Jordi Juste
Los ministros de economía del Grupo de los Ocho (formado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá, Italia y Rusia) cerraron ayer en Osaka dos días de reuniones con un comunicado conjunto en que expresan su preocupación por el precio de las materias primas, especialmente del petróleo y los alimentos.
“Los altos precios de las materias primas, especialmente del petróleo y de los alimentos, suponen un reto al crecimiento mundial estable, tienen graves implicaciones para los más débiles y pueden incrementar las presiones inflacionarias globales. Esta condiciones hacen nuestra elección de medidas políticas más complicada. Nos mantendremos vigilantes y tomaremos accciones apropiadas, individual y colectivamente, para asegurar la estabilidad y el crecimiento en nuestras economías y globalmente”, dice el anuncio.
A pesar de esta aparentente voluntad de reaccionar conjuntamente a la crisis, en las declaraciones posteriores a la presentación de los resultados de la cumbre se apreciaron sensibles diferencias entre los participantes en cuanto a la interpretacón de sus motivos.
El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, destacó que estamos ante un problema de falta de acuerdo entre una gran demanda y una oferta insuficiente, y alertó de que “esto no es algo que se preste a soluciones a corto plazo”.
Por su parte, el Canciller británico, Alistair Darling, puso el acento en el hecho de que los ministros expresaran la necesidad de interpelar al Fondo Monetario Internacional y a la Agencia Internacional de la Energia sobre los factores financieros que se encuentran detrás de la crisis. “Hay visiones diferentes sobre los efectos que la especulación está teniendo sobre los precios”, aceptó Darling. A pesar de estas palabras, ningún país abogó durante la cumbre por medidas concretas contra la especualción.
La importancia del tipo de cambio
En los días anteriores a la reunión de Osaka, el ministro de economía de Japón, Fukushiro Nukaga, apuntó hacia el tipo de cambio de las principales divisas como uno de los motivos detrás de la actual crisis energética. Nukaga admitió haber hablado del tema con su homólogo estadounidense, aunque sin especificar los detalles de las dicusiones. Para muchos expertos, la debilidad del dólar ha contribuido a acelerar la escalada del precio del petróleo al empujar hacia las materias primas gran cantidad de capitales que antes se refugiaban en la divisa norteamericana.
Ayer, el ministro de economía japonés habló ante los medios de comunicación de la importancia de haber podido alcanzar una interpretación común de la crisis. “Hemos conseguido formular una comprensión común que será importante para alcanzar un crecimiento estable de la economía mundial”, explicó el anfitrión del encuentro, que sirvió para preparar la cumbre de jefes de estado y de gobierno que tendrá lugar del 7 al 9 de julio a orillas del lago Toya, en Hokkaido (norte de Japón).
Fondos de Inversión para el Clima
Una de las pocas acciones concretas visibles del G-8 en la cumbre de Osaka ha sido la presentación de unos fondos financieros diseñados para ayudar a los países en vías de desarrollo a luchar contra el cambio climático provocado por el calentamiento atmosférico.
“Nosotros, los ministros de finanzas del G8, damos la bienvenida y apoyamos el lanzamiento de los Fondos de Inversión sobre el Clima, incluido el Fondo de Tecnología Limpia y el Fondo Estratégico del Clima. Estamos comprometidos con la ayuda a los países en desarrollo para hacer frente a los retos del cambio climático de manera consistente con las necesidades de desarrollo de su población”, establece el comunicado de la cumbre.
“Estos fondos ofrecen una oportunidad para actuar sobre el cambio ahora. Son un paso concreto adelante para afrontar el reto del cambio climático global”, declaró el presidente del banco Mundial, Robert Zoellick, durante su presentación.
Por el momento Estados Unidos ha anunciado que aportará unos 1.500 millones de euros, el Reino Unido mil millones y Japón 800 a esta iniciativa, que se presenta como una medida provisional hasta que esté en acción la nueva política multilateral para afrontar el cambio climático, que debería sustituir en 2012 el Protocolo de Kioto.
