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domingo, enero 20, 2008

“Falso” elegida la palabra del 2007




CRÓNICA DESDE KIOTO
Jordi Juste. Kioto
Cada año, a mediados de diciembre, el abad del templo budista de Kyomizu, en Kioto, escribe en público, en tinta negra y con un grueso pincel sobre un lienzo blanco, el caracter chino elegido como representativo del año que termina. El acontecimiento se convierte, invariablemente, en tema de informativos televisivos y portada de periódicos. Este año, el caracter escogido se lee “nise”, que significa falso. En la elección han participado unas 100.000 personas. Casi un 20% optaron por “nise”, mientras que el segundo clasificado fue “shoku” (comida), con un 2%.
Y es que este año en Japón se han producido numerosos escándalos relacionados con engaños en la industria de la alimentación, como hacer pasar por carne de una denominación de origen de prestigio otra de menor calidad o cambiar la fecha de productos caducados para volverlos a poner en el mercado. De especial transcendencia, por su simbolismo, fue el caso de los dulces Akafuku, el souvenir más famoso de Ise, donde se encuentra el santuario que acoge a la diosa Amaterasu, cúspide del panteón del sintoísmo, la religión ancestral de Japón. La empresa Akafuku, que en 2007 ha cumplido 300 años produciendo dulces para los peregrinos y turistas que acuden a Ise, fue denunciada por colocar etiquetas nuevas a productos que habían quedado sin vender. El escándalo provocó la suspensión de las actividades de Akafuku y un aumento espectacular de ventas para su competidor, Ofukumochi-Honke, hasta que se descubrió que esta empresa compartía la práctica fraudulenta de su rival.
Pero el “nise” para el 2007 podría referirse también al mundo de la política, donde Japón ha vivido la vergonzosa salida de escena del primer ministro, Shinzo Abe, que tras ser incapaz de solucionar el escándalo por la pérdida de archivos de las pensiones y dedicarse, en cambio, a tratar de imponer su agenda nacionalista, fue castigado por los electores en las elecciones al Senado de julio. Abe se negó a dimitir, pero sólo resisitió en el cargo hasta septiembre. Entonces puso como motivo para su partida las negativas del jefe de la oposición a pactar la prórroga de la misión de apoyo de la marina japonesa a la intervención militar en Afganistán. Sin embargo, a las pocas horas, fue ingresado en un hospital por dolencias intestinales agravadas por el estrés y no reapareció hasta semanas más tarde, cuando ya había sido relevado por Yasuo Fukuda.
La elección del carácter chino del año sirve, además de para resumir el año, para recordar la importancia de la caligrafía en la cultura japonesa. El japonés se escribe con una combinación de caracteres chinos y de los silabarios hiragana y katakana. Los caracteres chinos se conocen como kanji, o “letras de los Han”, en alusión a la dinastía que imperó en China durante 400 años. Representan conceptos y se usan para la raíces de las palabras, mientras que las terminaciones se escriben en hiragana, y el katakana se usa para transcribir palabras que no son de origen japonés ni chino.
Según las fuentes, existen entre 50.000 y 80.000 kanji, pero los que se usan habitualmente en Japón no pasan de los 3.000. Para aprender a leerlos y escribirlos, los niños dedican una enorme cantidad de horas, que además les sirven para convertirse en personas ordenadas y amantes de los detalles.

miércoles, septiembre 26, 2007

Fukuda se estrena con un gobierno continuista

Jordi Juste
Yasuo Fukuda es desde ayer el primer ministro de Japón gracias a la amplia mayoría con que cuentan el Partido Liberal Democrático (PLD) y el Nuevo Komeito en la Cámara baja del Parlamento. Como estaba previsto, el Senado, donde el PLD está en minoría desde julio, eligió para el cargo a Ichiro Ozawa, líder de la principal fuerza de la oposición, el Partido Democrático de Japón, sin embargo la Constitución prevé que en caso de discrepancia prevalezca la decisión de los diputados sobre la de los senadores.
“Lo primero es la credibilidad de los políticos, recuperarla es lo más importante”, declaró ayer Fukuda, horas después de nombrar a los miembros de su gobierno. En el nuevo gabinete destaca la permanencia de 15 de los 17 ministros nombrados por su antecesor, Shinzo Abe, y la presencia como pesos pesados de Nobutaka Machimura como secretario y de Masahiko Komura en Asuntos Exteriores.
Fukuda, de 71 años, fue elegido el domingo presidente del PLD para sustituir a Abe, que el día 12 presentó repentinamente su dimisión pocas horas antes de enfrentarse a la oposición en el Parlamento. El nuevo líder nombró el lunes la comisión ejecutiva del partido, plagada por pesos pesados de las distintas facciones que le apoyaron en su pugna con el ex ministro de Exteriores, Taro Aso, para tomar las riendas de la formación que ha gobernado Japón casi ininterrumpidamente desde los años 50.
En busca del consenso
Tras un año de gobierno caracterizado por los escándalos y las meteduras de pata de los ministros y por la insistencia del primer ministro en dejar atrás el pacifismo surgido de la segunda guerra mundial y adoptar políticas más nacionalistas, se espera que el gabinete de Fukuda adopte una posición menos ideológica e intente llegar a acuerdos con la oposición tanto en materias de seguridad y relaciones exteriores como en la reorganización del caótico sistema público de pensiones. “La colaboración con la oposición es uno de nuestros principales retos”, destacó ayer el nuevo líder.
Fukuda no está obligado a convocar elecciones para antes de septiembre de 2009, pero será difícil que resista dos años a los intentos de la oposición de aprovechar el momento de debilidad del PLD para arrebatarle el gobierno. “Independientemente de quién sea su líder, este no deja de ser un gobierno del PLD y el Nuevo Komeito”, declaró ayer Ichiro Ozawa, quien sigue pidiendo elecciones anticipadas para que los japoneses decidan quién quieren que gobierne su país.
Abe se disculpa
Por otra parte, Shinzo Abe se desplazó brevemente ayer por la mañana desde el hospital donde se encuentra ingresado desde el pasado día 12 a la cercana residencia oficial del primer ministro para presidir la última reunión de su gobierno. El lunes Abe ofreció una rueda de prensa en el hospital en que pidió perdón por no haber informado de los motivos de salud que le impulsaron a dimitir. “Escogí no tocar el asunto. Siento mucho que el público no pudiera conocer la verdad por mi decisión de no hablar de mi principal motivo”, declaró un Abe cuyo aspecto físico mostraba claramente que todavía no ha recuperado plenamente su salud.
En el momento de anunciar su dimisión Abe citó como motivo principal la incapacidad de convencer a la oposición para que apoyara la prórroga de la misión de la marina japonesa en el Océano Índico, donde abastece de combustible a barcos estadounidenses que participan en operaciones bélicas en Afganistán.

lunes, septiembre 24, 2007

Los liberales japoneses eligen a un moderado para suceder a Abe

24/9/2007 EL PARTIDO QUE GOBIERNA JAPÓN ESTRENA LIDERAZGO
• El nuevo líder, Yasuo Fukuda, se convertirá mañana en primer ministro
JORDI JUSTEKIOTO
El moderado Yasuo Fukuda fue elegido ayer nuevo presidente del Partido Liberal Democrático (PLD), cargo que le garantiza la elección mañana en el Parlamento como primer ministro de Japón gracias a la amplia mayoría de su formación en la decisiva Cámara baja. El nuevo líder, de 71 años, sustituye a Shinzo Abe, de 53, quien dimitió el pasado día 12 y permanece desde entonces hospitalizado por una dolencia intestinal relacionada con el estrés."Me gustaría que la gente recuperara la confianza en el PLD y que este pudiera aplicar medidas de forma consistente", declaró Fukuda tras conocerse su victoria sobre el exministro de Exteriores Taro Aso por 330 votos a 197.
Fukuda, quien entró en política a los 53 años tras una carrera en la industria petrolera, es hijo de Takeo Fukuda, primer ministro entre 1976 y 1978. En los gobiernos de Yoshiro Mori y Junichiro Koizumi, el nuevo presidente del PLD ocupó el cargo de secretario, que incluye las funciones de portavoz del Gabinete y coordinador de sus distintos departamentos.

El reto político de Fukuda es grande, ya que hereda una situación grave. El PLD perdió la mayoría en el Senado en las elecciones parciales de julio debido a una serie de escándalos de corrupción y a la incapacidad del Gobierno de Abe para solucionar los problemas de la seguridad social. Ahora el principal partido de la oposición, el Partido Democrático de Japón (PDJ), cuenta con mayor capacidad para controlar al Gobierno y retrasar la aprobación de las leyes, aunque el PLD, junto con su aliado Nuevo Komeito, suma en la Cámara baja la mayoría necesaria para hacer inútil la oposición del Senado.

MISIÓN EN EL ÍNDICO

Una de las medidas más urgentes que deberá acometer Fukuda será la aprobación de una nueva ley que permita a la Marina nipona retomar su papel de proveedor de combustible en el Océano Índico a los barcos estadounidenses que se dirigen a Afganistán. Ya se da por hecho que será imposible aprobar a tiempo la prórroga de la ley vigente, que marca el 1 de noviembre como fecha de término de la misión. La imposibilidad de convencer al líder del PDJ, Ichiro Ozawa, de la necesidad de apoyar la prórroga fue la principal causa citada por Abe para justificar su repentina dimisión.

Ayer Fukuda hizo grandes esfuerzos por dejar claro que el éxito de su acción como líder dependerá de la colaboración con la oposición. Por su parte, el PDJ se ha mostrado dispuesto a hablar pero mantiene su oposición a la misión en el Índico y defiende la necesidad de disolver la Cámara baja, cuyo mandato expira en septiembre de 2009, y convocar elecciones.

jueves, septiembre 13, 2007

El primer ministro japonés tira la toalla tras un año de escándalos

13/9/2007 AGRAVAMIENTO DE LA CRISIS POLÍTICA DE JAPÓN
• Abe dimite por sorpresa tras reconocer que ya no puede contar con la confianza de los ciudadanos
• Achaca la renuncia al rechazo de la oposición a la misión militar de apoyo a EEUU contra el terrorismo
JORDI JUSTE.TOKIO
El primer ministro japonés, el conservador Shinzo Abe, anunció ayer por sorpresa su dimisión, tras casi un año al frente de un Gobierno plagado de meteduras de pata y escándalos y pocas horas antes de enfrentarse a la oposición en el Parlamento. "Hoy he decidido dimitir como primer ministro. Formé este Gobierno para sacar las reformas adelante, pero en las actuales circunstancias se ha vuelto difícil contar con la confianza y el apoyo de los ciudadanos", afirmó en rueda de prensa, con voz llorosa y el rostro desencajado.
El portavoz del Gobierno, Kaoru Yosano, explicó que Abe tiene problemas de salud, posiblemente relacionados con las dolencias intestinales que arrastra desde hace tiempo. Pero el motivo más inmediato para la renuncia es la dificultad para asegurarse la aprobación en el Parlamento de la prórroga de la misión de la Marina japonesa en el océano Índico, donde abastece de carburante en alta mar a barcos de EEUU.
Tanto Tokio como Washington presentan esta tarea como una contribución a la lucha contra el terrorismo en Afganistán. Pero la oposición japonesa se muestra contraria a la prórroga argumentando que la participación en operaciones militares en el extranjero viola la Constitución y que, además, los barcos japoneses abastecen también a buques de EEUU con destino a Irak.
DESCALABRO
El Partido Liberal Democrático (PLD) de Abe cuenta con una holgada mayoría en la Cámara baja del Parlamento pero está en minoría en el Senado desde el descalabro electoral que sufrió en julio. En el sistema parlamentario japonés, al igual que en el español, la Cámara baja prevalece sobre la alta en caso de discrepancia. Pero el uso de esta prerrogativa para aprobar una medida rechazada por una gran mayoría de la población no habría hecho más que reducir el ya escaso apoyo con que contaba el primer ministro.
Abe comenzó su mandato con el viento a favor dejado por su predecesor, Junichiro Koizumi, pero fue perdiendo popularidad por su insistencia en proyectos alejados del sentir popular --como la reforma de la Constitución o la introducción del patriotismo en las escuelas-- al tiempo que descuidaba problemas que preocupan a los ciudadanos, como el futuro de las pensiones.
SORPRESA
Abe dijo que una de las razones por las que dimitía era la negativa del líder de la oposición, Ichiro Ozawa, del Partido Democrático de Japón (PDJ), a reunirse con él para tratar sobre la prolongación de la misión en el Índico. Ozawa replicó que su postura respecto a la prórroga no iba a cambiar y se mostró sorprendido por la dimisión de Abe. "En 40 años en este mundo no he visto nada parecido", declaró.
La maquinaria del PLD ya se ha puesto en marcha para elegir, el próximo día 19, al nuevo presidente del partido. Este cargo ha llevado aparejada la jefatura del Gobierno japonés desde los años 50, con dos excepciones en los años 90. El nombre que más se baraja es el del exministro de Exteriores y actual secretario general del PLD, Taro Aso, conocido por su ideología nacionalista y su afición a los cómics japoneses.

CONCILIADOR
El 26 de septiembre de 2006, Abe se convirtió, con 52 años, en primer ministro de Japón, el primero nacido tras la segunda guerra mundial. Su programa de Gobierno contemplaba la superación del régimen pacifista surgido en la posguerra y una postura más firme en las relaciones internacionales. Sin embargo, sus primeros viajes fueron a Seúl y Pekín para restaurar las relaciones dañadas por su antecesor, Junichiro Koizumi, con sus visitas al santuario donde se rinde homenaje a los militares nipones, incluidos 14 criminales de guerra. Abe pertenece a una dinastía de políticos. Su abuelo, Nobosuke Kishi, fue jefe de Gobierno y su padre, Shintaro Abe, ministro de Exteriores.

LAS METEDURAS DE PATA
En enero del 2007, el ministro de Salud, Hakuo Yanagisawa, provocó una gran polémica en el país al calificar a las mujeres de "máquinas para fabricar hijos". Abe defendió a su ministro y se convirtió en blanco de las críticas. En marzo, el primer ministro desató una crisis diplomática al afirmar que no existe "ningún testimonio fiable" que demuestre que las fuerzas armadas recurrieron a la "coerción" para reclutar a esclavas sexuales de sus soldados en la segunda guerra mundial. En julio, dimitió el ministro de Defensa, Fumio Kyuma, después de haber justificado los bombardeos atómicos sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.
LA CORRUPCIÓN
Los casos de corrupción en el entorno de Abe se inician en diciembre del 2006, tres meses después de llegar al poder, con la dimisión del secretario de Estado para las Reformas Administrativas, acusado de fraude. A principios del 2007 se destapa un enorme agujero en la gestión del sistema público de pensiones.
EL SUICIDIO
En mayo, el ministro de Agricultura, Toshikatsu Matsuoka, se suicidó después de haber sido acusado de corrupción por el cobro de comisiones a algunas empresas constructoras. Su sucesor, Norihiko Akagi, dimitió solo una semana después de haber sido nombrado bajo la acusación de haber falsificado las cuentas de la campaña electoral.

miércoles, julio 04, 2007

Dimite el ministro nipón que justificó la bomba atómica


4/7/2007 CRISIS EN EL GOBIERNO JAPONÉS
• Kyuma, diputado por Nagasaki, dijo que el bombardeo aceleró el fin de la guerra
JORDI JUSTE.KIOTO
"Lamento que mis comentarios hayan causado problemas. Estoy muy arrepentido". Con esta frase dio por terminada su carrera política Fumio Kyuma, ministro de Defensa de Japón.Kyuma se vio forzado a dimitir ante la presión por haber justificado que Estados Unidos arrojara en 1945 dos bombas atómicas, una en Hiroshima y otra en Nagasaki. "Entiendo que los bombardeos terminaron la guerra y que no había más remedio", afirmó en una conferencia el sábado en Chiba, cerca de Tokio.

Además, Kyuma es diputado en representación de Nagasaki, donde murieron 200.000 personas. El ministro dijo que EEUU actuó de ese modo para intimidar a la antigua Unión Soviética y evitar que invadiera Japón. Estas opiniones son comunes entre los historiadores estadounidenses, pero en Japón suponen negarle al país su dignidad.

Las reacciones de repulsa fueron casi inmediatas en todo el país, pero especialmente en las ciudades víctimas de los bombardeos. "Esto es tan indignante que me resulta difícil responder con enojo. No puedo más que ridiculizar esos comentarios. ¿Diría él lo mismo si fuera una víctima de las bombas atómicas?", declaró al diario Asahi Shimbun Akihiko Takahashi, exdirector del Museo Memorial de la Paz de Hiroshima.

El propio Kyuma pidió disculpas por sus palabras el domingo, después de que el primer ministro, Shinzo Abe, lo desautorizara. Sin embargo, hasta el lunes Abe afirmaba que las afirmaciones no eran motivo suficiente para destituirlo. Finalmente, ayer aceptó su dimisión. "Dimitir es la forma más seria que tiene un político de asumir su responsabilidad, por lo que acepto el deseo de Kyuma", dijo Abe.

PRÓXIMAS ELECCIONES

La sustituta de Kyuma será la consejera nacional de seguridad Yuriko Koike, defensora de un papel más enérgico de Japón en sus relaciones internacionales. La dimisión se produce en un momento difícil para Abe, que afronta las elecciones para renovar la mitad del Senado el día 29 con un índice de popularidad del 28%, el más bajo desde que sucedió en septiembre a Junichiro Koizumi. La caída se debe a diversos escándalos, como el que llevó a suicidarse al ministro de Agricultura, y al caos del sistema de pensiones.

jueves, mayo 31, 2007

Revuelo de almas en Japón







31/5/2007 HONORES PARA CRIMINALES DE GUERRA JAPONESES
• Un exlíder de Taiwán provoca que se recuerde nuevamente que el santuario de Yasukuni es una afrenta para los países vecinos
JORDI JUSTE.TOKIO
El santuario sintoísta de Yasukuni, situado en el centro de Tokio, parece condenado a estar también en el centro de la discusión política en Asia. La última ocasión la facilitó ayer el expresidente de Taiwán Lee Teng-hui al anunciar su intención de acudir al recinto religioso durante la visita privada que comenzó a Japón. "Voy a reunirme con mi hermano por primera vez en 60 años", declaró Lee en el aeropuerto de Narita.



El hermano mayor de Lee murió en Filipinas en 1945, defendiendo la bandera nipona, igual que muchos de sus compatriotas, mientras Formosa (1890-1945) era colonia japonesa. En 1945, China asumió la soberanía y, en 1949, la isla se convirtió en refugio de las fuerzas del Kuomintang que huían del avance comunista. Desde entonces hasta el 2000, los nacionalistas ostentaron el poder. Ahora, el anuncio de la visita del expresidente a Yasukuni pone nuevamente el dedo en la llaga de la historia de las relaciones entre Japón y sus vecinos.



Honrar a los combatientes



El santuario de Yasukuni (Yasukuni-jinja) fue establecido a finales del siglo XIX para honrar a los japoneses muertos en combate, muchos de ellos en los enfrentamientos civiles que se produjeron en las postrimerías del régimen feudal y los inicios de la era Meiji (1868-1912), y posteriormente en las guerras con las que Japón construyó su imperio en Asia.



En el recinto del santuario se encuentra el Yushukan, un museo con más de 20 salas dedicadas a embellecer el militarismo japonés y a justificar el imperialismo mediante su contextualización internacional. Sala tras sala, sus explicaciones en japonés y en inglés tratan de convencer al visitante de que Japón no tenía más remedio que armarse y construir su propio imperio para protegerse de las ambiciones de las potencias occidentales y del nacionalismo chino. El espíritu de sacrificio del guerrero es elevado a la categoría de sagrado y no hay ni una sola muestra de arrepentimiento por los sufrimientos causados tanto en los países vecinos como entre los propios japoneses.



El sintoísmo, que es la religión ancestral del Japón, da gran importancia al culto a los antepasados y concibe el país como una gran familia, con el emperador a la cabeza. Desde el siglo VII convivía con el budismo, pero en las décadas que condujeron a la segunda guerra mundial fue separado y utilizado como religión de Estado, al servicio del militarismo. Los soldados que perecían creían hacerlo por el emperador, considerado un semidios, y era común que se despidieran antes del combate, con un "nos vemos en Yasukuni".



Durante su mandato como primer ministro, las visitas de Junichiro Koizumi a Yasukuni fueron una de las causas del deterioro de las relaciones con China. Su sucesor, Shinzo Abe, que llegó a la jefatura del Gobierno en el 2006 con fama de ser más nacionalista, ha intentado rehacer el diálogo. Su primer viaje al extranjero fue a Pekín y, hasta el momento, ha evitado ir a Yasukuni, aunque a finales de abril mandó una planta como ofrenda, lo que provocó una comedida crítica desde China. "Quiero seguir mostrando respeto a los que lucharon por el país y murieron, y rogar por sus almas", declaró Abe para justificar su acción. Hasta el momento, la ambigua postura de Abe ha hecho posible que a principios de abril se produjera la visita del primer ministro chino, Wen Jiaobao, y que se hable del viaje del presidente Hu Jintao.



Documentos públicos



Las autoridades niponas no consiguen hacer desaparecer Yasukuni de la agenda política. Recientemente, la biblioteca del Parlamento hizo públicos unos documentos que demuestran que, en 1969, el Ministerio de Sanidad entabló conversaciones con el santuario, que es una entidad privada, para tratar la inclusión, entre los espíritus a los que rinde homenaje, de los condenados como criminales de guerra de clase A por el Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente, que juzgó a las autoridades civiles y militares japonesas tras la segunda guerra mundial."No creo que sea un problema. Fue el santuario el que los incluyó. El antiguo Ministerio de Sanidad facilitó información solo porque fue requerido", declaró Abe. La ceremonia para sumar las almas de los criminales de guerra a las de millones de caídos japoneses se celebró en 1978 y provocó las protestas de China y Corea, los dos países que más sufrieron el imperialismo japonés durante la primera mitad del siglo XX.

miércoles, mayo 16, 2007

Japón da un paso más hacia una nueva Constitución


Jordi Juste. Kioto
El Senado japonés aprobó ayer la ley de referéndum, un paso más hacia el objetivo de reformar la Constitución pacifista, impuesta por los Estados Unidos en 1947, marcado el pasado septiembre por el primer ministro Shinzo Abe cuando sucedió en el cargo a Junichiro Koizumi. Abe dejó claro ayer que este asunto marcará a partir de ahora la agenda política doméstica. “En las próximas elecciones al Senado queremos decirles a los votantes que el PLD ha estado trabajando en el proyecto de nueva constitución”, declaró el primer ministro.
La norma sobre consultas populares pasó el trámite gracias a la cómoda mayoría que tiene en ambas cámaras de la Dieta la coalición formada entre el Partido Liberal Democrático de Abe y el pequeño partido budista Nuevo Komeito, lo que ya le permitió en abril la aprobación en la Cámara de Representantes.
Abandono del pacifismo
El punto más controvertido de la reforma constitucional es el artículo 9, que especifica que Japón renuncia al uso de la guerra para solucionar cualquier tipo de conflictos y establece claramente que no tendrá fuerzas armadas de ningún tipo. Hasta ahora se ha hecho una interpretación muy laxa de la norma. Los propios Estados Unidos se dieron cuenta pronto de que necesitaban que Japón fuera capaz de defenderse, hasta cierto punto sólo, de una posible agresión soviética o china. Por ello se permitió la creación de las llamadas Fuerzas de Autodefensa, que en realidad son tres ejércitos muy bien dotados, aunque con ciertas limitaciones técnicas que los hacen poco capaces para una hipotética misión de ataque fuera del archipiélago.
Sin embargo, el problema principal para la política de defensa de Japón de la actual Constitución no está tanto en la existencia o no de las fuerzas armadas sino en su posible participación en un conflicto internacional en ayuda de un aliado del país. También aquí se ve la larga mano de Washington en Tokio, ya que los Estados Unidos han reprochado a Japón, en ocasiones como las dos guerrras del Golfo, que su participación se limitara a la aportación de dinero o a intervenciones logísticas en la retaguardia.
Una encuesta reciente del diario progresista Asahi Shimbun revelaba que aunque un 58 % de votantes es favorable a redactar una nueva constitución, sólo el 33 % desea que se suprima el artículo 9.
Según especifica el artículo 96 de la actual Carta Magna, una eventual reforma debería contar con el voto favorable de dos terceras partes de los miembros de cada cámara legislativa antes de ser sometida a referéndum. En estos momentos la coalición liderada por Shinzo Abe controla más de dos tercios de la Cámara Baja pero sólo 1,6 tercios del Senado.
La Ley de Referéndum aprobada ayer establece que no se podrá llevar a cabo ninguna consulta antes de tres años desde su entrada en vigor. Finalmente, la coalición de gobierno no ha accedido al establecimiento de un mínimo de votos para que el resultado sea válido, una de las exigencias de la principal fuerza de la oposición, el Partido Democrático de Japón (PDJ) para dar su aprobación.

jueves, abril 12, 2007

China y Japón rompen el hielo en Tokio


El primer ministro chino, Wen Jiabao inicia una visita de tres días
Abe invita al presidente chino Hu Jintao a visitar Japón el año que viene
Jordi Juste
El primer ministro chino, Wen Jiabao, inició ayer una visita de tres días a Japón con una reunión con su homólogo japonés, Shinzo Abe, tras la cual se hizo público un comunicado conjunto que más que resultados concretos muestra la voluntad de las dos potencias asiáticas de mejorar sus relaciones en áreas como la cooperación económica, el medio ambiente, la interpretación de la historia y la resolución de problemas que afectan a su vecino común, Corea del Norte. “Ambos países apoyan el desarrollo pacífico del otro y van a reforzar su confianza política”, dice el comunicado conjunto. Antes de salir de Pekín, Wen resumió el objetivo de su visita a Japón, la primera de un jefe de gobierno chino en más de seis años, explicando que la hacía con la esperanza de “romper el hielo”.
Las relaciones entre China y Japón se habían deteriorado seriamente durante los cinco años de gobierno de Junichiro Koizumi, tanto por razones simbólicas como por su rivalidad estratégica. China reaccionó con protestas y suspensión de las reuniones políticas al más alto nivel a las visitas anuales de Koizumi al santuario sintoísta de Yasukuni, donde se rinde homenaje a millones de japoneses muertos en diversas guerras y a 14 criminales de la segunda guerra mundial, contienda que puso fin a la sangrienta ocupación nipona de China. Por otra parte, en los últimos años, el acelerado crecimiento económico chino ha puesto de manifiesto la rivalidad entre los dos países por el acceso a materias primas, que se ha concretado en el contencioso por el desarrollo, por parte de China, de campos de extracción de gas en una zona marítima al suroeste de Japón que ambos países reclaman como suya.
Tras su llegada a la jefatura del gobierno, en septiembre pasado, Abe escogió Pekín como su primer destino en lo que se interpretó como una señal clara de su voluntad de rehacer los puentes rotos por Koizumi. Abe, que llegó al cargo con fama de ser más nacionalista que su predecesor, no ha querido declarar abiertamente su renuncia a visitar Yasukuni, pero parece difícil que ahora tire por la borda la mejora de las relaciones con China, el mayor éxito de su Administración hasta el momento.
Interdependencia económica
La ironía es que la suspensión de relaciones diplomáticas al más alto nivel durante el gobierno de Koizumi se produjo al mismo tiempo que quedaba definitivamente provada la creciente relación económica entre Japón y China. La República Popular es el segundo cliente de Japón y va camino de convertirse en el primero, desbancando a los Estados Unidos. Por su parte, para China su vecino del este sigue siendo un mercado importante y una abundante fuente de inversiones, con decenas de miles de empresas niponas intaladas en suelo chino.
Entre los pocos resultados concretos de la reunión de ayer está la confirmación de la reanudación de las exportaciones de arroz japonés a China, un asunto que no deja de ser simbólico, ya que China es autosuficiente en este producto básico de su dieta pero cuenta con una creciente clase media a la que los agricultores japoneses esperan vender una parte de su producción de calidad alta. En otro de los grandes asuntos compartidos, el medio ambiente, Japón, país con un alto grado de eficencia energética, se comprometió a ayudar a China a reducir sus emisiones de gases que producen el efecto invernadero.
Mañana Wen Jiabao hará una alocución en el parlamento japonés, se reunirá con líderes empresariales japoneses y será recibido en audiencia por el emperador Akihito. El viernes se desplazará hasta Kyoto, donde visitará la universidad Ritsumeikan antes de regresar a Pekín desde Osaka.

martes, marzo 06, 2007

Japón no volverá a pedir perdón por las esclavas sexuales


Jordi Juste. Kioto
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, dijo ayer en el Senado que su gobierno no piensa pedir disculpas de nuevo por las mujeres que fueron forzadas a servir en los burdeles establecidos para la satisfacción sexual de los soldados nipones en gran parte de Asia, durante la segunda guerra mundial. “Aunque la resolución se apruebe, eso no significa que vayamos a pedir disculpas”, dijo Abe en referencia a la moción no vinculante que el congresista californiano de origen japonés, Mike Honda, ha presentado en el Congreso para exigir a Japón que se disculpe de foma inequívoca por las llamadas “esclavas sexuales”.
Abe, sin embargo, dijo que mantiene la declaración de 1993 (conocida como “declaración Kono”, por el nombre del entonces portavoz del gobierno, Yohei Kono), por la que Japón se disculpaba y reconocía que el Ejército Imperial había participado en el establecimiento y gestión de los burdeles y admitía que se había usado la coherción.
Preciamente, sobre sus palabras del jueves pasado, en las que dijo que no había pruebas de que hubiera existido tal coherción en el establecimiento de los burdeles, ayer Abe admitió que sí hubo casos en que se produjo, pero que fueron llevados a cabo por intermediarios civiles y no por militares. “No es que los militares entraran en domicilios particulares y se llevaran a la gente secuestrada”, dijo Abe.
Algunos historiadores sitúan en 200.000 el número de mujeres asiáticas que sirvieron en los burdeles para militares japoneses. Es prácticamente imposible probar el número exacto de casos en los que las mujeres fueron obligadas a servir como solaz de los soldados, pero sí existen númerosos testimonios directos de víctimas, sobre todo coreanas, e incluso de militares nipones, que no ofrecen lugar a dudas sobre la generalización de los abusos.
En 1995, bajo el gobierno de coalición entre el Partido Liberal Democrático (PLD) y el Partido Socialista (PS), presidido por Tomiichi Murayama, Japón estableció un fondo privado, que caduca a finales de este mes, para compensar a las mujeres obligadas a servir en los burdeles, pero las asociaciones de víctimas siempre han exigido indemnizaciones oficiales, como forma inequívoca de asunción de responsabilidad por parte del Estado japonés.
Abe, que llegó al poder en septiembre con fama de ser más nacionalista que su predecesor, Junichiro Koizumi, sorprendió desde el principio por sus esfuerzos para mejorar las relaciones diplomáticas con China y Corea del Sur, especialmente dañadas por las visitas anuales de Koizumi al santuario de Yasukuni, donde se rinde homenaje a millones de combatientes japoneses y a 14 criminales de guerra, responsables de atrocidades cometidas por el Ejército Imperial.
En sus primeros cinco meses en el cargo, Abe ha visto como sus índices de popularidad bajaban constantemente, en buena medida por su debilidad ante los barones del PLD y su reversión de diversas de las medidas reformistas que habían hecho popular a Koizumi. Si Koizumi parecía ceder a la extrema derecha en lo simbólico para poder imponer sus políticas reformistas, hasta el jueves de la semana pasada todo apuntaba a que Abe estaba moderando sus posturas nacionalistas para poder introducir sus políticas conservadoras.
El primer ministro, que quiere reformar la Constitución pacifista y ya ha logrado introducir el patriotismo en la enseñanza, está condenado a seguir haciendo equilibrios si quiere satisfacer a la vez a su base de seguidores nacionalistas y a la comunidad internacional.

miércoles, enero 10, 2007

Japón ya tiene Ministerio de Defensa


Jordi Juste. Kioto
Japón cuenta desde ayer con su primer Ministerio de Defensa desde la segunda guerra mundial, después de que entrara en vigor la ley que eleva el rango de lo que hasta el lunes era una agencia que dependía directamente de la oficina del primer ministro. El cambio es sobre todo simbólico y se enmarca en la política dels primer ministro, Shinzo Abe, de lograr un Japón con un papel más decidido en las relaciones internacionales. La Agencia de Defensa ya era reconocida internacionalmente, a casi todos los efectos, como un ministerio, pero a partir de ahora tendrá una mayor autonomía en la planificación de políticas y en la elaboración del presupuesto.
“La elevación de rango nos permite mostrar al país y a la comunidad internacional la madurez de la democracia japonesa y nuestra confianza en el control civil”, declaró ayer Abe tras pasar revista a las tropas antes de partir para una visita a la sede de la OTAN en Bruselas.
La transformación de la Agencia en Ministerio fue aprobada en diciembre mediante una ley que contó con el apoyo de las dos formaciones del gobierno, el Partido Liberal Democrático y el Nuevo Komeito, y del principal grupo de la oposición, el Partido Democrático de Japón. Sólo se opusieron los dos partidos minoritarios de la izquierda, el Partido Comunista y el Partido Socialista Democrático, por su convencimiento de que se trata de un paso más hacia la reforma de la Constitución pacifista y la participación de Japón en misiones militares internacionales, dos objetivos del primer ministro Abe.
La Constitución japonesa fue redactada y aprobada en 1947 bajo la dirección y tutela de las autoridades americanas de ocupación. Según el artículo 9 Japón renuncia al uso de la fuerza para solucionar los conflictos internacionales y se compromete a no tener fuerzas militares de ningún tipo. Sin embargo, el inicio de la guerra fría llevó a los Estados Unidos a apoyar la creación en 1954 de las llamadas Fuerzas de Autodefensa, que en la actualidad cuentan con 240.000 miembros y tienen el cuarto presupuesto más grande del mundo. En 2004, durante el mandato de Junichiro Koizumi, la llamada Fuerza de Autodefensa de Tierrra (Ejército) participó en misiones de reconstrucción en el sur de Iraq, la primera vez desde la segunda guerra mundial que los militares japoneses se desplegaban en una zona en conflicto.