En 1908 comenzó la emigración de japoneses a Brasil para trabajar en las plantaciones de café. El flujo de población se mantuvo durante décadas con altibajos, y llegaron a ser tantos que hoy hay aproximadamente un millón y medio de brasileños de ascendencia japonesa viviendo en el país sudamericano.
Ochenta y dos años más tarde, sin embargo, el sentido de la migración se revirtió. En la década de los 90 fueron los brasileños los que comenzaron a ir a vivir a Japón, que necesitaba mano de obra para la industria y dio preferencia a los descendientes de japoneses. Muchos salieron de un Brasil hiperinflacionario con el sueño de prosperar en la tierra de sus padres o sus abuelos, que entonces parecía incluso capaz de convertirse en la primera potencia mundial.
No para todos fue una experiencia fácil, ya que, por mucha sangre nipona que tuvieran en las venas, no dejaban de ser extranjeros en una sociedad hasta hace poco convencida y orgullosa de ser una de las más homogéneas del mundo. El número de los llamados Nikkei-jin fue aumentando en Japón mientras el país encallaba en el marasmo económico que siguió al estallido de la burbuja en 1991. Llegaron a ser 270.000, que coincidieron con unos 60.000 peruanos de origen japonés.
Una vez más, recientemente, el flujo ha cambiado de dirección. En 2009 el gobierno aprobó la medida de pagar el viaje de vuelta a su país a los Nikkei que quisieran marcharse, eso sí, con la condición de que no podrían volver a solicitar la residencia en Japón. Lo hicieron porque en el país el paro repuntaba y amenazaba con superar el 5%. Pero quizás no era necesario, porque durante estos años el número de brasileños de origen japonés que han vuelto a Brasil ha ido aumentando aprovechando la bonanza económica generada por la estabilidad política y el crecimiento relacionado con la Copa del Mundo de fútbol y los Juegos Olímpicos de Río, y ya son más de 40.000 los que se han ido.
Los volverán a necesitar? O Japón sabrá transformarse y adoptar un nuevo rol económico, con menos manufactura intensiva, menos población y más calidad de vida?
Nikkei también son consideradas las personas que descienden de nikkei, aún las nacidas en Japón, ¿o me equivoco? No debe ser nada agradable firmar un contrato en el que renuncies a tu residencia, y a la posibilidad de volver a obtenerla. Pobres niños cuyos padres firmen ese contrato..
ResponderEliminarEntonces qué, ¿Pondrán "supermercados japoneses en Brasil" así como los ya abundantes súper chinos en Buenos Aires?
Saludos desde Argentina.