Los ministros de economía del Grupo de los Ocho (formado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá, Italia y Rusia) cerraron ayer en Osaka dos días de reuniones con un comunicado conjunto en que expresan su preocupación por el precio de las materias primas, especialmente del petróleo y los alimentos.
“Los altos precios de las materias primas, especialmente del petróleo y de los alimentos, suponen un reto al crecimiento mundial estable, tienen graves implicaciones para los más débiles y pueden incrementar las presiones inflacionarias globales. Esta condiciones hacen nuestra elección de medidas políticas más complicada. Nos mantendremos vigilantes y tomaremos accciones apropiadas, individual y colectivamente, para asegurar la estabilidad y el crecimiento en nuestras economías y globalmente”, dice el anuncio.
A pesar de esta aparentente voluntad de reaccionar conjuntamente a la crisis, en las declaraciones posteriores a la presentación de los resultados de la cumbre se apreciaron sensibles diferencias entre los participantes en cuanto a la interpretacón de sus motivos.
El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, destacó que estamos ante un problema de falta de acuerdo entre una gran demanda y una oferta insuficiente, y alertó de que “esto no es algo que se preste a soluciones a corto plazo”.
Por su parte, el Canciller británico, Alistair Darling, puso el acento en el hecho de que los ministros expresaran la necesidad de interpelar al Fondo Monetario Internacional y a la Agencia Internacional de la Energia sobre los factores financieros que se encuentran detrás de la crisis. “Hay visiones diferentes sobre los efectos que la especulación está teniendo sobre los precios”, aceptó Darling. A pesar de estas palabras, ningún país abogó durante la cumbre por medidas concretas contra la especualción.
La importancia del tipo de cambio
En los días anteriores a la reunión de Osaka, el ministro de economía de Japón, Fukushiro Nukaga, apuntó hacia el tipo de cambio de las principales divisas como uno de los motivos detrás de la actual crisis energética. Nukaga admitió haber hablado del tema con su homólogo estadounidense, aunque sin especificar los detalles de las dicusiones. Para muchos expertos, la debilidad del dólar ha contribuido a acelerar la escalada del precio del petróleo al empujar hacia las materias primas gran cantidad de capitales que antes se refugiaban en la divisa norteamericana.
Ayer, el ministro de economía japonés habló ante los medios de comunicación de la importancia de haber podido alcanzar una interpretación común de la crisis. “Hemos conseguido formular una comprensión común que será importante para alcanzar un crecimiento estable de la economía mundial”, explicó el anfitrión del encuentro, que sirvió para preparar la cumbre de jefes de estado y de gobierno que tendrá lugar del 7 al 9 de julio a orillas del lago Toya, en Hokkaido (norte de Japón).
Fondos de Inversión para el Clima
Una de las pocas acciones concretas visibles del G-8 en la cumbre de Osaka ha sido la presentación de unos fondos financieros diseñados para ayudar a los países en vías de desarrollo a luchar contra el cambio climático provocado por el calentamiento atmosférico.
“Nosotros, los ministros de finanzas del G8, damos la bienvenida y apoyamos el lanzamiento de los Fondos de Inversión sobre el Clima, incluido el Fondo de Tecnología Limpia y el Fondo Estratégico del Clima. Estamos comprometidos con la ayuda a los países en desarrollo para hacer frente a los retos del cambio climático de manera consistente con las necesidades de desarrollo de su población”, establece el comunicado de la cumbre.
“Estos fondos ofrecen una oportunidad para actuar sobre el cambio ahora. Son un paso concreto adelante para afrontar el reto del cambio climático global”, declaró el presidente del banco Mundial, Robert Zoellick, durante su presentación.
Por el momento Estados Unidos ha anunciado que aportará unos 1.500 millones de euros, el Reino Unido mil millones y Japón 800 a esta iniciativa, que se presenta como una medida provisional hasta que esté en acción la nueva política multilateral para afrontar el cambio climático, que debería sustituir en 2012 el Protocolo de Kioto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario