aso tiene 68 años, es católico, está casado y pertenece a una dinastía política en la que destaca su abuelo, el primer ministro Shigeru Yoshida, recordado como el forjador de la política según la cual Japón confía su seguridad a EEUU a cambio de servir como centro de las operaciones militares estadounidenses en Asia.

El nuevo líder japonés participó en los Juegos Olímpicos de Montreal (1976) en la modalidad de tiro y es conocido por su gran afición al manga, su carácter extrovertido y su propensión a las salidas de tono. Algunas de sus declaraciones le han hecho ganar fama de ultranacionalista, aunque sus posiciones en materia de relaciones internacionales y seguridad no se alejan de la línea principal de su partido, que defiende la necesidad de tener buenas relaciones con China pero manteniendo a EEUU como principal aliado.

Para reactivar la economía japonesa, que muchos expertos consideran al borde de la recesión, Taro Aso defiende la necesidad de aumentar el gasto público sin subir los impuestos. El sistema financiero nipón ha quedado relativamente a salvo de la crisis generada por las hipotecas basura estadounidenses, pero el frenazo del consumo en EEUU es un duro golpe a las exportaciones de la industria nacional.

viernes, septiembre 19, 2008

Japón ya tiene más de 36.000 centenarios

Ejercicios de gimnasia durante la celebración del Día de Respeto a los Ancianos, en Kioto. JJuste

El envejecimiento pone en jaque el sistema de asistencia médica
Las japonesas tienen una tasa de natalidad bajísima
El tercer lunes de septiembre es festivo nacional en Japón desde que en 1965 se instauró el Día del Respeto a los Ancianos. Durante la jornada, por todo el país se celebran actos dedicados a mostrar la gratitud de la sociedad a sus mayores. “El respeto a los ancianos es algo típico de la cultura japonesa, y está muy bien que sea oficial. Especialmente ahora que en muchas familias los abuelos y los nietos viven separados.”, explica Shinobu Yuasa, presidente de una asociación local de gente mayor.
Como todos los años, en la escuela primaria Sakaidani, en Kioto, la Asociación de Bienestar Social del barrio ha organizado un acto al que acuden casi 100 personas de más de setenta años, algunos en coches eléctricos o en sillas de ruedas empujadas por sus familiares. Durante más de dos horas, se suceden discursos de políticos locales alabando la contribución de las generaciones pasadas al desarrollo del país, actuaciones musicales de niños de diversas edades y una sesión de gimnasia especial para mayores. “Está todo muy bien, es una buena ocasión para reunir al barrio, aunque sólo viene una parte de los 700 ancianos que hay”, dice uno de los organizadores, de 77 años, que se ha pasado parte de la mañana acarreando mesas para acomodar a los invitados.
Es una situación cada vez más habitual en muchas comunidades, donde una gran parte de los residentes están jubilados o les falta muy poco y las fiestas a menudo se convierten en eventos organizados por ciudadanos mayores con buena salud para los más enfermos o ancianos. Aunque existen grandes diferencias regionales, el fenómeno afecta a todo Japón.
Más ancianos
Según un informe oficial, a finales de septiembre, 28 millones de ciudadanos tendrán más de 65 años, con lo que serán ya un 22% del total, y 36.276 de ellos tendrán más de cien años. La provincia más envejecida, Okinawa, en el extremo sur del país, cuenta con 61 centenarios por cada 100.000 habitantes, mientras en la más joven, Saitama, en la región de Tokio, son sólo 14. Para todo el país la media es de 28 por 100.000, de los cuales un 86% son mujeres.
Con ocasión del Día del Respeto a los Ancianos, el Ministerio de Sanidad informó de que el japonés más viejo es una mujer de 113 años que vive en Okinawa. En cuanto a los varones, en el libro Guiness de los récords aparece Tomoji Tanabe, de 112 años, residente en la provincia de Miyazaki, en el sur de la isla de Kyushu, como el hombre más viejo del mundo.
Más muertes que nacimientos
Japón cuenta con una de las mayores esperanzas de vida al nacer entre los países desarrolados, 86 años para las mujeres y 79 para los hombres. Este hecho, combinado con una de las tasas de natalidad más bajas (1,25 hijos por mujer) y el mantenimiento de la inmigración en niveles muy moderados, está convirtiendo a Japón en una sociedad envejecida. Las muertes ya superan a los nacimientos, con lo que los expertos calculan que la población japonesa alcanzó su techo en 2006 al superar los 128 millones. A partir de ahora, Japón perderá población y en 2050 un 32% de los japoneses serán personas de más de 65 años.
El envejecimiento está planteando serias dudas sobre la posibilidad de garantizar el futuro pago de las pensiones y mantener el sistema sanitario. Por el momento, ya se ha ampliado el copago de la asistencia médica de los pensionistas y se ha creado un nuevo seguro obligatorio para hacer frente a los gastos de hospitalización de larga duración. En cuanto a las pensiones, según el gobierno, los pagos pueden alcanzar en 2025 los 141 billones de yenes (más de un billón de euros), por lo que la necesidad de aumentar el impuesto sobre el consumo, que ahora está en el 5%, es uno de los principales asuntos de debate político y social.
“Tenemos que asegurar la sostenibilidad de los sistemas médico y de pensiones. Aunque hay problemas técnicos, el impuesto sobre el consumo es la única solución para tener una fuente estable de financiación”, explicó recientemente Kaoru Yosano, ministro de economía y uno de los cinco aspirantes a suceder a Yasuo Fukuda como primer ministro.
Un reto político
Las proyecciones demográficas aseguran que los temas que afectan a los ancianos aumentarán su peso político, algo de lo que muchos de ellos son plenamente conscientes. “A partir de ahora, muchos electores seremos gente mayor, que además tenemos un nivel de participación electoral alto, así que los políticos, si quieren ganar las elecciones, tendrán que pensar en nuestros problemas y plantear planes para solucionarlos”, opina Natsushi Ono, ejecutivo jubilado de 73 años.
Natsushi ha pasado el Día del Respeto a los Ancianos desarrollando su agenda habitual de actividades. “A mí no me gusta ir a encuentros sólo para viejos, me parece que no sé de qué hablar, no tengo nada en común con la mayoría. Pero me parece muy bien que se celebre este día para que el país muestre su agradecimiento a los mayores”, se justifica el señor Ono.

martes, septiembre 16, 2008

Japón basa su seguridad en las comisarías de barrio

Dos policías salen a patrullar desde el koban del puente de Shijo, Kioto. JJuste
Un 20% de los policías nipones están en estos pequeños destacamentos
Vecinos y entidades colaboran con los agentes
Jordi Juste
Según los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en Japón sólo se producen 0,05 robos anuales por cada 1.000 habitantes, mientras en España superan los 2. Igualmente bajo es el número de crímenes violentos, que no alcanza los 0,5 por 1.000 (en España son más de tres y en el Reino Unido, líder de la OCDE, más de 10). En cuanto al número de homicidios, Japón registra, igual que España, un número relativamente bajo, alrededor de 1,1 cada año por 100.000 habitantes, una quinta parte de los que se producen en Estados Unidos.
La forma de despliegue policial en comisarías de barrio es citada a menudo para explicar el bajo índice de criminalidad japonés. “La segura y pacífica vida comunitaria japonesa la mantiene el sistema de koban”, declara la Agencia Nacional de Polícia de Japón en su valoración del funcionamiento de las aproximadamente 14.000 minicomisarías que tiene repartidas por todo el territorio.
En Japón hay un sólo cuerpo de policía, aunque con distintas ramas y unidades y una estructura adaptada a sus 47 provincias. A pesar de contar con sólo 181 agentes por cada 100.000 habitantes (280 en España), la presencia policial es notoria, gracias a los koban, donde un mínimo de tres agentes desarrollan básicamente funciones de vigilancia. Los policías destacados en las minicomisarías (un 20% del total) salen a patrullar por el barrio en coche, moto, a pie o en bicicleta y también se ocupan de mantener el contacto con las entidades locales y recabar su colaboración.
Recientemente, en un encuentro con entidades vecinales, el jefe de una comisaría de barrio de Kioto informaba de la disminución del número de delitos. “Tal vez se han reducido porque ahora la gente se atreve más a llamar la atención a los jóvenes cuando hacen algo que no está bien”, explicaba el responsable policial.
A parte del trabajo de vigilancia que hacen los policías del barrio, periódicamente se hacen rondas de ciudadanos para llamar la atención a los causantes de problemas. Para los representantes vecinales, las reuniones de jóvenes en parques o delante de los supermercados abiertos por la noche son una preocupación, ya que las consideran viveros del delito. Otro punto que provoca la atención de las asociaciones es la iluminación: “Para la seguridad, la luz es fundamental. Las patrullas también son útiles, pero la iluminación es muy efectiva”, justifica un representante vecinal.
Preocupación por los exhibicionistas
En Japón se producen pocas violaciones (0,1 por cada 10.000 habitantes por 1,4 en España), pero existe una gran sensibilidad hacia los exhibicionistas. “En el barrio, de vez en cuando, se produce alguna denuncia. Por las descripciones de las víctimas creemos que hay cuatro, pero hasta el momento no hemos podido obtener una descripción detallada de la cara”, explica el jefe de policía.
Además de concienciar y coordinar a los vecinos, las comisarías de barrio mantienen un registro de todas sus casas, donde constan todos los habitantes y sus ocupaciones. Los policías pasan periódicamente por los domicilios a preguntar si ha habido cambios o bien hacen la consulta por teléfono. El registro es voluntario, pero normalmente los vecinos colaboran. “El problema es que el 50% de la gente no está en casa y el 20% es gente muy mayor que tiene como política no coger el teléfono. De hecho, se produce la ironía de que nosotros llamamos para avisar a la gente de que tenga cuidado con los que llaman haciéndose pasar por funcionarios”, explica un policía destinado en un koban.
Otro problema que encuentra esta forma de vigilancia comunitaria es que en Japón los lazos sociales son cada vez más frágiles y existe más gente que trabaja lejos de su hogar, sólo regresa para dormir y no conoce a sus vecinos. Los policías de barrio explican que últimamente reciben denuncias de niños que han visto a gente rara que les ha dicho algo sospechoso, aunque a veces se trata simplemente de hombres mayores del vecindario que actúan sin mala voluntad y a los que los niños desconocen.

Una mujer aspira a dirigir Japón

La ex ministra de defensa Yuriko Koike es uno de los cinco candidatos que se presentan a las elecciones a la presidencia del Partido Liberal Democrático (PLD) que se celebrarán el próximo día 22 para sustituir a Yasuo Fukuda, que presentó su dimisión el uno de septiembre. El cargo de presidente del PLD lleva aparejado casi automáticamente el de primer ministro gracias a la mayoría con que cuenta el partido en la decisiva Cámara Baja del parlamento japonés.
De triunfar, Koike se convertiría en la primera mujer que asume el máximo liderazgo político en Japón, país que ocupa el lugar número 54 en el ránking de la ONU según el poder político y económico que ostentan sus mujeres. “Quiero afrontar los asuntos de la mujer desde una perspectiva no partidista. Eso hará que se liberen las energías potenciales de la mujer y convertirá Japón en un país con fuerza”, declaró Koike.
La candidata a liderar el PLD tiene 56 años, está soltera y llegó a la política después de trabajar como intérprete de árabe y como presentadora en la televisión. En 2005 se convirtió en ministra de Medio Ambiente del gobierno de Junichiro Koizumi, y se la considera responsable de la política coolbiz, consistente en abandonar el uso de la corbata en verano para ahorrar la energía que se gasta en aire acondicionado. Posteriormente, en el gobierno de Shinzo Abe se convirtió en la primera mujer ministra de Defensa, pero dimitió al cabo de 54 días para responsabilizarse por un caso de filtración de información reservada.
Koike no lo tendrá fácil para lograr su objetivo. Sus rivales son el ex-ministro de Asuntos Exteriores, Taro Aso, el actual titular de Economía, Kaoru Yosano, el ex ministro de Defensa Shigeru Ishiba y Nobuteru Ishihara, hijo del gobernador de Tokio. Por el momento las encuestas indican que Aso es el favorito entre la población, deseosa de un liderazgo fuerte después de los fracasos de Abe y Fukuda.

El Primer Ministro japonés dimite por sorpresa

2/9/2008 ANUNCIO POR SORPRESA DEL JEFE DEL GOBIERNO EN TOKIO
Jordi Juste
El Primer Ministro japonés, Yasuo Fukuda, anunció ayer su renuncia al cargo y a la jefatura del Partido Liberal Democrático (PLD). “He escogido el momento, antes del inicio de la sesión extraordinaria del parlamento, para causar el mínimo de molestias a los ciudadanos”, anunció Fukuda en una breve rueda de prensa transmitida en directo por las principales cadenas de televisión. La popularidad de Fukuda no ha parado de bajar en las últimas semanas por su incapacidad de implementar políticas decididas para hacer frente a la crisis económica y apenas ha podido aprovechar el efecto propagandístico de actuar como anfitrión de la cumbre del G-8, celebrada en julio en Hokkaido, norte de Japón.
En los próximos días el PLD tiene que determinar las fechas para la elección de su próximo líder, quien debería formar gobierno, ya que el partido cuenta con la mayoría en la determinante Cámara Baja de la Dieta, el parlamento bicameral nipón. El Senado está dominado desde hace medio año por la oposición encabezada por el Partido Democrático de Japón (PDJ) de Ichiro Ozawa, que en los últimos meses ha reiterado su petición de que Fukuda convoque elecciones.
Ayer el Primer Ministro se refirió al bloqueo ejercido por el PDJ como una de las causas de su renuncia al cargo. “El Partido Democrático ha intentado bloquear todas las leyes, por lo que nos ha llevado mucho tiempo poner en práctica todas las políticas. Por el bien del pueblo japonés, esto no se puede repetir”, declaró el Primer Ministro.
Ahora habrá que ver cómo reaccionan las diferentes facciones del PLD, así como su partido coaligado, el budista Komeito. A juzgar por los precedentes, lo más probable es que aparezca un líder de consenso que intente aprovechar el año que queda de legislatura para recuperar algo de popularidad y poder así afrontar unas elecciones con posibilidades. De todos modos, tampoco se puede descartar la formación de un gobierno encargado de convocar elecciones antes de que el apoyo popular al PLD toque fondo.

Fukuda fue elegido hace once meses por el PLD para suceder a Shinzo Abe que dimitió por problemas de salud tras sólo un año en el cargo. Abe, a su vez, había sustituido un año antes a Junichiro Koizumi, quien fue reelegido hace tres años como Primer Ministro después de que su partido arrasara en unas elecciones que plateó como un plebiscito sobre su plan de privatizar el sistema de correos.
Tras conocer la decisión de Fukuda todos los partidos de la oposición se apresuraron a acusarlo de irresponsable y exigieron la disolución de la Cámara Baja y la convocatoria de elecciones. Si el PLD desoye esta llamada y escoge una vez más por su cuenta al próximo Primer Ministro, este será el cuarto líder que tiene el país desde que sus ciudadanos fueran convocados a unas elecciones generales en septiembre de 2005.

Belleza bajo las sombrillas

Dos mujeres portando sombrillas. JJuste
El ideal de belleza femenina japonesa comporta una piel lo más blanca posible. No se trata de una moda pasajera, sino de un concepto muy enraizado en la cultura. “En la mujer de piel blanca, un punto de fealdad no se nota”, dice un refrán japonés. La piel morena en las mujeres se considera algo sucio y por eso la industria cosmética nipona obtiene gran parte de sus beneficios vendiendo productos que conservan o restauran la palidez natural del cutis. Prácticamente las únicas japonesas que escapan al deseo de tener una tez blanca son las ganguro, mujeres jóvenes que desde los años 90 siguen exactamente la tendencia contraria, es decir se caracterizan por lucir un moreno extremo, a menudo realzado gracias a la química.
Para la mayoría de japonesas la palidez de la piel, especialmente la de la cara, es una parte importantísima de su imagen. Para protegerla no se fían sólo de las cremas sino que también evitan exponerse al sol más de lo necesario. Para ello se valen de guantes larguísimos, gorras y sombreros con grandes alas y, sobre todo, de sombrillas. En la segunda mitad del siglo 20 estos objetos parecían condenados a la desaparición, relegados al uso por parte de mujeres de edad avanzada o poco conscientes de las últimas modas en el vestir. Sin embargo, en las últimas décadas la sombrilla ha vuelto y hoy en día las mujeres jóvenes no tienen reparos en usarla.
Al resurgir del parasol portátil ha contribuido sin duda el gran esfuerzo hecho por la industria japonesa para comercializar diseños adaptados a todas las modas y estilos. Pero otro factor determinante de la recuperación de su popularidad a finales de siglo 20 fue la aparición de los alarmantes informes sobre el agujero en la capa de ozono de la atmósfera y las noticias sobre el aumento del número de enfermos de cáncer de piel. Los fabricantes respondieron rápidamente con productos que filtran los rayos ultravioletas y por lo tanto protegen mejor la piel.
El fin del mes de las lluvias y la llegada del verano suponen la multiplicación de las sombrillas en las calles japonesas, pero estas se pueden ver durante todo el año. En días nublados, la visión de una mujer japonesa caminando bajo una de ellas confunde a algún viajero extranjero despistado, que se pregunta si ya han empezado a caer gotas y él todavía no se ha dado cuenta.
Esta obsesión por protegerse de la luz solar suele ser más fuerte entre las mujeres mayores, más preocupadas por la fragilidad del cutis y más convencidas desde niñas de la fealdad de su morenez. Las campesinas o las que trabajan en los jardines suelen cubrirse con enormes pañuelos y grandes sombreros de paja que casi no dejan ni un milímetro de piel al descubierto.
El uso de la sombrilla es algo tan normal en Japón que muchas mujeres se sorprenden cuando se les explica que en Europa o en América es casi inexistente. “Pero lo he visto en un cuadro de Goya”, se extrañaba recientemente una joven universitaria japonesa. Ella misma, una vez informada de que la protagonista de El quitasol es una dama del pasado, insistía en preguntar si en España no hay noticias sobre la proliferación del cáncer o si a las españolas no les importa quemarse la piel.

Quimonos para todo el año

El verano es, con toda seguridad, la mejor estación para ver por la calle a personas ataviadas con vestidos japoneses tradicionales. Especialmente si se acude a una localidad en fiestas. Entonces algunos hombres y muchísimas mujeres salen a la calle luciendo sus yukata, unos quimonos de algodón mucho más simples y baratos que los de seda, que se suelen reservar para ocasiones más formales.
Desde que Japón se abrió a Occidente en 1868 la indumentaria cotidiana de los japoneses se fue adaptando a las costumbres europeas y americanas. Primero fueron los militares y los políticos los que imitaron las formas extranjeras de vestir y poco a poco les siguió el resto de la población. La tendencia se aceleró tras la derrota en la segunda guerra mundial y la ocupación americana. En el caso de las mujeres, su acceso masivo al mercado laboral en las últimas décadas les ha hecho adoptar definitivamente la ropa occidental. Sin embargo, los vestidos tradicionales no se abandonaron nunca totalmente y hoy son diversas las ocasiones en que se pueden ver usados con toda naturalidad.
A niños y niñas se les viste un suntuoso quimono en el shichigosan, una ceremonia sintoísta equiparable a la primera comunión, y la mayoria de chicas visten quimonos en la ceremonia en que celebran su mayoría de edad y en su graduación en la Universidad. A parte de estas ocasiones, es fácil ver a mujeres vistiendo quimonos en bodas, independientemente de si estas se celebran al estilo tradicional japonés o con la novia vestida de emperatriz Sisí en alguna de las capillas de cartón piedra con que cuentan casi todos los grandes hoteles. También es relativamente normal que aparezcan en programas de televisión celebridades vistiendo quimonos en programas que no siempre tienen contenido folclórico.
Lo escrito vale para todo Japón, pero en Kioto no es necesario que ocurra nada muy especial para ver a mujeres vistiendo quimonos. Una exposición de cerámica o un concierto son excusas suficientes para muchas mujeres para ponerse el vestido tradicional. Casi nunca dejan de ser una minoría, pero se hacen ver.
Hasta hace unas décadas los carísismos quimonos de seda eran la parte más importante del ajuar de una novia. Hoy en día, en cambio, muchas mujeres japonesas no tienen ninguno de esos vestidos en propiedad, así que no les queda más remedio que alquilarlos cuando se les presenta una ocasión para usarlos. En Kioto, además, hay tiendas a las que acuden turistas nacionales que quieren experimentar su visita a la antigua capital imperial vestidos a la antigua.
Los yukata se usan en todo el país en verano para ir a las fiestas, pero también durante el resto del año en los balnearios para cubrirse entre baño y baño. Además, la mayoría de hoteles japoneses ponen cada día en las habitaciones uno de estos quimonos de algodón para cada huesped como pijama. Para muchos turistas extranjeros la tentanción de llevárselos como recuerdo es tan fuerte que en algunos casos hay avisos para que no se haga o invitaciones a hacer una solicitud formal en la recepción.


jueves, agosto 28, 2008

Cerveza y béisbol en la azotea

Hanshin Beer garden, Umeda, Osaka. JJuste
Entre junio y septiembre, en los grandes edificios de la región de Kansai (Osaka, Kioto, Kobe, Nara) proliferan los llamados beer garden, terrazas instaladas en las azoteas donde, por un precio fijo, se puede pasar un atardecer bebiendo y comiendo a placer. En el centro de Osaka el paisaje que se ve desde la mayoría de jardines cerveceros consiste en edificios y más edificios hasta donde alcanza la vista. En Kioto, en cambio, se puede ver el río Kamo, las montañas del este de la ciudad o, desde alguno de los hoteles que están justo delante, la muralla iluminada de Nijo-jo, el palacio del Shogun.
Pero la mayoría de los japoneses no van a los beer garden a ver el paisaje sino a comer, beber y ver béisbol en compañía de sus amigos. Como el verano coincide con el punto álgido de la temporada del deporte más popular de Japón, la tarde se remata muchos días en estos lugares viendo en una gran pantalla a los lanzadores y bateadores del equipo favorito de la región, los Hanshin Tigers. A diferencia del fútbol, en que se juega una o dos veces por semana, el béisbol se juega casi cada día, los partidos pueden durar más de tres horas y hay numerosas pausas, ideales para levantarse e ir a la barra a rellenar la jarra y el plato.
Los lectores que no hayan estado en el extremo oriente en verano tal vez se están imaginando la escena mecida por una suave brisa refrescante. La realidad es que, salvo algunos días de tregua, en casi todo el este de Asia el verano es sofocante tanto a ras de suelo como en los áticos. En Honshu, la isla principal de Japón, a las precipitaciones acumuladas durante el tsuyu, el mes de las lluvias que da paso al verano, se añaden repetidos frentes de aire cálido que llegan del océano y que hacen que la humedad atmosférica sea muchos días y muchas noches de más de un 90%.
Estas condiciones meteorológicas hacen que a menudo los beer garden de Kansai parezcan saunas al aire libre, especialmente los que sirven carne que el cliente asa en las planchas instaladas en cada mesa. En el resto hay aparadores surtidos con comida muy variada, como frutas, verduras, pollo frito, empanadillas chinas, bolas de pasta con pulpo (takoyaki), yakisoba y otros platos que en Japón se consideran buen acompañamiento para la cerveza. El precio suele estar alrededor de los 3.500 yenes (unos 20 euros) y están abiertos entre las seis y las diez.
Aunque en los beer garden también se sirven cócteles y bebidas no alcohólicas, la cerveza es la reina de las azoteas. No en vano, la mayoría de estas terrazas están gestionadas directamente por las principales cerveras niponas, Asahi, Kirin y Sapporo, que se disputan aquí parte del liderzago nacional de ventas. Los japoneses, a pesar de ser los más bebedores de Asia, no destacan en la liga cervera mundial, donde se sitúan en una posición intermedia con sus aproximadamente 50 litros anuales por habitante, lejos de los más de 80 de España o de los 150 del líder, la República Checa. Con todo, la cerveza es la bebida alcoholica más consumida en Japón, mucho más que el tradicional sake, que no ha dejado de languidecer en los últimos 60 años y ya está por debajo de los 10 litros per capita.